viernes, 27 de julio de 2012

La imposición del dinosauro

Nacional
Las elecciones mexicanas
La imposición del dinosauro
Por: Carlos Damián 11 de Julio, 2012
La sucia elección de una débil democracia
México. - Un tonto de capirote es el que cree que la situación va a mejorar se equivoca completamente. No falta mucho para que nos demos cuenta que no ha cambiado nada, y sólo el nombre del ejecutivo va a cambiar. Los poderes fácticos que gobiernan esta nación atrás de la silla presidencial han impuesto finalmente al candidato idóneo que habían soñado para la labor que han dispuesto para millones de mexicanos. Los mexicanos reflexivos, críticos y despiertos han encontrado la guerra sucia, compra de encuestas, votos y voluntades, con sumas de dinero invertido del PRI que rebasaban los topes del IFE en una incipiente democracia débil y sin alternativas. El IFE es un organismo burocrático sin personalidad, débil y sin capacidad para imponer su autoridad, lo que en suma el poder fáctico deseaba encontrar con un sofisticado y gradual mecanismo de imposición de resultados prefabricados.

Que algún sector de la ciudadanía hayan visto a Enrique Peña Nieto (EPN) como un galán de telenovela, y de un príncipe tricolor que desposa a una “humilde” actriz cuyos hijos de revelan luego contra el “prole” (proletariado) donde proceden, es muy grave, despreciativo y triste. Sin embargo es un final feliz de un guión que diseñaron los productores de esta telenovela política. Al reflexionar que EPN nos vaya a gobernar con apenas el apoyo de 18 millones de electores de un universo de 80 millones con derecho a votar, nos habla de los escasos y míseros consensos y el magro margen que no dudamos será suplido con creces con una intensiva represión, ya que el estado está en libertad de reprimir como tesis del estado mexicano. De acuerdo con esta tesis que nadie se atreva a disentir, cuestionar y manifestarse aduciendo la libertad de expresión, y democracia a este pequeño sector gobernante.

Las reformas del estado
Pero más allá del aspecto formal, la alocución del abanderado del tricolor desnuda sus pretensiones de encabezar un gobierno volcado a la profundización de las llamadas reformas estructurales que vienen siendo aplicadas desde hace cinco sexenios: apertura del mercado interno, adelgazamiento del Estado, liquidación de las estrategias de bienestar social y de subsidios a la economía popular, privatización masiva de bienes públicos, transferencia de los fondos de jubilación de los trabajadores a las corporaciones financieras privadas, políticas de contención salarial y de hostigamiento oficial a los sindicatos independientes, desregulación indiscriminada y aplicación de criterios fiscales que exoneran de la mayor parte de sus obligaciones a los grandes capitales y se encarnizan con los causantes activos.

En el momento presente, el candidato presidencial favorecido por las tendencias oficiales anunció su pretensión de centrarse en las reformas hacendaria, laboral, energética y de seguridad social. De considerarse y concretarse la anunciada victoria en las urnas de EPN, el grupo gobernante deberá tomar en cuenta no sólo a la parte de la ciudadanía que considera inaceptable tal victoria por los métodos inequitativos y oscuros puestos en práctica para lograrla y que se, moviliza por su esclarecimiento, sino también al sector social que se ha opuesto en forma sistemática a la orientación política y económica de las recientes administraciones federales y a la aplicación local del llamado consenso de Washington.

Al cierre de las elecciones mexicanas
El sector social y la ciudadanía que se han opuesto sistemáticamente en los intentos de privatizar y destrozar a las unidades de bienestar social de acuerdo a la orientación neoliberal, y hace cuatro años se mostró como mayoritario logrando detener el intento oficialista de privatizar los sectores más redituables de la industria petrolera nacional, de la aeronáutica nacional, y del sector eléctrico más rentable. En suma incluso si se confirman los datos proporcionados por los conteos rápidos del IFE, se determina la validez de la elección y se oficializa la victoria electoral de EPN, sería un grave error de éste y de su equipo creer que los sufragios obtenidos el pasado domingo equivalen a un mandato para continuar y ahondar reformas anti-populares y lesivas para el interés nacional. Si la convocatoria del abanderado priísta a “deponer diferencias y ocuparse de construir a favor de México”, es algo más que mera retórica, deberá abstenerse de revivir elementos de división y discordia como las citadas modificaciones al marco legal vigente.

El caso de Vicente Fox (VF) apoyando a EPN lo tuvo en cuenta el presidente de la Cámara de Diputados, Oscar Martín Velarde, que solicitó al Comité Ejecutivo Nacional del PAN la expulsión de VF por su alta traición al brincarse al bando contrario, ya que él pertenece al PAN, pero lo más probable es que jamás se lleve a cabo el proceso. Roberto Gil Zuarth, ex coordinador de la campaña de Josefina Vázquez Mota, dice que “para nosotros, VF ya está fuera del partido, él mismo se fue con otro partido y es absolutamente innecesario un pronunciamiento institucional o un proceso para confirmar lo que él mismo decidió”. Esto nos indica la generosidad, y el temor que tienen de que el gritón de Guanajuato revele detalles del fraude electoral de hace seis años, y otros referentes de su administración federal que pueden hacer daño a Calderón.

Con pésima circunstancia de tiempo el secretario de economía Bruno Ferrarí abre la boca en tiempo de veda electoral, sólo para decir, “al día de hoy el pago de intereses que hacemos es de 5 mil 403 millones de dólares, es para pagar aquellos malos manejos que se hicieron para enriquecer a políticos ladrones y ejemplos abundan, como en la administración de López Portillo, o en la gestión de Carlos Salinas, son su propio hermano, y el caso Conasupo”. Sin embargo se le ha olvidado que Felipe Calderón está heredando a México la deuda pública más alta de la historia. Por lo que violó el principio de imparcialidad dispuesto en el artículo 134 de la Constitución Política Mexicana. (La Jornada, mundo, p.p. 4-31, 25 de Junio, 2012).

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