viernes, 11 de mayo de 2012

Los contratos sin licitación

Nacional
Infestada por la corrupción
Los contratos sin licitación
Por: Carlos Damián 12 de Abril, 2012
La corrupción de Pemex
México. - Larga es la historia de corrupción en las subsidiarias de Pemex. Aún cuando el director del paraestatal Juan José Suárez Coppel (JJSC), se comprometió a sanearla, no ha podido acabar con las viejas prácticas de asignar contratos sin licitación que sólo benefician a amigos y compadres de algunos directivos. En Pemex Exploración y Producción (PEP), la situación es similar a la de Pemex Refinación (PR). Ahí la corrupción documentada se remonta al menos a 2004. En julio de ese año, PEP concursó la licitación18575108-030-04, en la que participaron varias compañías, entre ellas Oceanografía, ligada a los hermanos Bribiesca Sahagún, hijos de Martha Sahagún.

En esa ocasión la licitación se declaró desierta. Aún cuando el concurso todavía estaba bajo investigación, en octubre de ese mismo año funcionarios de la paraestatal iniciaron el proceso de adjudicación directa DOCSM-095-040 a Oceanografía. Para mayo de 2005, los funcionarios de Pemex Héctor Leyva Torres, José Guadalupe de la Garza Saldívar y Flaviano Rodríguez Marcial firmaron el contrato con Oceanografía. El monto fue por 676 millones de pesos más otros 27 millones de dólares por el arrendamiento del barco arrendamiento del barco ‘Caballo de Trabajo’, utilizado para la rehabilitación de plataformas marinas, que resultó un fiasco.

Se detectaron fallas en el buque, su grúa se averió, hubo incumplimiento en la prestación de servicios y deficiencia en las obras realizadas El barco tuvo que ser sacado de la Sonda de Campeche para hacerle reparaciones mayores que se prolongaron durante meses. Pese al retardo nada pasó, tampoco se castigó a nadie. El tráfico de influencias por parte de los familiares del entonces presidente Vicente Fox, fue notorio. Ahora se sabe que cobijados por el poder presidencial, los hijos de su consorte exigían que los funcionarios de Pemex Exploración les otorgaran contratos millonarios a Oceanografía, impulsada por los hermanos Manuel y Jorge Bribiesca, así como por Guillermo Sahagún; Juntos se beneficiaron con decenas de contratos en la paraestatal.

Cuando era director de Pemex Raúl Muñoz Leos, el abogado de la paraestatal, Luis Ramírez Corzo, el ahora secretario particular de Calderón, y el director de Pemex Exploración, Carlos Morales Gil, son quienes en la administración federal fueron acusados de violar la Ley de Responsabilidades de los funcionarios públicos. Los anteriores ex funcionarios dentro de Pemex avalaron las irregularidades de los Bribiesca, por ejemplo, la naviera Oceanográfica recibió 9 mil millones de pesos en contratos de obra y servicios. PR a pesar de las campañas y el combate a la corrupción impulsadas por el director JJSC, en Pemex ase mantienen vigentes las prácticas corruptas, sin que se proceda contra los funcionarios denunciados, y siguen saqueando a Pemex.

La secretaría de la Función Pública investiga la asignación de contratos “urgentes”, modelo que se implantó para beneficiar a las empresas particulares. Bajo este esquema también se han incluido contratos para adquirir combustibles como gasolinas, diesel y combustóleo que han inundado el mercado nacional, por ello no se construyen las refinerías que necesita México para desarrollar su propia industria nacional petrolera. Mientras la corrupción sigue sin freno, las refinerías continúan bajando su producción desde hace varios años.

Refinerías sin producir suficiente
Las refinerías de Pemex están trabajando a muy baja velocidad: una serie de paros llevados a cabo supuestamente para realizar trabajos de mantenimiento, y en algunos casos, las adversidades meteorológicas y otros siniestros han impedido que Pemex produzca el combustible necesario para mantener en marcha el país. Para atenuar el desabasto se ha recurrido incluso a millonarias importaciones de combustible que sólo sangran al erario. Esto se lleva con una serie de paros “por mantenimiento” en las refinerías de Pemex –iniciada en mayo y que se prolongará hasta agosto, 2011- ha generado caos en el Sistema Nacional de Refinación (SNR), pues la baja producción de gasolina tuvo que solucionarse con millonarias importaciones de emergencia y maniobras que saturaron las instalaciones a un costo incuantificable.

Pemex afronta el desabasto con importaciones tan caras que en un mes y medio llegaron a sumar un millón 645 mil barriles de gasolina y diesel con un valor estimado de 380 millones de dólares, sin contar los gastos de transportación ni el “mantenimiento correctivo” de las refinerías. Eso habrá que agregar el costo de volver a echar a andar cada planta parada. El caso más grave es el de la Refinería Héctor Lara Sosa, en Cadereyta, Nuevo León, en cuyas plantas combinadas I y II se sus pendió la producción el 10 de mayo. La refinería estuvo totalmente fuera de operación hasta el 28 de ese mes. Aún a finales de junio la planta no había recuperado su capacidad productiva y la operación del poliducto de Brownsville – Cadereyta debió ser alterada pues durante las casi tres semanas de paro hubo suspensiones diarias; al empezar junio se suspendió de manera parcial la importación de gasolina Premium y a mediados de mes se canceló por completo la recepción de esa gasolina para priorizar el abasto de la Magna ultra-baja de azufre.

Los paros de Cadereyta son el principal factor del caos en el SNR, pero no es el único, ya que las refinerías de Ciudad Madero, Salina Cruz, Tula y Salamanca, provocaron un déficit en la disponibilidad de combustibles que se resolvió con la importación de 945 mil barriles de hidrocarburos. Datos de Pemex Refinación indican que el monto de las transferencias de recursos aplicados indican que el monto de las transferencias de recursos aplicados por la Secretaría de Hacienda entre 2006 y 2007 fue de 90 mil 521 millones de pesos por la compra de gasolinas en Estados Unidos. Para 2008, la cifra aumentó a 200 mil millones, en tanto que una refinería tiene un costo de 75 mil millones de pesos y esa inversión sería suficiente para procesar 300 mil barriles diarios, con lo que se evitaría la importación de gasolinas. Sin embargo, la compra de combustible continúa elevándose en el país, y resulta sospechoso el hecho que todas las refinerías de la nación estén en reparación simultáneamente. Un absurdo símil es que comparemos al exportar limones porque somos productores y estemos importando jugo de limones para el país. Pido perdón a mis lectores por el estúpido y absurdo ejemplo usado. (Proceso No. 1810, el expediente del crimen, p.p. 37 - 39, 10 de julio, 2011).

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