El sueño mexicano

Nacional
El país independiente es maravilloso y la gente se llama Alicia
El sueño mexicano
Por: Carlos Damián 30 de Junio, 2009
Los mexicanos debemos hablar bien del país y cerrar los ojos al desempleo
México. – Sorprendente y eficaz ha sido la táctica de la clase política en el poder para borrar todo aquello que la haga peligrar. Podemos verlos escondidos en la defensa de los ingresos populares, frente a los aumentos a los impuestos y la aplicación de mayores impuestos que los mismos políticos aprobaron. En este embate contra la ciudadanía como coartada mediática para borrar toda posibilidad de beneficiar a los derechos de los ciudadanos, se realizó en la Comisión permanente del Congreso de la Unión por los partidos en el poder y los pilló como paquete completo el tópico de la reforma política y la economía.
Los mexicanos no debemos hablar mal de nuestro país, - el presidente dice – porque tenemos en claro que las estrategias para convertir a México en un país de avanzada se planearon cuidadosamente en estos primeros tres años de la gestión de Felipe Calderón. En esa ilusión que tuve con los ojos abiertos, producto de los vapores industriales en que las empresas acogieron a los vendedores ambulantes y otras personas, pudieron acogerse a una visionaria estrategia gubernamental que generó una ayuda y sin burocracia a las pequeñas y medianas empresas, que con una actitud inteligente incorporaron las tecnologías más adelantadas para generar productos con valor agregado altamente competitivo.
Nuestros productos comenzaron a inundar mercados internacionales donde comenzaron a desplazar a los productos de manufactura china, dando a nuestro país un superávit comercial aumentando por ende nuestro producto interno bruto. Las empresas comienzan a tener trabajadores con todos los derechos laborales: con seguro social, con infonavit, con las vacaciones en algún parador extranjero y extendiéndose en 30 días, en dos períodos al año. Las empresas que subcontrataban a los trabajadores para otra empresa o banco desaparecen. Nuestras pensiones son respetadas siendo otra vez dependientes del estado, no se perderán nuestras jubilaciones al no tener movimiento porque fuimos a trabajar a Estados Unidos. Nuestros ahorros al depositarse en los Bancos al no moverse debido a que los pensionados no los necesitan y los podemos dejar como beneficio para las viudas y nuestros hijos enfermos, se van a respetar y el estado nos crea un fondo para nuestra familia.
Entre la ilusión y la realidad Debido a la demanda de las empresas por trabajadores, la seguridad y la criminalidad bajaron; el narcotráfico y la violencia disminuyeron, los secuestros desaparecieron por obra de ensalmo y la calidad de vida aumento de manera inusitada. El peso se fortaleció y México se colocó entre los primeros diez países en competitividad. El artículo 22 que combatía y condenaba a muerte a: secuestradores, parricidas, violadores, traidores a la patria y asaltantes. Se vuelve a poner de actualidad y en orden para condenar y desaparecer a toda esta lacra de la sociedad. Los estados votan por la mejor opción y eligen la muerte de estos criminales. De esta manera las cárceles comienzan a vaciarse, dejan los centros de readaptación ser los grandes hoteles y el estado se hace cargo de ellos al ser los presos independientes económicamente.
En virtud del aumento de empleo los mexicanos dejaron de lado la maldición del rio bravo; los ilegales a Estados Unidos disminuyeron drásticamente quedando con sus esposas que eran trabajadoras domésticas, en chef de alta cocina, reduciendo por ende el 32.6 por ciento de la PEA a sólo 2.0 por ciento de ambulantes y trabajadoras domésticas. La supuesta guerra de baja intensidad en la frontera norte desapareció junto con la criminalización del migrante ilegal en Estados Unidos. Los gringos tuvieron que aceptar la migración de haitianos, asiáticos y ex - presos cubanos. Se prohibieron las tarjetas de crédito y sólo eran vigentes las tarjetas de débito.
La quinta república se hace presente Debido a una reforma del estado, que redujo drásticamente el control corrupto e ineficiente de los partidos políticos, se logró desvanecer a los eternos vividores de la política mexicana y sustituirlos por ciudadanos respetables e interesados en el futuro del país. Asimismo se logró desaparecer el financiamiento hacia los partidos políticos, los insultantes sueldos de la Suprema Corte de Justicia, las entelequias políticas se terminaron, se redujeron drásticamente los ingresos insultantes que tenían los políticos y se otorgaron sueldos respetables. Al desaparecer los vapores industriales me desperté con un dolor de cabeza y con náuseas, esperando que esta pesadilla se hiciera realidad. México espera. (La Jornada, opinión, p. 16, 12 de Enero, 2010)