miércoles, 6 de julio de 2011

ES INÚTIL CAMBIAR LA ESTRATEGIA DE VIOLENCIA DEL GOBIERNO

Nacional
El llamado a terminar la guerra de baja intensidad
ES INÚTIL CAMBIAR LA ESTRATEGIA DE VIOLENCIA DEL GOBIERNO
Por: Carlos Damián 5 de Junio de 2011
El Sr. Presidente insiste en su estrategia y no escucha al pueblo
México. - Las Organizaciones civiles defensoras de los derechos humanos (ONG) consideraron que el informe de la Comisión Global de Políticas sobre Drogas, “con fundamentos, estudios e informes, concluyen que la guerra ha fracasado porque sólo se enfoca a estrategias bélicas, militarización, erradicación de cultivos y enfrentar a los capos, pero nunca ha abordado el fenómeno como un tema de salud pública”. Ramírez, Presidenta de la AMDH, sostiene: “Es importante este informe, porque es una postura de personas heterogéneas”.

Una parte importante de los integrantes de esa comisión global es conservadora y de derecha, y han concluido que la política impuesta por Estados Unidos ha fracasado. Calderón debería despenalizar el consumo de mariguana, peyote y otras drogas verdes que se han dedicado por años los indígenas americanos ha consumirla dentro de sus fiestas pagano –religiosas. El presidente hace una apología (shot) del consumo de tequila entre jóvenes para quitarse la gripa, no es lo mismo la mariguana para la sociedad indígena mexicana, así como el consumo de hojas de coca en el cono sur.

Eduardo Gallo, de ‘México contra la delincuencia’ y del movimiento que impulsa Javier Sicilia, resalta: “Coincidimos, el principal error en muchos gobiernos empujados por Estados Unidos es creer que gracias a las armas van a ganar la lucha contra el crimen organizado, pero es evidente su fracaso, y los gobernantes deben ver que el gobierno estadounidense es movido por una economía de guerra. Ellos asesoran y venden las armas e imponen las estrategias a seguir”. Para el caso de México, resaltó, “ha habido un crecimiento exorbitante en el gasto militar: las Secretarías de Gobernación, de Defensa Nacional, de Marina, de Seguridad Pública Federal (SSP), y la Procuraduría Federal de la República (PGR) se han gastado 650 millones de pesos en cinco años”.

Pablo Romo de Serapaz, manifestó que “no se equivoquen los expertos al decir que la estrategia es equivocada, que ha fracasado. Para combatir el crimen organizado se requiere inteligencia, menos brutalidad y seguir la ruta del dinero, porque son sumas importantes del producto interno bruto las que obtienen los criminales por ese comercio”. Romo subraya: “A estas alturas de la contienda vemos difícil que Calderón quiera realizar modificaciones a su estrategia de guerra, no puede dar marcha atrás, Sedena, y la SSP no están dispuestas a retroceder, pues cómo explicar a las viudas de policías, militares que estuvieron equivocados en su lucha de cinco años”. Jorge Hernández Tinajero, del Colectivo por una Política Integral hacia las drogas, considera: en esta guerra el presidente Calderón no va a modificar su estrategia, “no quiere escuchar, están acorralados en el gobierno”.

Javier Sicilia recibe el premio Global Exchange de derechos humanos
En San Francisco California, premio Global Exchange de derechos humanos, el poeta Sicilia señaló que para lograr cambios democráticos que detengan la violencia deseada por el combate gubernamental al comercio ilegal de drogas, es necesaria la participación de la sociedad estadounidense ante las políticas de su gobierno. “Su responsabilidad en los crímenes y la injusticia que vivimos en México es absoluta.” En Estados Unidos con “su consumo de drogas, su apoyo irrestricto a una guerra que no se atreve a tener dentro de su territorio, su industria armamentista que nos está asesinando” (…) los ciudadanos de este país americano, “serán cómplices de crímenes de lesa humanidad”.

El saldo de esta guerra son: 40 mil muertos y 10 mil desaparecidos, extraviando su vocación de cuidar la seguridad de esta gran nación, el 2 por ciento de los crímenes son resueltos, hechos que son convertidos en cifras y expedientes abandonados. Este “país del holocausto” es base de una “estúpida política bilateral”. De acuerdo a Sicilia las “causas de este horror” son resultado, “de una guerra absurda, del largo pudrimiento de las instituciones de México y de la insensibilidad de política de Estados Unidos, que para mal evitar su consumo de droga”, instalaron una guerra que no ha disminuido el tráfico ni el consumo. “y nos está costando miles de muertos y desaparecidos”.

En este lapsus, Estados Unidos “tiene legalizada una industria peor que la droga: la armamentista, que arma tanto a las fuerzas del Estado mexicano como a las del crimen organizado”. Mientras, “coludidos”, bancos e instituciones tanto estadounidenses como mexicanas “lavan dinero”. Debido a estos hechos los ciudadanos mexicanos “vivimos en la miseria y el terror”. Estas argumentaciones en que descansa la guerra de baja intensidad contra los carteles mexicanas están equivocadas: “Por un lado, la droga no es un asunto de criminalidad, sino de salud pública. Por otra parte, la ley de seguridad nacional está basada en la violencia y comandada por instituciones, cooptadas y corrompidas y ajenas al servicio de la nación. Este pensamiento unilateral y particular sólo puede perpetuar la criminalidad y el horror.

México no sólo está destruido en sus instituciones, sino en su tejido social, y una buena ley de seguridad nacional debe tomar en cuenta esos factores. Añadió en su intervención, que recibía la presea en nombre de todas las víctimas de la actual violencia, entre ellas su hijo Juan Francisco, “como un gesto de amor y solidaridad de su pueblo hermano que puede ayudarnos mucho en este largo y doloroso camino que los mexicanos hemos emprendido por la paz, el consuelo y la justicia. México y Estados Unidos deben preferir el esfuerzo de la razón a la política del poder y la guerra. Hay que elegir hoy entre hacer cosas humildes y eficaces o aceptar el crimen y la imbecilidad como regla de vida. Me parece que no es difícil hacer la elección”. (La Jornada, política, p. 12-15, 3 de Junio, 2011).

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