miércoles, 30 de mayo de 2012

Energéticos estratégicos

Nacional
El pueblo busca el autoabastecimiento de petróleo
Energéticos estratégicos
Por: Carlos Damián 21 de Abril, 2012
De la fantasía a los hechos
México. - La presidenta de Argentina Cristina Fernández de Kirchner (CFK), declaró que las acciones que se buscan expropiar son exclusivamente las que tiene Repsol-YPF y no las de otros socios privados. Tras ese anuncio, el Ejecutivo de España dijo que interpreta la decisión como “un gesto hostil”. “El gobierno condena con absoluta energía la arbitraria decisión de Argentina de expropiar las acciones de Repsol en YPF”, dijo el ministro español de asuntos exteriores, José Manuel García Margallo.

En Buenos Aires los títulos de Yacimientos Petrolíferos Fiscales de Argentina (YPF), cayeron 43 por ciento antes de ser cancelada su operatoria. “La suma de todos los males por una estatización se consumaron y esto cambia rotundamente la tendencia de la acción”, dijo Marcelo Paccione, analista de Consult Capital Sociedad de Bolsa. La capitalización total actual de YPF es de unos 46 mil 765 millones de pesos, o 10 mil 640 millones de dólares al tipo de cambio oficial, según datos de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires. La firma ha perdido más de 4 mil millones de dólares del valor de mercado en lo que va del año. La ley de expropiación de Argentina prevé, como primera instancia, un acuerdo entre las partes sobre el valor a pagar.

Sin un acuerdo, se avanza a un proceso judicial en el que un magistrado pide a un tribunal que fije el precio de la transacción. Goldman Sachs dijo en un informe que no está claro cuánto pagará el gobierno por el 51 por ciento de YPF y si el resto de sus accionistas estarían dispuestos a continuar como minoritarios. Repsol-YPF tiene 57.4 por ciento de YPF, mientras el Grupo Petersen, el mayor accionista local, perteneciente a la familia Eskenazi, posee 25.4. Al responder la presidenta a las amenazas de España responde: “esta presidenta no va a contestar ninguna amenaza, no va a responder ningún exabrupto, no se va a hacer eco de la falta de respeto ni de frases insolentes, porque represento a los argentinos; soy una jefa de estado, no una ‘patotera’ (matona)”, aseveró CFK.

Los hechos
Hace varios años que la restatización del petróleo figuraba en la fantasía del gobierno y de varios miembros, la presidenta incluida, y un secretario de estado con acceso privilegiado a CFK y antes a Néstor Kirchner. En abril de 2006, el ministro Julio de Vido y una reducida comitiva viajaron a La Paz para negociar el precio del gas boliviano y un gasoducto para el noreste argentino. En ese momento ocupaba el Ministerio de Hidrocarburos Andrés Soliz Rada (ASR), un viejo nacionalista de izquierda a quien un actual funcionario argentino había guarecido en su casa durante la dictadura.

En el mensaje de bienvenida lo que hizo ASR, fue recordar que YPFB, se había fundado en 1936 siguiendo la idea Argentina de YPF. Pero aquella nostálgica YPF comenzada por Hipólito Yrigoyen e impulsada por Marcelo Torcuato de Alvear junto con un ingeniero militar a cargo de la empresa estatal, Enrique Mosconi, ya no existía en 2006. Había sido privatizada, atomizada y provincializada por el gobierno neoliberal de Carlos Menem entre 1990 y 1992. Había quedado bajo control mayoritario en enero de 1999 la sociedad anónima bajo control mayoritario de la española Repsol.

Las fantasías de cochera
En 1939, el presidente Lázaro Cárdenas creó Petróleos Mexicanos, la actual Pemex. Cárdenas también había tratado con Mosconi, que según el investigador y diplomático Carlos Piñeiro Iñíguez fue quien presentó a otro oficial, Juan Domingo Perón, ante el presidente de México. En este contexto cada país ensayó, en los años 30 y después, distintas experiencias con el petróleo, y en este tránsito hubo etapas más estatistas y hasta flexibles frente al capital privado como la que han enfrentado México con Felipe Calderón en Pemex, y Brasil con Getulio Vargas mientras negociaba inversiones siderúrgicas de Estados Unidos en Brasil.

Pero el único país que ha ido más allá de la política neoliberal, rompiendo el molde fue la Argentina, a comienzo del primer gobierno de Carlos Menem y a fines del segundo periodo. Lo hizo vendiendo todo lo que tenía enfrente, como las ventas estatales de los brasileños Fernando Henrique Cardoso, Fernando Collor de Mello, y el mexicano Carlos Salinas de Gortari, que se llevó hasta los cacahuates de la presidencia de la República. Con sus ventas estatales superó a la dictadura de Augusto Pinochet, que reprivatizó parcialmente el cobre nacionalizado por el gobierno (1970-73) del socialista Salvador Allende.

En la mayoría de Sudamérica, con excepción de Chile, hoy no pesan las opiniones que cuestionan el papel del Estado, menos los cuestionamientos agrios que critican como negativo el manejo de los hidrocarburos bajo responsabilidad de gobiernos. En realidad tampoco deberían pesar, honestamente, en Europa occidental. En octubre de 2008, un mes después de la caída de Lehman Brothers, el ministro del tesoro de Gran Bretaña, Alistair Darling anunció que el Estado compraría hasta 60 mil millones de dólares en acciones de cuatro bancos británicos. Es decir, una nacionalización parcial.

El gobierno y Repsol recibieron también el apoyo del principal partido opositor, el Socialista Obrero Español (PSOE), que envió comunicados de solidaridad. No así las fuerzas de izquierda aglutinadas en el Congreso de los Diputados, como Izquierda Plural, que advirtieron que la expropiación “no es un ataque a España, sino a una entidad privada de distintas nacionalidades, por lo que es una vergüenza que el gobierno español haya salido en defensa de la compañía”. “Por tanto es una falacia considerar esta medida económica como un ataque a España”, dijo el diputado, Alberto Garzón. (La Jornada, política, p. 3, 17 de Abril, 2012)http://www.youtube.com/watch?v=kaYcEBCFpJ0&feature=related

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