viernes, 22 de junio de 2012

El Vaticano

Nacional
Paolo Gabriele, desató el escándalo
El Vaticano
Por: Carlos Damián 11 de Junio, 2012
La Iglesia Católica debe “recuperar la confianza en los fieles”
México. - En lo que va de este año, como en un museo europeo se sacude el polvo la más antigua institución religiosa de Occidente, el Vaticano se ha visto cimbrado por filtraciones de documentos confidenciales que hacen referencia a asuntos tan sórdidos como corrupción y malversación de fondos o complots para envenenar al actual pontífice. Como resultado de tales escándalos, la semana antepasada fue destituido Ettore Gotti Tedeschi (EGT), hasta entonces presidente del Instituto para las Obras de la Religión (IOR), conocido popularmente como “El Banco Vaticano”; el mayordomo de Benedicto XVI, Paolo Gabriele (PG), se encuentra detenido como sospechoso de haber filtrado los documentos.

En este contexto la posición política del cardenal Tarcisio Bertone, secretario de estado del Vaticano, se ha visto severamente debilitada de cara a la sucesión de Joseph Ratzinger, en tanto cunden rumores sobre una eventual renuncia del pontífice, de 85 años, a su cargo. El mayordomo de Benedicto XVI, PG de 46 años fue acusado formalmente el sábado (26/6/12), de robar documentos confidenciales del Papa, quien no hizo referencia al escándalo o la detención durante sus dos apariciones publicas de este domingo (27/6/12), hechos que según sus ayudantes lo dejó “dolido y entristecido”.

El mayordomo del Papa de los dientes afilados
Este personaje es conocido como Paoleto, Gabriele actualmente se encuentra en una celda de seguridad de cuatro por cuatro en un cuartel de la Gendarmería Vaticana. Allí ha pasado las últimas cuatro noches, dedicando gran parte de su tiempo a la oración. Un libro publicado hace una semana en Italia contiene numerosos documentos confidenciales del Papa, que ilustran muchos debates internos, por ejemplo, la situación fiscal de la Iglesia o los escándalos de los legionarios de Cristo. El escándalo está vinculado con la filtración de una serie de documentos a los medios italianos en enero y febrero pasados, incluidas cartas personales dirigidas al Papa.

Entre los documentos filtrados figuran cartas escritas por un arzobispo que fue trasladado a Washington después de denuncias sobre una red de corrupción, un informe que manchó la imagen de varios cardenales, y textos que revelan presuntos conflictos en el Banco del Vaticano. El cardenal Maria Martini, ex arzobispo de Milán y en algún momento candidato a convertirse en Papa, parecía hablar por muchos cuando dijo que el escándalo debía impulsar a la Iglesia a “recuperar urgentemente la confianza de los fieles”. El mayordomo es sospechosos de filtrar documentos de “alta sensibilidad”, algunos de los cuales tiene que ver con acusaciones de nepotismo y corrupción en contratos del Vaticano con empresas italianas.

La lucha por el poder
En las postrimerías de la gestión papal podemos entrever que las filtraciones son una enconada disputa por el poder ante la próxima sucesión pontificia, para la cual el candidato más fuerte parece ser Bertone, impulsado por el Papa actual; por otra parte es claro que la milenaria opacidad de los asuntos católicos en el Vaticano, el sofocante autoritarismo, así como el inocultable alejamiento de Benedicto XVI de las realidades sociales contemporáneas, han confluido en una crisis de consecuencias inciertas para el Vaticano.

De repente los asuntos palaciegos de Roma parecen experimentar una regresión a la sordidez que caracterizó al Vaticano en sus períodos históricos más turbios, como el Saeculum obscurum o también llamada esta era pornocracia, que transcurrió en el siglo X, o cuando las familias Borgia y Medici se alternaron en el trono de San Pedro (siglos XV y XVI), en los que la intriga palaciega era la manera habitual de implantar y destruir pontificados. Pero tal vez esta regresión es aparente y la máxima cúpula del catolicismo no ha actualizado en siglos sus lógicas institucionales ni sus mecanismos de formación de autoridad, simplemente en este siglo se ha dedicado a aplicar en forma decorosa el aparentemente añoso tronco del árbol podrido.

El árbol podrido
Sin embargo pocos al interior de la Iglesia creen que Gabriele, un hombre tímido y privado, actuó sólo y algunos dicen que pudo ser un peón involuntario en una lucha de poder en el Vaticano. Algunos dicen que el silencio que en la historia parece tener el periódico L’Osservatore Romano se ha vuelto un instrumento en una lucha de poder que implica aliados y enemigos del ”primer ministro” del Vaticano, el cardenal Tarcisio Bertone. Las estructuras básicas del poder vaticano constituyen un anacronismo que entra en conflicto, obligadamente con una ética contemporánea dominada por los valores de la democracia, la pluralidad, la diversidad, la tolerancia y la rendición de cuentas , entre otros. En esta circunstancia el papado resulta, en el contexto del siglo XXI, un reducto del Medievo que es campo fértil para las conjuras soterradas, los rumores malintencionados y los golpes palaciegos.

La crisis actual marcada por un goteo de documentos confidenciales hacia la opinión pública, con una percepción de caos y descontrol, muestra la acuciante necesidad de modernización y actualización que experimenta el Vaticano, no sólo en sus mecanismo de acceso al poder, de sucesión y de resolución de conflictos, sino en lo que hace a las concepciones teológicas y pastorales anacrónicas, arbitrarias, misóginas y reaccionarias cuya persistencia se ha traducido en una grave pérdida de feligresías en el curso de décadas recientes. (La Jornada, política, p. 2, 4 de Junio, 2012). 8. Paco Ignacio Taibo II: Tlaltelolco 2012
http://www.youtube.com/watch?v=nwiukXw5vUk&feature=related

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