miércoles, 30 de mayo de 2012

Sin Diplomacia

Internacional
El imperio español padece de abstinencia
Sin Diplomacia
Por: Carlos Damián 24 de Abril, 2012
Una sobredosis de dolor
México. - La eurozona no puede continuar y la región europea debe hacer distinto lo que ha venido haciendo hasta ahora. Debe avanzar hacia una mayor integración económica, fiscal y política siguiendo una ruta compatible con la recuperación a corto plazo del crecimiento, la productividad y la competitividad, la capacidad de financiamiento, la vuelta atrás del endeudamiento insostenible de la actualidad, y la reducción del déficit externo y fiscal crónico.

Se piensa que España podría ser la próxima economía de Europa – después de Grecia- derribada por la mala gestión alemana de la crisis de la zona euro. El ‘frau doctor Merkel’ y sus aliados creen que un país puede pagar sus deudas mediante la asfixia del crecimiento económico; pero la talla única de ropa prescrita para todos, está a la vista de que no funciona. A pesar de las engañosas grandes cantidades de inyecciones de liquidez por el Banco Central Europeo (BCE), los países de la zona euro se encaminan hacia la recesión; el desempleo está aumentando y las previsiones de los déficits fiscales están empeorando. Los mercados de bonos están nerviosos con España e Italia, tercera y cuarta economías de la eurozona.

España se aproxima al 25 por ciento de desempleo con 52.8 para los varones menores de 25 años, y 57.9 por ciento para las mujeres. España vio caer su PIB de 3.7 por ciento en 2009 a 0.1 por ciento en 2010, al 0.7 para 2011, y diversas instituciones empiezan a prever una caída a -2.0 Para 2012. Hasta hace unos dos meses muchos europeos aseguraban que la crisis europea y española en particular se batía en retirada y que la resaca era cosa del pasado. Los préstamos a la banca por 489 mil millones de euros, el primero y 535 mil millones de euros, el segundo, serían suficientes para frenar la caída e impulsar la economía de la zona. Pero inyectado esa gran cantidad de dinero la eurozona sigue en las mismas condiciones: no hay forma de crecer ni de pagar. Probablemente es debido a que si no se puede crecer, no se puede pagar.

Frente a este panorama desolador ‘madame Lagarde’ ha insistido en la necesidad de que España realice “esfuerzos significativos” para hacer frente a sus problemas fiscales, y ha subrayado que las “importantes medidas” tomadas por Europa han permitido una “cierta mejora” en el clima económico, aunque ha advertido que la situación sigue siendo “frágil” y que el mayor riesgo al que se enfrentan es que las tensiones financieras y soberanas regresen con “renovada fuerza en Europa”. Lo anterior se circunscribe en una recesión económica de 2 por ciento. Mariano Rajoy ha formulado presupuestos muy austeros, ha anunciado reformas para “ahorrar” en sanidad y educación teniendo en marcha su reforma financiera, pero nadie le cree.

Los bancos españoles han evaporado las cascadas de euros por BCE
El entredicho entre el gobierno argentino y la empresa Repsol-YPF ha desencadenado una virulenta reacción del gobierno conservador español. Las amenazas que se lleva el viento son un oportuno recordatorio de que, lamentablemente, las peores tradiciones del colonialismo español siguen vivas y regurgitan cada vez que sienten que alguna de sus antiguas colonias se apartan del curso de acción fijada por la antigua metrópoli. La violencia verbal desatada en estos días se inscribe en el sórdido panorama que presenta la España actual atribulada por una profunda crisis económica y por el gran retroceso experimentado en materia de derechos ciudadanos y libertades públicas.

Mariano Rajoy, hizo pública su intención de generar iniciativas coercitivas así podrá perseguir a las personas que constituyan en su delirio, calificándolo el gobierno español como “grupos radicales anti-sistema” involucrados en nuevas formas de “guerrilla urbana”. En el contexto de represión política y social, esto es un brutal ajuste neoliberal impulsado por el Partido Popular con un proyecto al que sólo le preocupa salvaguardar los intereses del capital, no el bienestar del pueblo español.

El argumento con pies de lodo de estos enardecidos voceros de empresas españolas es que cualquier agresión a Repsol sería un ataque a España, y por lo tanto a los españoles. Es una trampa infantil que nadie se traga. El pleito es con la burguesía española que explota y desangra a los pueblos cualquiera que sea su ideología y su nacionalidad. Se supone que los actuales españoles no son esa pandilla de saqueadores españoles coloniales que cometieron el gran genocidio americano amparado por la maléfica alianza entre la cruz y la espada. Tampoco son esos especialistas en vaciar empresas sin invertir ni un quinto y en arrancar pingües ganancias como lo han hecho por Latinoamérica y el Caribe.

España no es esa corona nauseabunda y parasitaria, hundida en una ciénaga de escándalos que la “prensa seria” de la península se encarga de disimular. Para los mexicanos España es la de Federico García Lorca, Rafael Alberti, las pinturas de Pablo Picasso, la música de Manuel de Falla y Pablo Casals, del filósofo Adolfo Sánchez Vázquez, José Gaos, Eugenio Imaz, la buena labor de los republicanos exiliados en México, y otros de agradable memoria. Estos energúmenos tardíos sobrevivientes de la conjura medieval, representan con sus groseras expresiones los perros guardianes de los filibusteros de traje y corbata que siembran miseria dentro y fuera de España. (La Jornada, política, p. 22, 17 de Abril, 2012)

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