jueves, 19 de julio de 2012

La batalla electoral tonta & sucia

Internacional
El enfoque no ha sido el control de armas y la violencia
La batalla electoral tonta & sucia
Por: Carlos Damián 3 de Julio, 2012
La batalla es entre el presidente y los republicanos
México. - La operación Rápido & Furioso no sólo es un escándalo más, en el que los agentes estadounidenses autorizan el ingreso de unas dos mil armas de alto calibre a México, ahora resulta, en medio de una año electoral, y tiene que ver más con una pugna política entre los partidos Republicano (conservador) y Demócrata al cual pertenece el presidente Barak Obama. En resumidas cuentas ahora es un arma política disfrazada que se está usando para ganar votos y tratar de bajar votos al presidente en su reelección. La Cámara de Representantes que está bajo control republicano, se ha programado un voto de desacato contra el procurador general Eric Holder.

En este contexto político si se lleva a cabo sería la primera vez en la historia que la cámara haga eso con el abogado en jefe del gobierno federal. A él lo acusan de no haber cooperado plenamente en entregar toda la documentación oficial sobre el manejo de la fallida Operación Rápido & Furioso. Al aumentar la andanada de proyectiles contra el abogado en jefe de Obama, el presidente empleó su poder para declarar que esos documentos están protegidos por el llamado “privilegio ejecutivo” y por lo tanto no pueden ser entregados.

La frontera del sur
El incremento de la seguridad que ha practicado EE. UU. En su frontera sur en los años recientes se basa mas en asuntos político-electorales que en la existencia real de amenazas a la integridad del país, sostuvieron Maureen Meyer, de la oficina de Washington para América Latina (WOLA; por sus siglas en inglés); Gretchen Kuhnerm del Instituto de las mujeres en la Migración (Imumi), y José María Ramos, del Colegio de la Frontera Norte (Colef). Durante la presentación del informe ‘Políticas de Seguridad y migración en la frontera México-Estados Unidos’. Indicaron que el blindaje en la zona fronteriza, a través de la utilización de tecnología y del incremento de elementos de la patrulla fronteriza y de la guardia nacional, entre otras acciones, tiene como principal motivo “atraer a votantes e incentivar la cultura del miedo”, indicó Meyer.

La integrante no gubernamental WOLA detalló que mientras en 1992 había desplegados en la frontera “menos de 4 mil” agentes de la Patrulla Fronteriza, ahora son alrededor de 19 mil. En cuanto a la presencia de militares miembros de la guardia nacional expuso que estos elementos, que no intervienen en las detenciones de migrantes indocumentados, es “constante”. Pero sobre todo la presencia en el área de más agentes “lleva a más abusos” porque algunos de ellos no tienen la capacitación adecuada, pues son ex soldados desempleados y ven esta actividad como una forma de allegarse recursos. Consideraron que la cooperación existente entre ambos países en materia de seguridad continuará independientemente de quien sea el candidato que triunfe en las elecciones, pero sí plantearon que la Iniciativa Mérida debe “replantearse”, porque “no ha sido efectiva”.

También expusieron que a pesar de la violencia en México, en Ciudad Juárez, no se está transmitiendo esta situación de inseguridad al otro lado de la frontera, mientras que ”la urbe mexicana es la más peligrosa del mundo” con 282.7 homicidios por cada 100 mil habitantes en El Paso, TX, la tasa fue de 0.8.

La historia fallida
La investigación legislativa sobre la operación que duró de 2009 a 2011, se inició hace un año, encabezado por el representante republicano Darrel Issa y su correligionario el senador Charles Grassley. El escándalo detonó cuando un agente de la agencia Federal de aduanas y Control fronterizo Brian Terry murió en una balacera en Arizona, en diciembre de 2010, y se encontraron dos rifles AK-47 comprados bajo supervisión de la operación. Fue en ese momento cuando Obama ordenó una investigación interna dentro del Departamento de Justicia. Esta operación binacional tenía como propósito permitir la compra y transporte de armas de tiendas en Arizona con el propósito de rastrearlas y así llegar a los jefes del crimen organizado mexicano, se realizó, según oficiales de su país, sin aval de las autoridades mexicanas.

De las dos mil armas, los agentes estadounidenses perdieron la vista más de mil 700. Esta operación, sin embargo no fue la primera de este tipo: dos operaciones parecidas se realizaron durante la presidencia de George W. Bush y de hecho ésta formaba parte de un proyecto de seguridad pública iniciado en su gobierno anterior. Pero sí se destacó por el número de detalles que la convirtieron en un fracaso, llegando a tal nivel que Kenneth Melson, director en funciones de la agencia encargada, la Oficina de Alcohol, Tabaco y Armas (ATF), renunció a su cargo en 2011. En esta operación los republicanos vieron un regalo político y tiene una operación: mal diseñada bajo el mando de una agencia que odian –la ATF- por ser encargada de aplicar las leyes de por sí débiles para el control de armas. Al añadir que de acuerdo a la ultraderecha que violan el derecho sagrado de adquirir, portar y usar armas de fuego en EE. UU.

Jugada riesgosa
La jugada de los republicanos tiene sus riesgos y podría reforzar la imagen del gobierno de Obama, lo cuál a distancia del evento que podríamos llamar “sucia y tonta” se ha convertido en otro suceso político que posiblemente levante la imagen de Barack Obama en las votaciones presidenciales. (La Jornada, mundo, p.p. 33, 25 de Junio, 2012).

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