jueves, 28 de julio de 2011

El maíz criollo

Nacional
El conocimiento indígena
El maíz criollo
Por: Carlos Damián 19 de Julio, 2011
Las semillas criollas en América
México.- El descubrimiento de América, y la conquista de estas tierras americanas por españoles, constituyen un encuentro entre dos civilizaciones que habían permanecido, uno con respecto a la otra en la obscuridad. Estas culturas estaban presentes sólo en la imaginación de los hombres del siglo XVI. También podríamos considerar esta yuxtaposición de culturas no sólo como un encuentro sino un choque cultural, sanitario y biológico, ya que por azares del destino se realizó el contacto de dos formas distintas de ver el mundo que nos rodea.

Los habitantes de América tenían una trayectoria igual de antigua pero menos rica en saberes de la guerra tecnológica, pero la encontramos con conocimientos importantes y propios en varios campos del conocimiento, pero estaban dotados de una visión particular sobre el universo, guiando asimismo a estos pobladores en la construcción de una manera particular sus saberes.

Los criollos y el maíz
Sobre el legado de nuestros abuelos acerca del conocimiento de las semillas de maíz, base de nuestra alimentación a diferencia de europea es el trigo, en nuestro continente encontramos protestas y denuncias de los ciudadanos contra las patentes y “derechos de obtentor” que en forma elegante así se denomina el “robo de semillas de maíz”, en México. Encontrando como se promueve en las leyes estatales de “Fomento y protección del maíz criollo”, aprobándose esta torpeza en Michoacán y Tlaxcala, y posteriormente lo encontraremos en Oaxaca.

Mientras se nos presenta esta “criminalización de sembrar y producir semillas” como una forma tecnológica de tener más leyes avanzadas para la sociedad humana pero en realidad es la forma del estado para privatizar semillas y sacarlas de la circulación en la agricultura, y del alimento humano. Esta campaña mediatizadora es para monopolizar las semillas lo cual hacen las compañías trasnacionales, para tener en sus activos la llave de las redes alimentarias.

El artículo primero, define “obtentor” a quien descubre una nueva variedad. Las variedades de cultivo son, fruto del trabajo humano; no existen variedades de cultivo que hayan surgido por sí solas. Por lo tanto. Quien las “descubra” está en realidad teniendo acceso a una obra ajena. Registrarla como propia aunque sea una compañía trasnacional, equivale a un robo. (www.biodiversidadla.org).
Patrimonio alimentario del maíz criollo En México las patentes sobre el maíz, son promovidas paradójicamente por las trasnacionales dueñas de semillas, transgénicos y por leyes nacionales de semillas. Encontramos que en los estados estas leyes son mal llamadas de “Fomento y protección del maíz criollo como patrimonio alimentario”. En México el patrimonio cultural de nuestros ancestros es el maíz y curiosamente en México es denominado maíz criollo, como si al llamarlo de esta manera el maíz es extranjero y no originario de México.

En este contexto las autoridades abren nuevos espacios para intervenir en la vida autónoma de los campesinos y agricultores, estableciendo la instauración de registros de variedades campesinas de semillas y directorios de productores, logrando controlar a las asociaciones de agricultores en connivencia con las trasnacionales, las normativas y reglas de producción. Criminalizando así el libre intercambio y las normas tradicionales campesinas de cuidar y producir semillas. Aunque sus promotores nos presentan como un logro en la defensa de los transgénicos, son en realidad canales para aprobar transgénicos a nivel estatal. Tal argumento es frágil y tendencioso. (La Jornada, economía, p. 15, 16 de Julio, 2011).

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