domingo, 26 de agosto de 2012

El mito urbano de la mejor educación

Nacional
La educación europea
El mito urbano de la mejor educación
Por: Carlos Damián 15 de Julio, 2012
La utopía de un pedagogo iluminado
México. - Además a los jóvenes se les otorga conductas inherentes a su tiempo, ser independientes, decididos, emprendedores, y sobre todo competitivos. Asimismo, estadísticas publicadas por organismos internacionales como la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), subrayan la disminución del analfabetismo y la baja deserción escolar en las últimas décadas.

Tal circunstancia se refleja en un aumento de la juventud que desea seguir estudios universitarios y de postgrado, lo cual abre un abanico de oportunidades para los jóvenes, ávidos de incorporarse al mundo laboral. Cada vez son más los chicos que culminan con buen éxito sus ciclos escolares. A excepción de Europa, en América Latina, África, y Asia son los continentes que han ido a la zaga en educación, salvo algunos casos excepcionales las universidades diversifican su oferta educacional al ver como van en aumento los estudiantes que obtienen sus certificados de estudios. Esta afluencia extraordinaria ha producido una revolución educativa en todos los sentidos, generando mayores exigencias en un orden global y obligan a los jóvenes en general ha redoblar sus esfuerzos y estudios.

La tesis de una juventud mejor educada
La tesis de una juventud más preparada y dotada para enfrentarse al mundo real se considera incuestionable. Hoy un joven de 15 años, se dice sabe más física que Isaac Newton y más filosofía que Aristóteles, tal vez pero en términos absolutos, el conocimiento avanza y es acumulativo. Pero se duda que tengan la misma capacidad de razonamiento. Lamentablemente estas afirmaciones, extendidas en determinados ambientes son una caricatura que distorsiona la realidad. Mirar con este lente ambiental supone construir una imagen llena de aberraciones. Tener acceso a Internet, gozar de teléfono Smartphone, Facebook, y ser activo en las redes sociales, se supone que es un estudiante bien preparado.

Esta es la creencia generalizada pero no creemos que la juventud que goza de estos bonos modernos sea una juventud mejor formada que sus antecesoras, aunque hay que respetar las distancias del tiempo, la época a que nos referimos tiene sus bemoles, sus especificaciones, no está mejor preparada, ni es la más tonta, ni la más inteligente por situarse globalmente. Incluso si nos apuramos el nivel de ignorancia funcional, y el nivel de analfabetismo funcional de los actuales profesionistas, de los licenciados, de los ingenieros, de los doctores en cualquier disciplina es cuando menos alarmante.

En una reciente encuesta realizada en la Facultad de biología de la Universidad Complutense, 76.8 por ciento de estudiantes de cuarto y quinto curso reconocieron no haber leído a Charles Darwin. Y por experiencia, los futuros graduados en ciencias políticas y sociología no conocen a Mills, Sorokin, Adorno, Aron, Marcuse o Popper, ni pensar en la lectura de los clásicos, a lo más resúmenes de Marx, Weber o Durkheim. Desconocen corrientes y escuelas de pensamiento. No saben citar bibliografía o situar países en el mapa. Los errores ortográficos y gramaticales son mayúsculos. Lo dicho, sin deseo de molestar, es extensible a todas las áreas del conocimiento humano.

Áreas de competencias básicas
En matemáticas, a diferencia de los demás países, las niñas responden casi tan bien como los niños. Otra característica notable es que en Finlandia el impacto de las diferencias sociales sobre los resultado de los alumnos es el más bajo. De manera muy significativa, la cuarta parte más desfavorecida de la población de alumnos en términos socioeconómicos se sitúa, sobre la media de los países de la OCDE. La proporción de alumnos que obtuvieron bajos resultados en matemáticas es mucho menor en este país que en cualquier otra parte (6 por ciento contra un 21 de la media de países de la OCDE). El hecho deriva de la gran de la gran confianza que los alumnos tienen en sí mismos, en sus competencias y en su potencial de aprendizaje: el nivel de ansiedad relacionado con el aprendizaje de matemáticas aparece claramente más bajo que en los otros países.

En nuestro país existe una polémica educativa que se ha puesto sobre la mesa de discusión: debemos atender primero a los alumnos o tal vez sean los conocimientos que debemos atender primero. Con estas preguntas en nuestra mesa, el estado-nación eligió primero a los alumnos, pero incluso un profundo análisis de las necesidades de los alumnos se observa que está detrás del gran éxito del sistema educativo. La idea de que un alumno bien desarrollado, competitivo, puede desplegar sus potencialidades y sus competencias más fácilmente adquirirá los conocimientos básicos. No se trata de la utopía de un pedagogo iluminado es solo la idea que orienta la acción de todos. El Estado, las municipalidades, los directores de establecimientos, los profesores… Finlandia respeta los conocimientos adquiridos, pero aún respeta más a los individuos que están en proceso de enseñanza. (La Jornada, mundo, p. 22, 14 de Julio, 2012).

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