martes, 3 de agosto de 2010

La extinción de LFC

Nacional
La regla es la opacidad del gobierno federal
La extinción de LFC
Por: Carlos Damián 21 de Junio, 2009
La fibra óptica construida en la gran ciudad es un jugoso negocio
México. – Señálese el gran inventario de mentiras relativo a la transparencia y la rendición de cuentas del “presidente del empleo”, que en un dolor de muelas se le ocurrió terminar con una compañía propiedad del estado, dejar en la calle a 44 mil trabajadores de la Compañía de Luz y Fuerza del Centro (CLFC) y culparlos por su acción al lincharlos en la prensa, la radio y la televisión con una gran publicidad costosa que tenemos que soportar los mexicanos día y noche, conociendo los mexicanos la meta de esta gran mentira, pero el “presidente del empleo”, Felipe Calderón, nos niega la real información de tan brillante idea.
Sin embargo en lugar de ser claro en su rendición de cuentas ante los ciudadanos al transparentar su decisión de documentar con lógica, coherencia y congruencia frente a la sociedad que aún lamenta tal desempleo en vísperas de navidad, observamos con tristeza que con dolo y mala fe trata de ocultar la información mediante la Secretaría de Gobernación, informó a la mesa directiva de la Cámara de Diputados su determinación de salvaguardar los documentos que días atrás solicitó al grupo plural de legisladores encargados de analizar y proponer la viabilidad de una controversia constitucional o la acción de inconstitucional, según corresponda, ante el decreto de extinción de LFC.
La terminación de una gran compañía de luz El argumento de Gobernación señala que la Secretaría de Energía se amparó en el artículo 13 de la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública, por el cual se niega la información. En su artículo 13, nos dice: “como información reservada podrá clasificarse aquella cuya difusión pueda comprometer la seguridad nacional, la seguridad pública o la defensa nacional; menoscabar la conducción de las negociaciones o bien, de las relaciones internacionales, incluida aquella información que otros estados u organismos internacionales entreguen con carácter de confidencial al Estado mexicano; dañar la estabilidad financiera, económica o monetaria del país; poner en riesgo la vida, la seguridad o la salud de cualquier persona, o causar un serio perjuicio a las actividades de verificación del cumplimiento de las leyes, prevención o persecución de los delitos, la impartición de la justicia, la recaudación de las contribuciones, las operaciones de control migratorio, las estrategias procesales en procesos judiciales o administrativos mientras las resoluciones no causen estado”. La pregunta es en, ¿cuál argumento cabe la negativa del “presidente del empleo”?
En sus argumentos claros para la sociedad olvida informar que; cinco de los abajo firmantes del decreto de extinción del 11 de octubre de 09, son: Agustín Carstens, (SHCP); Ernesto Cordero (Sedeso); Georgina Kessel (Energía); Gerardo Ruiz Mateos (Economía); y Salvador Vega (Función Pública), formaban parte de la Junta de gobierno de Luz y Fuerza del Centro, tomaban las decisiones, marcaban la pauta, y que por lo mismo son los responsables (junto con los directores de la CFE, miembro de la citada junta y de LFC) de la situación financiera y operativa de la empresa. La pregunta es, ¿por qué los cinco funcionarios responsables de la situación financiera de la empresa LFC no han sido despedidos?, tal vez ¿por qué cada uno conoce el gran negocio de fibra óptica que fue tendida con dinero de la dependencia pública y se dará en concesión a relevantes panistas industriales?
La estructura tarifaria de energía eléctrica La estructura de tarifa eléctrica diseñada por el gobierno federal, atendiendo a su política económica, otorgando subsidios explícitos (60 por ciento se destinaba al sector industrial y sólo 22 por ciento a los usuarios domésticos) no contemplando la situación financiera de LFC. En sus política equivocadas para quebrar a la gran compañía LFC era determinar el precio del kilovatio - hora comprado a la CFE otra compañía del gobierno federal que produce electricidad y el precio de venta al usuario. De 1995 a 2005, el precio de compra a la CFE se incrementó 4.5 veces, mientras el precio de venta al usuario lo hizo cuatro veces, lo que se tradujo en una dinámica perversa: a mayores ventas, mayores pérdidas. Son estas perversas y maliciosas medidas las directamente responsables si vemos, la nula capacidad de crecimiento que desde 1960 se inició una dependencia absoluta de la CFE en la compra de energía, hasta alcanzar en 2008 el 96.4 por ciento que distribuye en su zona.
La empresa W L Comunicaciones no sólo tiene la autorización para operar, sino que antes de hacerlo ya obtuvo “descuentos anticipados de las tarifas de uso de la red”, ya que iba a pagar en principio un promedio de 170 pesos por poste de conexión pero sorpresivamente “logró un convenio adicional” y ahora sólo pagará 50 pesos este servicio. Esta red de fibra óptica cuyo tendido es de más de mil 100 kilómetros con dinero de los ciudadanos se va a regalar a connotados panistas y en continua expansión con autorización de generación de electricidad a multinacionales españolas, y LFC no se oponía a la modernidad, sino al despojo del patrimonio del pueblo de México. (La Jornada, economía, p. 28, 26 de octubre, 2009).

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