domingo, 12 de septiembre de 2010

Brasil

Nacional
Disputa hegemónica en cono sur
Brasil
Por: Carlos Damián 5 de Septiembre, 2010
Liderazgo y soberanía
México .- Al asumir la presidencia pro tempore del Mercado Común del Sur (Mercosur) en San Juan Argentina, el presidente de Brasil, Luis Inácio Lula da Silva, señaló que Sudamérica es un ejemplo “de cómo el mundo puede vivir en paz sin armas nucleares, sin guerra, de forma mucho más armónica”, y confió en que durante los seis meses en los que su país estará al frente del organismo la región puede avanzar en la construcción del bloque en donde “todos seamos amigos”.

Tal aseveración tiene como elemento de contexto insoslayable las tensiones diplomáticas entre Colombia y Venezuela, un punto sobre el que el propio mandatario brasileño abundó al señalar que ambos “países” tienen que entenderse, y hacer una relación de costo-beneficio”; indicó que cuanto más pronto se establezca la armonía entre Caracas y Bogotá., “más van a ganar los pueblos” de ambas naciones, y convocó a un acercamiento entre el mandatario venezolano Hugo Chávez y el presidente electo de Colombia, Juan Manuel Santos, a quién pidió ”ejercer su mandato y negociar para alcanzar la paz”.

Cuando Marco Aurelio García asesor en política externa del presidente de Brasil dijo que “América Latina ha dejado de ser el patio trasero”, no exageraba. Podría haber acotado su afirmación a Sudamérica, siendo así más exacto. “Hemos remodelado la casa así que el patio está muy revaluado”, remató García. Hay una pérdida de poder que percibe Estados Unidos por ello observamos la creciente militarización en la frontera con México y la disposición de bases militares en Colombia y Panamá, así como el ingreso de 43 buques, 200 aeronaves y 7 mil marines a Costa Rica.

En este despliegue de poder tiene que encontrar un enemigo para justificarlo: en México el Sr. Calderón toma como cruzada personal, la guerra del narcotráfico y el combate al sindicalismo independiente; en el cono sur el combate al narcotráfico es insostenible. En Sudamérica los obstáculos a vencer son varios, entre ellos Brasil, Venezuela y Bolivia. Venezuela con el Sr. Chávez lo presentan como un demonio del comunismo –objetivo colateral-, Bolivia como un país indígena que lucha por sus recursos naturales, pero Brasil sería el objetivo principal del imperio del norte.

Los hechos se van encadenando. Desde abril de 2009 China se convirtió en el mayor socio comercial de Brasil, desplazando a Estados Unidos, que ocupaba ese lugar desde la década de 1930. “Una posición que durante siglos anuncia con precisión la irrupción de los grandes liderazgos mundiales”, acota el Laboratorio Europeo de Anticipación Política (Geab No. 43). Además China se convirtió en el primer socio comercial del Mercosur y de Chile, y el segundo de Argentina y Perú.

Hace 100 años, Estados Unidos compraba a Brasil 36 por ciento de sus exportaciones, porcentaje que ha caído por debajo del 10 por ciento. El diario oficial de Pekín recordó que China ingresó a la región por medio de una alianza estratégica con Argentina y Brasil “porque ambos disponen de una dinámica industria nuclear, poderosa industria de aviación y buena infraestructura en telecomunicaciones” (Diario del pueblo, junio 10, 10). Con Brasil las relaciones chinas son más estrechas aún. Algunos aseguran que “han cooperado en tecnología militar secreta para misiles balísticos y comunicaciones avanzadas”, como parte del proyecto brasileño de desarrollo de su industria de misiles.

Los estrategas del país de las barras y las estrellas saben de sobra que el único país latinoamericano que puede significarles un problema en algún momento es Brasil. Es el único que tiene una proyección global, y regional. Cuenta con el séptimo parque industrial del mundo, con un complejo militar-industrial importante y mucho dinero para invertir. Tiene sobre todo, estrategia propia. Muestra de ello es la Estrategia Nacional de Defensa aprobada dos años atrás.

Samuel Pinheiro Gimaraes, titular de la secretaría de Asuntos Estratégicos de la presidencia, acepta que las multinacionales (Petrobrás, Vale, Odebercht ...) están “asumiendo una importancia cada vez mayor en cada estado vecino”, y propone un Plan Marshal para “estimular y financiar la transformación de los países vecinos”. La América del Sur excluye automáticamente al imperio del norte, los países sudamericanos al crecer sienten que pueden responder a su soberanía nacional. La hegemonía de Estados Unidos en Sudamérica esta desvaneciéndose poco a poco y con sus invasiones en el mundo ha despreciado al continente Americano. Es más ni siquiera pueden garantizar que Colombia y Venezuela resuelvan su conflicto en la OEA y debe aceptar la intervención de Unasur. Con su poderío militar e intervención política solo está retrasando el proceso natural de los países de América del Sur. (La Jornada, opinión, p. 20, 13 de agosto, 2010).

No hay comentarios:

Publicar un comentario