domingo, 12 de septiembre de 2010

Una nación integrante

Nacional
Confirman estrategia al más alto nivel
Una nación integrante
Por: Carlos Damián 9 de Septiembre, 2010
Acusan a los medios de comunicación de criminalizar el movimiento social
México.- Es posible que la actual ofensiva neoliberal (gobierno - empresas) contra los pueblos indígenas de México y América Latina sea una de las más agresivas en la historia. No obstante la escalada sucede en un momento brillante de estos pueblos, cuando han alcanzado niveles de conocimiento muy precisos de su condición, y están en lúcida posesión de su bagaje civilizatorio. Toman en sus manos el destino de sí mismo, y en ocasiones de las naciones que los contienen.

Organizados son enemigos formidables para el poder neoliberal. Contra ellos no bastan las viejas doctrinas contrainsurgentes. Es una “contra-sabiduría” lo que se emprende para detenerlos. Un “viva la muerte”, donde cualquier brutalidad está permitida. Bajo el signo de la rebelión, en menos de dos décadas los indígenas cambiaron el mapa político de Bolivia y Ecuador, y con influencia profunda en las luchas de liberación en el sur de México. El proceso inspiró los despertares históricos de sus hermanos en Chile, Venezuela, Colombia, y ahora Argentina.

No debemos olvidar que México avanza literalmente sólo cuando sus pueblos son determinantes. Cuando callan la vida se atora, se pudre, se entristece. El siglo de la Conquista, las guerras liberales del siglo XIX contra ellos y la dictadura porfirista fueron esta clase de períodos tristes. Máxima expresión de la premisa capitalista úsese –tírese es la trágica derrama de petróleo en el Golfo de México, responsabilidad directa de British Petroleum, Deepwater Horizons y Halliburton, típicos especímenes del mercantilismo criminal en control del mundo. Mientras se vacía en el océano el segundo mayor yacimiento de petróleo del planeta, y amenaza el futuro ambiental de todo un hemisferio sin que los causantes resuelvan su tiradero, éstos ocultan, engañan, se preparan a huir por la puerta de atrás. Revelan lo poco que les importamos.

Están en la mira Amazonia y Lacandonia, las costas del Pacífico, las inmensas cordilleras donde el capitalismo se vislumbra su último El Dorado en Mesoamérica y los Andes. Otras naciones como Ecuador, Venezuela y Perú parecen obligados por los movimientos sociales de los indígenas a comprender que sin sus indígenas no habrá Nación integrada. El más claro mensaje de que sí se puede está en la proeza de los pueblos bolivianos, que avanzan en su autonomía y ponen a prueba la dimensión ética de un gobierno nacional encabezado por indígenas.

La resistencia zapatista, construyendo buen gobierno y cuidando sus territorios, así como las movilizaciones ambientales de gran rango. Como la contra-cumbre climática de Cochabamba, señalan que el planeta amenazado tiene en los pueblos indígenas de América a sus mejores aliados. Los indígenas de América son nuestra última frontera libre. A diferencia de las sociedades “modernas”, los indígenas siempre han sabido proteger, vivir y heredar la tierra.

Resistencia al capitalismo tipo indígena
La brigada nunca maquilló su mirada comprometida y su compromiso social. “Renunciando a hegemonizar y homogeneizar la sociedad, los zapatistas han sabido convertir la resistencia al capitalismo en la escuela de su libertad, a través de la construcción de su autonomía, que se declina en: organización política, salud, educación, agro-ecología, comunicación, lucha por la tierra, territorio, y por los derechos de las mujeres”. Palabras de la Brigada europea de Solidaridad, al concluir su recorrido por los cinco caracoles. Por eso mismo “en conjunto éstas enfrentan agresiones idénticas que no queda más que confirmar la existencia de una estrategia global, elaborada en el más alto nivel del poder político, estrechamente ligado a los intereses de la economía capitalista internacional” para destruir la resistencia.

Añade la visita, “la construcción de un sistema autónomo de salud ha permitido reducir la mortalidad infantil y materna; se da mucha importancia a la recuperación de la medicina tradicional y a la prevención y vacunación”. En el caracol de la realidad opera un hospital general equipado para hacer cirugías, ultrasonido y análisis de laboratorio. La clínica de la mujer Comandanta Ramona, en la Garrucha, es desde 2008 “todo un referente en cuanto a los derechos de las mujeres”.

La mayoría de los medios de comunicación, agregan los brigadistas en su informe final, “contribuyen al intento de aislamiento del movimiento zapatista” al atribuirle “comportamientos delictivos”, y al criminizarlo “se busca aislarlo del apoyo popular. Sumando las maniobras clientelares de los partidos políticos, “disponemos del cuadro completo de una empresa concertada de desestabilización”. Nos une la voluntad y la necesidad de construir a través de nuestras rebeldías ese mundo que ya crece en la práctica, como nos han dado a conocer los más dignos de la tierra”. Más información en www.europa-zapatista.org. (La Jornada, cultura, p. 9a, 14 de junio, 2010).

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