Independencia energética

Nacional
Expropiación soberana de la Casa Rosada
Independencia energética
Por: Carlos Damián 17 de Abril, 2012
Calderón: Censura a Buenos Aires
México. - La historia del petróleo en Argentina tiene como puntual a Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF) empresa fundada en 1922 y privatizada en 1992, que la presidenta Cristina Kirchner busca recuperar con un proyecto de ley para controlar 51 por ciento de las acciones. La lógica repercusión del anunciado presidencial sobre el nacimiento de una nueva YPF puso en segundo plano el concepto político fundamental del proyecto de ley que establece como objetivo prioritario del país el logro del auto abastecimiento de hidrocarburos con el objetivo de garantizar el desarrollo económico del país.

Cuando se crea YPF en 1922 Argentina no contaba con una ley de hidrocarburos y el objetivo fundamental entonces fue tener una herramienta para defender el recurso petrolero de la avidez de las grandes empresas extranjeras y evitar el monopolio en la comercialización de combustibles. En 1923, Mosconi define un plan estratégico para la empresa con tres objetivos fundamentales: 1) hacer de YPF una empresa integrada con producción, destilación, transporte, almacenamiento y distribución; 2) actuar como regulador de mercado, bajando los precios a niveles convenientes a los intereses nacionales, arrastrando en ese movimiento a las empresas privadas; 3) lograr el auto abastecimiento. Este último punto fue el gran fracaso de Mosconi y marcó la historia del petróleo en Buenos Aires, donde en sólo en breves períodos este objetivo fue cumplido.

La independencia de América Latina
La sangre ibérica forma parte de la sangre mexicana y argentina. No sólo desde la época de la Colonia, sino también a través de las fuertes corrientes inmigratorias de fines del siglo XIX y la primera mitad del siglo XX. A pesar de esta realidad, la infausta década de los 90 dejó su mala herencia la ruptura parcial, quizá sólo transitoria de estos lazos de hermandad. No sólo por el comportamiento de los connacionales que, siguiendo la receta de los organismos financieros internacionales, profundizaron el ciclo de apertura, desregulación y privatizaciones iniciado a mediados de los 70, sino también a la soberbia y displicencia neocolonialista de los capitales españoles. La impostura no se limitó a los gestos de nuevos ricos en tierra arrasada, sino que se manifestó en los números de la economía.

El capital español vació firmas emblemáticas como Aerolíneas Argentinas, y como quedó plasmado en las importaciones de combustibles de 2011, fue uno de los principales beneficiarios, no el único del saqueo del subsuelo. No se trató sólo de una determinada fase del capitalismo local, sino que la ex empresa española tuvo un comportamiento diferente al resto de las operadoras. La caída de las reservas de Repsol-YPF superó por lejos a la media del mercado. Su lógica de acción estuvo íntimamente ligada a su conducción por el capital financiero.

Sin embargo, en aquel entonces el mundo contaba con grande reservas de petróleo, y por lo tanto, la búsqueda del autoabastecimiento tenía el objetivo económico, debido al déficit importante en la balanza de pagos. Ese fue el escenario de los noventa, donde se implementaron en nuestra región las políticas de reforma del Estado y de integración energética impulsadas por Estados Unidos. Se consideraba que el petróleo era un commodity y no tenía valor estratégico. Hacia finales del siglo pasado comienza un nuevo escenario generado por el ingreso de India y China a la civilización industrial y porque los recursos petroleros convencionales comienzan a dar síntomas de agotamiento.

A diferencia de la antigua YPF donde se acumulaban lentamente las reservas petrolíferas después de la fusión con Repsol, tenemos con la actual Repsol-YPF una extracción predatoria sin que exista la contrapartida de las buenas prácticas de negocio, esas que dicen deben realizarse inversiones de reposición de reservas las cuales nunca existieron, por eso la medida de expropiar el petróleo como reserva estratégica nacional, no fue como consecuencia de la política de precios.

Acto de soberanía del país
Por primera vez en la era del petróleo, la oferta tiene dificultades para satisfacer la demanda. Ante esta situación, la búsqueda del autoabastecimiento trasciende la cuestión económica para instalarse como un objetivo político fundamental. Así lo entienden países desarrollados y países emergentes como India y China, que buscan garantizar su suministro energético a partir de tomar posiciones energéticas geopolíticas agresivas y simultáneamente, buscar acuerdos con los países que tienen más reservas de hidrocarburos. En este contexto, América Latina tiene una situación particular, ya que tiene los recursos para autoabastecerse energéticamente. Por lo tanto, debemos ampliar el concepto de autoabastecimiento al de seguridad energética regional.

El ruido de fondo que hoy se escucha en la península es el mismo que se escuchaba aquí antes de la terrible crisis de 20001-2002: la cantinela de la confianza en los mercados, el clima de negocios y la seguridad jurídica. Tales fueron los tópicos de la recriminación que, con soberbia colonial residual, expresaron con tono amenazante los funcionarios de la actual administración derechista española. Pero se equivocan: la “hostilidad” de la Casa Rosada no es con España, a la que el país lleva en la sangre, sino contra el modo de actuar de una clase capitalista que hoy oprime a su propio pueblo. La decisión de Argentina sólo fue un acto de soberanía y de independencia, mal que le pese a la metrópoli en decadencia. (La Jornada, política, p. 4, 17 de Abril, 2012)