sábado, 7 de agosto de 2010

El hecho político

Nacional
El hecho político en sí no existe sino que cualquier hecho puede ser político
El hecho político
Por: Carlos Damián Junio 16, 2008
The Iron Wall: Israel and the Arab World: Avi Shlaim
México.- Georges Burdeau politólogo francés escribió un ensayo acerca del efecto mágico de la política sobre la realidad, la cual se transforma a la luz de la lucha por el poder y la influencia. En consecuencia, sostiene que el hecho político en sí no existe, sino que cualquier hecho, tema, acontecimiento, accidente de la naturaleza tiene el potencial de tornarse político si es visto como un asunto de interés público.
Algo similar podemos ver en los años de hegemonía del PRI, cuando las elecciones eran en buena medida marginales a la lucha por el poder que se libraba en el interior del partido, los comicios no eran un hecho político; sólo la competencia real por el voto entre diferentes partidos les devolvió su calidad original.
El efecto mágico de la política En el seno de la opinión pública apareció una teoría según la cual la epidemia de influenza era una fabricación del gobierno, cuyo objetivo era sembrar la psicosis del miedo para manipular las próximas elecciones del mes de julio; otros sostenían que la fuente de esos rumores eran las compañías farmacéuticas trasnacionales, que habían ideado un plan de negocios porque sus antivirales estaban cercanos a la caducidad y había que venderlos de inmediato.
Este tipo de versiones parecen una actualización de las campañas de rumores a las que eran afectos los empresarios de Monterrey en los años 70. A propósito de una campaña de vacunación de poliomielitis, circuló aceleradamente por toda la ciudad el rumor de que la política de planificación familiar del gobierno federal, incluía vacunas que esterilizaban a los niños y que se aplicaban disfrazadas de vacunas contara el sarampión y la polio. Aterrados los padres de familia rechazaron las vacunas que distribuía la Secretaría de Salud, y miles de niños no fueron vacunados. Cuatro o cinco años después, en la ciudad de monterrey, se registraron brotes de polio y sarampión que se creían erradicados.
Maquiavelo habla de los acontecimientos fortuitos que alteran las condiciones en la que el Príncipe ha tomado sus decisiones o planeado su gobierno, y eso no lo decide nadie. La influenza puede ser una fortuna o una desgracia pero es un hecho político y pueden sacar partido el gobierno o los partidos; pero el desenlace es menos una cuestión de suerte que de capacidad. (Proceso, 14 de mayo 2009)
Benedicto XVI en tierra santa Desde el seminario de Cracovia, Karol Wojtyla colabora con la resistencia polaca anti nazi y en las afueras de Munich el adolescente Joseph Ratzinger sirve como ayudante de artillería del ejército alemán. Lejos de Europa en la colonia británica de palestina, dos jóvenes judíos, Shimon Peres (1923) y Ariel Sharon (1928), luchan contra ingleses y árabes en las filas de la organización paramilitar sionista de Haganá.
Sharon, autor intelectual de Sabra y Chatila (diezmadas por las falanges cristianas libanesas, 1982), llegó a ser primer ministro de Israel (2001-06) y Peres, actual presidente del estado sionista, desempeñó igual cargo en dos ocasiones (1984-86 y 1995-96). Mientras Ratzinger (Benedicto XVI), enemigo declarado de la “teología de la liberación”, ocupó el trono de San Pedro a la muerte de Wojtyla (Juan Pablo II, 1978-2005). A grandes rasgos son los perfiles de cuatro hombres que se entrecruzaron sus ideales religiosos y modificaron el panorama político del siglo XX.

Los judíos asesinos de Dios según los vicarios de Cristo Paulo VI se convirtió en 1964 en el primer prelado romano que visitó Jerusalén. Omitía toda referencia al término de Israel porque aún no se reconocía al estado sionista. El deicidio el Concilio Vaticano II repudió en 1965. Ambos estados formalizaron sus relaciones en 1993. Al iniciar el segunda intifada palestina, en septiembre 2000, Juan Pablo II visitó Jerusalén, con el propósito de contener la insolencia provocadora de Sharon cuando lideraba el Likud, partido de derecha de Israel. En abierto desafío a Naciones Unidas Sharon se paseaba por los recintos religiosos islámicos, enfocándose por la partición de Palestina: la neutralidad de Jerusalén (1947).
La ironía El historiador israelí Avi Shlaim nos narra que durante la guerra de 1967, el general Shlomo Goren, rabino jefe del ejército israelí, le propuso al general Uzi Narkis acabar “de una vez por todas” con la mezquita de Omar. En Tel Aviv capital de Israel regaló al pontífice una pequeña partícula de silicio y en la cual inscribieron las 300 mil palabras de la Torah. Frente a la maraña política de Israel, Palestina y el Medio Oriente se escucha un chiste en las Naciones Unidas, donde el representante palestino dijo:
“Antes de empezar a hablar quiero contarles algo sobre Moisés. Cuando golpeó la roca y sacó el agua, pensaba: “¡Que buena oportunidad para darme un baño! Moisés se quitó la ropa, la puso al lado de la roca y entró al agua. Cuando salió y quiso vestirse, sus ropas habían desaparecido. Un israelí se las había robado”. El representante de Israel saltó de su banca y gritó furiosamente: “¿De que está usted hablando? ¿Los israelíes no estaban allí entonces? “El representante palestino, sonriente dijo:”Ahora que hemos dejado claro esto, voy a empezar mi discurso”. (Proceso, opinión, p. 18, 13 de abril de 2008).

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