La SME y el patrón sustituto

Nacional
La barbarie de la administración federal
La SME y el patrón sustituto
Por: Carlos Damián 24 de Agosto, 2010
Líder del sindicato de electricistas de LFC pide apoyo al APPO
México.- En este lugar casi siempre se va la luz y amenazas a la CFE de que los vas a demandar en PROFECO por las altas y bajas del voltaje entregándoles comunicados y hasta la fecha sigue igual. Nada más ves como viene un aguacero a la ciudad, y esperas el corte de electricidad, esperándote como seis horas y a veces las cuchillas de corte no quedan bien y solo quedas con una luz mortecina en tu hogar.

En la tercera etapa de liquidación para los trabajadores de la extinta Luz y Fuerza del Centro (LFC) han aceptado su finiquito pagado bajo la figura de “retiro voluntario”, apenas 466 empleados, de casi 17 mil que permanecen en resistencia. De una plantilla original de 44 mil han cobrado hasta el momento esta modalidad de “despido” 28 mil 947 personas, esto es, alrededor de 63 por ciento del total de trabajadores del extinto por decreto presidencial del 11 de octubre pasado.

En tanto hay mas de 30 mil demandas por despido injustificado que se desahogan en la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje (JFCA); en este grupo se encuentran liquidados y no liquidados, aunque hasta el momento no se han celebrado las audiencias para resolver el fondo de estas demandas las cuales fueron promovidas por el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), así como por diversos despachos y abogados en particular.

Mientras transcurre la mesa de diálogo del SME con el gobierno federal se analiza en la dirección general de Registro de Asociaciones, dependiente de la Secretaría de Trabajo (ST), la toma de nota –reconocimiento oficial del gobierno- de Martín Esparza y los otros 25 dirigentes que integran el comité central del sindicato. El secretario del exterior del SME, Fernando Amezcua convocó al movimiento social a respaldar a su gremio, solicitando a la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO) adherirse a la movilización, “para restablecer nuestros derechos laborales”.

El patrón sustituto y la barbarie federal
Después que se celebró el convenio entre el nuevo secretario de gobernación (SG) y el SME, en virtud del cual los electricistas levantaron su huelga de hambre en el Zócalo de la Ciudad de México, el golpeador -Javier Lozano- de la Secretaría del Trabajo anduvo haciendo lo único que sabe hacer: bravuconear y simular que el decide todo lo que tenga que ver con el conflicto. En las negociaciones, en las que sólo es un mirón testimonial, según sus palabras, se analizará “la reinserción a miles de trabajadores que no cobraron su liquidación y de un esquema laboral que no implica contratación colectiva ni sustitución patronal”. Nada de patrón sustituto, es su lema corriente.

Ni para que ocuparse de semejante bocaza que sólo sabe proferir amenazas. Debería saber que el asunto del patrón sustituto todavía está en litigio, aunque los trabajadores electricistas poco pueden esperar de una JFCA tan golpeadora y tan injusta con sus demandantes. Ya se ha visto hasta la saciedad que “extinguir” un organismo descentralizado como LFC mediante un decreto presidencial fue violatorio de la Constitución Política Mexicana (CPM) que dispone que ese acto corresponde sólo al Congreso de la Unión, pues debe disponerse mediante una ley del Legislativo y mediante un decreto del Ejecutivo. La Corte (SCJN), abyectamente desestimó tal alegato.

En suma es que todo el asunto se ha manejado como si se tratara de una compañía privada y no un ente paraestatal, sin atender al hecho de que se está decidiendo sobre bienes que pertenecen a la nación y no a privados. De hecho aquí se puede ver con toda claridad que no hay ni siquiera necesidad de recurrir a la figura de patrón sustituto, pues sólo se trata, tanto en el caso del sustituido como en el sustituto, de entes que tienen que ver con un servicio cuyos bienes son de la nación. En todo caso habría una sustitución de organismos descentralizados. Pero ese es sólo un aspecto del problema.

El principal aspecto es que se viola la CPM en su artículo 123, que instituye el sistema de relaciones obrero-patronales al anular arbitrariamente, sirviéndose para ello de un decreto a todas luces anticonstitucional de extinción de un organismo publico, el contrato colectivo de trabajo de los electricistas, protegido por el 123. Fue un acto de verdadera barbarie anular los derechos de3 44 mil trabajadores protegidos por su contrato colectivo de trabajo que, a su vez, está protegido por la ley federal y la CPM, por medio del decreto como si se tratara de una relación individual de trabajo y se pudiera echar a la calle con solo liquidar al trabajador. Se trata de un caso de injusticia tan flagrante que la sociedad no debe dejarlo pasar, y llegado el caso castigarlo ejemplarmente. (La Jornada, política, p. 14, 8 de agosto, 2010).