GUANTÁNAMO EN MÉXICO

Nacional
Un modelo a seguir en Estados Unidos: Sempra Energy
GUANTÁNAMO EN MÉXICO
Por: Carlos Damián 9 de Junio de 2011
Baja California es el sótano de máquinas de Estados Unidos
México. - Al arribo de la empresa Sempra Energy al estado de Baja California en México responde a una estrategia para abastecer de gas y energía al suroeste de Estados Unidos de América desde México. La demanda de gas natural en Estados Unidos se pronostica que llegue a 30 billones de pies cúbicos para 2015, comparada con 22.8 billones de pies cúbicos para el 2000. En este proyecto de abastecer a Estados Unidos de gas natural, se produjeron una serie de confabulaciones de alto nivel tanto en las esferas políticas de México como en Estados Unidos.

El tópico energético es un tema que por su propio peso y dimensión pesa en las relaciones bilaterales donde se discuten públicamente sus repercusiones. Sin embargo en México de manera oculta, tras telones se han utilizado distintos marcos teóricos ocultos de las leyes mexicanas utilizando interpretaciones a modo y en forma convenenciera, un grupo de funcionarios estatales y federales han permitido que esa estrategia funcionara y Baja California pasará a convertirse en el “sótano de maquinas”, instalando en territorio nacional una regasificadora y plantas de generación de energía eléctrica, donde el destino final de los productos es el país de las barras y las estrellas.

El sótano de máquinas
Permeados por la ambición de ganancias fáciles de coyotes del gas y la energía, los directivos de la trasnacional de Sempra Energy (SE) se han rodeado de la codicia de funcionarios y litigantes mexicanos, de tal manera que atropellan y destrozan todo con tal de hacer valer sus voluntades, haciendo socios a sus contrapartes mexicanas, y contratando sus servicios para la instalación del lucrativo negocio del gas y la energía.

Algunos apellidos de destacados políticos suenan en el anecdotario popular quedando marcados por sus relaciones con la trasnacional citada. Se citan algunos como: Luis Téllez y Carlos Sacristán, familiares del ex gobernador Eugenio Elorduy, ex funcionarios federales. Otros trabajan directamente al servicio de la trasnacional: Antonio Lozano Gracia, ex procurador federal, defensor de SE y Fernando Lerdo de Tejada, vocero de Ernesto Zedillo, realiza trabajos de cabildeo para SE.

La Baja California es Guantánamo
En esta entrega virtual de un pedazo de México han estado involucrados varios funcionarios sin patria. Se han convertido en “oficialía de partes” las dependencias federales y estatales que de alguna manera han tenido contacto con SE. En estas múltiples violaciones a la ley destacan la participación de Luis Téllez, que como titular de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes otorgó permiso para la construcción de un puerto a la trasnacional en el municipio de Ensenada.

Este lugar donde la infamia ha tomado cuerpo, es un lugar donde la Comisión de legisladores invitados a revisar las instalaciones constató que no existe ningún control fiscal, aduanero y de carácter migratorio. En reciprocidad por los servicios que ha hecho para SE Luis Téllez es directivo de la trasnacional. En Estados Unidos los principales organismos tanto federales como estatales para la importación de gas natural licuado (GNL) son: los departamentos de Energía, Transporte, Defensa e Interior.

La Comisión Federal Reguladora de Energía (FERC), la Administración Marítima, el Cuerpo de Ingenieros del Ejército, la Guardia Costera, la Administración de Seguridad y Salud Ocupacional, la Agencia de Protección Ambiental y la Oficina de Seguridad de Tuberías, que hacen cumplir las normas de seguridad en la materia, incluyendo las instalaciones de transferencia marina. Debe cumplirse además con regulaciones específicas como la ley de Seguridad, la Ley de Gas Natural y la Ley Federal de Gestión de Zonas Costeras.

En California se requiere la aprobación de la Comisión Costera de la Bahía de San Francisco y de la Comisión de Conservación y Desarrollo, que son responsables de la concesión de esta certificación. La Comisión costera tendrá que revisar los planes para la instalación de GNL. Así un servicio de terminal de GNL y la tubería asociada no podrán construirse en la zona costera si son dañinos para el ambiente. Hay extremos cuidados y regulaciones especiales en relación a los buques de gran envergadura.

Por ejemplo en Boston, Estados Unidos, la guardia costera exige una zona de movimiento de 2 millas alrededor de cada buque metanero, debido a la precaución acerca del enorme potencial destructivo que pueda tener la explosión debido al GNL. Las instalaciones de los buques gaseros por ende se convierten en armas explosivas de gran alcance destructivo, convirtiéndose en blanco de ataque terrorista. En este contexto SE le es cómodo trasladar sus riesgos y destrucción a territorio nacional con la complicidad de apátridas funcionarios mexicanos.
La Subcomisión del Congreso Federal encargada de investigar las irregularidades el proceso de instalación de la regasificadora Costa Azul situada en el litoral de la Ensenada de Baja California. Los diputados federales, advierten que resultó incompleta la documentación proporcionada por Costa Azul, la Semarnap, el gobierno estatal de Baja California y el gobierno municipal de Ensenada. La autorización inicial emitida por la Semarnat SGPA-DGIRA-DIA-788/03 incluyó la autorización de uso de suelo de forestal a uso industrial, que de acuerdo con los representantes de Sempra la actividad es solo de servicios.
La subcomisión de legisladores federales detectó diversas inconsistencias en el procedimiento para emitir la resolución SGPA/DGIRA/DDT/0503/03, mediante la cual se autorizaron modificaciones al proyecto original. Particularmente en los plazos para rendir declaración. En la autorización en materia de impacto ambiental para la ampliación del proyecto (promovida en 2006) se detectaron diversas inconsistencias en el procedimiento de consulta pública. En general se advierten que en el procedimiento para que la Comisión Nacional Reguladora otorgue el título de permiso, se encontraron diversas irregularidades, que establecen títulos y condiciones.

En este proyecto trasnacional se instala un puerto estadounidense en Baja California donde las normas mexicanas son letras muertas, para que la clase política mexicana se cubra de gloria encubierta por la modernidad, cobijando esta entrega de Baja California, soberanía y activos a Estados Unidos. (La Jornada, política, p. 23, 3 de Junio, 2011).