jueves, 5 de julio de 2012

Los comicios de Grecia

Internacional
La campaña mediática internacional dio votos a los conservadores
Los comicios de Grecia
Por: Carlos Damián 18 de Junio, 2012
Los cortes draconianos al bienestar social
México. – Estados Unidos, el Fondo Monetario Internacional (FMI) ofrecieron su apoyo al líder del partido Nueva Democracia, Antonis Samara (AS), por el triunfo de su partido en las elecciones parlamentarias, mientras el gobierno de Alemania se apresuró a advertir que el programa de ajuste financiero no será objeto de renegociación. “No puede haber cambios sustanciales en los acuerdos pero imagino que se podría hablar de los plazos una vez más, dado que la realidad es que en Grecia ha habido un vacío de poder político por las elecciones”, dijo el ministro alemán de relaciones Exteriores, Guido Westerwelle (GW). Añadió que, “no hay forma de salir de las reformas”. “Grecia debe ajustarse a lo acordado”.

Esta noticia recorrió el mundo y se vio reflejado en la apreciación del euro frente al dólar y el yen en los mercados de divisas, tras varios días de especulación. En cuanto a la Casa Blanca se pronunció a favor de que “Grecia permanezca en la zona del euro, mientras respete su compromiso con la reforma”, y destacó la importancia de que “esta elección lleve rápidamente a la formación de un nuevo gabinete”. En una declaración conjunta, el presidente de la Unión Europea (UE), Herman van Rompuy, y el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, subrayaron igualmente la “rápida formación de un nuevo gobierno”. El Fondo Monetario Internacional (FMI) también hizo pública su voluntad de “ayudar a que Grecia logre sus objetivos de restablecer la estabilidad financiera”.

La izquierda no ve los resultados como una derrota
Aún no había terminado el recuento de votos que transmitían los medios cuando el Euro-grupo realizó su primer comunicado pidiendo una formación rápida de un gobierno de coalición. Los griegos aún se amontonan en cafés y se juntaban en familia para disfrutar el futbol, y recibían la información en la que destaca el recuento de 60 por ciento de los votos, la victoria del partido conservador Nueva Democracia. El líder de la izquierda, Alexis Tsipras, fue satanizado por los medios de comunicación internacional, y él felicitaba públicamente a su adversario político.

El ministro alemán GW, asegura que Europa tendrá que dar más tiempo a Grecia para reducir su déficit. Mientras que la troika formada por la Comisión Europea, el Banco Central Europeo (BCE), y el FMI confirmaba que regresaría a Atenas tan pronto como hubiera un nuevo Ejecutivo para fijar el camino a seguir. El alivio muy poco disimulado de los dirigentes europeos coincidía con los resultados que se iban publicando. Eran escasas las personas que se atrevían a asegurar entonces que les bastaría una coalición con el otro partido tradicional para formar el gobierno que los sectores económicos soñaban.

Cortes draconianos
Los sectores sociales que resistían las medidas económicas de choque vieron frustrada la esperanza de que Atenas renegociara los acuerdos referidos y adoptara una política económica heterodoxa para salir de la grave crisis en que se encuentra. La formación de izquierda Syriza, que ofrecía transitar por esta segunda vía, quedó en segundo lugar en los comicios, con poco más de 27%, y con ellos pierde cualquier posibilidad de conformar un gobierno de corte soberanista y popular capaz de resistir las exigencias europeas y de los organismos financieros internacionales. Para los grandes intereses políticos y corporativos mundiales, el resultado electoral griego es una buena noticia, en la medida en que constituyen un espaldarazo a las estrategias económicas que preconizan la liquidación del Estado de bienestar, transfieren los costos de la crisis a las poblaciones y concentraciones de capital, como se ha visto con el paquete de protección recientemente adoptado por la Europa comunitaria para los bancos privados españoles.

La corrupción, la crisis económica y la sumisión a los dictámenes del exterior provocaron primero la salida de Giorgos Papandreu y ahora un histórico desplome del partido de la mano de Evangelos Venizelos. A pesar de esto se pronostica que las mismas formaciones que han llevado a Grecia hasta este extremo serán estas circunstancias las que darán los próximos pasos en la política. El aumento de la desesperación de la población griega ha ido en paralelo con los resultados conseguidos por Siriza durante los pasados plebiscitos. Del 4.5 por ciento conseguido en 2009, el partido consiguió “robar” votos a los partidos tradicionales en casi todos los distritos. Por ello en el partido no ven estos resultados como una derrota.

Una partidaria de Nueva Democracia argumentó su voto de la siguiente manera: “Se trata de un voto lógico. Si Europa dice que lo mejor para el país es nueva Democracia, se le tendrá que apoyar”. Horas después esta misma mujer festejó en Zappeio a un lado del Parlamento, mientras los simpatizantes de Syriza se concentraron en Propulaia, a un lado de la Biblioteca Nacional, lugar emblemático para las manifestaciones, pues también ellos tenían motivos de celebración, sobre todo si se toma en cuenta que hace apenas unos meses tenían sólo 4 por ciento de las preferencias, y en esta jornada alcanzaron 27 por ciento. Lo que prevalece en el ambiente político es la incertidumbre.

No debe soslayarse el papel desempeñado en la elección de ayer en Grecia por el insistente mensaje que se ha convertido en propaganda; acerca de una inminente catástrofe en caso de que Syriza obtuviera un caudal de sufragios que le permitiese formar gobierno y enfrentar las medidas recesivas impuestas a la nación helénica. Las apocalípticas amenazas formuladas por la UE al electorado griego constituyen una suerte de chantaje y ayudaron a configurar un inequívoco voto del miedo. (La Jornada, política, p.p. 6 - 23, 18 de Junio, 2012).

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