domingo, 12 de septiembre de 2010

Enfermedad de legislador

Nacional
Banana Republic Democracy Syndrome (BRDS)
Enfermedad de legislador
Por: Carlos Damián 30 de Septiembre, 2010
Escenario bananero en el legislativo
México.- De acuerdo a la Constitución en este país los Diputados y Senadores deben ser representantes de las diferentes tendencias ideológicas y los diferentes sectores de la población. La realidad es que sólo a veces se cumple ese mandato Constitucional. Por supuesto que hay algunos legisladores que son gente inteligente y honorable, verdaderos representantes populares fieles a sus ideales, hay algunos que son honestos e inclusive hay algunos que hasta saben leer y escribir.

Sin embargo por alguna razón, los mexicanos que llegan a ese puesto, son casi todos irresponsables, prepotentes, abusivos, déspotas, y fachosos; por lo que se han ganado el repudio y el odio de toda la ciudadanía. En este momento ser Senador o Diputado es menos honroso que ser pianista de burdel, torero, o payasito de semáforo. No le preguntes a un niño si quiere ser Presidente, el te dirá por cultura que no, que quiere ser, como su papá. Ya que el Presidente tiene fama de ser un corrupto, practica la impunidad y es un personaje siniestro.

Este extraño fenómeno de prepotencia, se debe al llamado Banana Republic Democracy Syndrome (BRDS, por sus siglas en inglés), que ha sido estudiado por famosos politólogos, sociólogos y psicólogos de diversas nacionalidades; el cual se gesta al juntar 500 holgazanes, gamberros, guarros, gandayas , arribistas, incultos, rústicos, nacos, complejo de inferioridad, ratoncitos verdes, y feos en el mismo recinto público y de la noche a la mañana se les otorga el arma más peligrosa que puede detentar un ser humano: E-L—P-O-D-E-R .
Dice la teoría médico-científica que éste terrible azote de la humanidad, cae sobre cualquier humano cuando se da cuenta que ha recibido el poder. Los síntomas son inequívocas al entrar el síndrome; si la persona es “leída”, “escribida”, guapa y bienquerida, solo se le ponen los ojos medio bizcos, con un brillo libidinoso, normalmente se vuelve patriota y panista del yunque, empieza a malbaratar las paraestatales, a privatizar y echar a la calle a 44 mil trabajadores pobres.

Sin embargo si la persona es medio primitiva, no ha leído ni un libro completo en toda su vida y nunca lo ha querido nadie más que su perro, los síntomas son terrible y casi letales; se le abotaga la sangre en el cerebro, es apático, apátrida y celebra los 4 de julio para sentirse hombre normal, su ritmo cardíaco aumenta más de un tercio, su autoestima crece siete veces más, su raciocinio disminuye casi a nivel Alzhaimer sus tendencias se maximizan y sus complejos orales y anales emergen a flor de piel.

Si era medio bueno se mimetiza a nivel madre teresa, si era medio malo se vuelve anticristo, si era miope se vuelve fan de George S. Patton y apoya a Alvaro Uribe, si su mama no le dio pecho, se vuelve homofóbico y quiere golpear a los gay y lesbianas, si su mujer lo golpeaba se vuelve un defensor de los fetos y quiere meter a las cárceles a mujeres que han sido violadas y han expulsado el producto sentenciándolas a 50 años de prisión, si siempre ha sido pobre quiere ser neocapitalista y burócrata, si siempre ha sido rico se vuelve benefactor pero de los pobres en Biafra, en Washington, D. C., y enamorado de los reflectores, busca en México la evasión y la elusión de su capital para no pagar impuestos, porque es todo un patriota.

Si el hombre ha sido siempre feo y moreno, pasa de ser un pinche negro a ser poseedor de un elegante bronceado mediterráneo. Si es medio feo se vuelve galán de azotea y azote de las criadas en el Zócalo a las 4:00 PM. Si es aficionado de hueso colorado de la selección mexicana, no deja pasar revista de deportes que no se lea, no se aparta de la televisión en los juegos de la selección, y no deja de jugar en la Magdalena Mixhuca. Ah y tiene un par de piernas tan delgadas que parece que se van a romper con el soplido del viento. Si es católico y tuvo dudas de su creencia, se enferma de una grave enfermedad llamada, “piadoso”, cuando es gobernador regala 90 millones a alguna iglesia en construcción que se llame “los católicos cristeros”.

Esta enfermedad BRDS reacciona sobre todo cuando no hay antecedentes de taras genéticas o sociales; en general todos estos Legisladores tienen algo en común, han sido niños maltratados que se comían los mocos mientras vendían chicles en el Metropolitano, adolescentes orejones, con muchos espinillas, maridos engañados, empleados sojuzgados por un jefe chaparro y rústico, con pinta de fracasado saliendo de un tianguis. Lo que impulsa al BRDS es que un buen día, algún político amigo de ellos, se le ocurre que pueden ser fácilmente elegibles, manipulables y los hace nombrar en el partido de su compadre candidato a la cámara de diputados o senadores.

También supongamos que por azar, ganan la elección – de 500 posibilidades- y ahora tienen un puesto importante y ganando una fortuna por mes, ya que ganaban tres mil al mes y ahora ganan 50 mil pesos. Se sienten iluminados y hablan hasta por los poros, la gente al verlos con buen carro, y viviendo en las Lomas comienzan a tomarlos en cuenta, escuchan lo que dicen aunque sea una estupidez, sin importar que sean feos, prietos, malolientes y fachosos. De tal suerte que al sufrir una transformación de sapos a hombres; se convierten en triunfadores, simpáticos, bilingües, ricos, expertos en derecho y hasta guapos.

Al abundar en esta transformación, esta enfermedad desconocida en países europeos, estos sapos besados por el diablo se vuelven legisladores elegidos en las cámaras alta y baja. Estos 500 legisladores se vuelven humanos que crean, proponen y aprueban leyes; estas leyes al fin son incongruentes , incoherentes con la realidad, llenas de estupideces pareciera que las hacen en papel sanitario de los excusados, que ni el más avezado Doctor en Derecho puede descifrar, están en código. (El empresario, año 4, No. 34, p. 14, agosto 2010).

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