viernes, 12 de julio de 2013

La reforma política en Brasil

Internacional Ella presenta proyecto de cinco pactos para las “voces de la calle” La reforma política en Brasil Por: Carlos Damián 10 de Julio, 2013 Es tiempo de que el Congreso apruebe la reforma política México. - La presidenta de Brasil Dilma Rousseff (DR), busca dar respuesta a las peticiones de las “voces de la calle”, proponiendo al legislativo un plebiscito para hacer aprobar la convocatoria de una asamblea constituyente con la misión de debatir la reforma política del Estado. El segmento de la oposición en el Congreso reaccionó de forma airada y negativa, con argumentos infantiles diciendo que a la presidenta del país no le toca proponer iniciativas. Aunque desde 1995 ya tienen un legajo completo de proyectos de ley para la propuesta presidencial. Pero como tales iniciativas lesionan sus intereses comerciales y financieros han vetado tales proyectos, dejándolos reposar el sueño de los justos. En otras de sus “propuestas de pacto” presentadas a gobernadores y alcaldes, DR espera que el Congreso apruebe lo más rápido posible el proyecto de ley. Tales propuestas de ley han sido hechas por un senador y DR menciona que pueda transformar en “crimen hediondo” y por lo tanto con puniciones más severas, los “actos de corrupción dolosos” es decir, cometidos intencionalmente, esto debido a que hay casos de funcionarios que han participado de la corrupción endémica del país. La presidenta intenta con estas propuestas integrar de una manera destacada la pauta de reivindicaciones gritadas por las “voces de la calle”. Demuestra además una faceta de político con giro radical, logrando el impacto necesario para dejar claro que su gobierno salió del atónito letargo que aparentaba desde el inicio de la ola de movilizaciones populares que sacude al país. Con esta actitud responde adecuadamente al descargar su responsabilidad sobre los hombros del Congreso la presión de las propuestas que desde hace mucho tiempo son esperadas en silencio, un silencio que ha sido roto y pasó a ser exigido por las calles. Es tiempo de aprobar la reforma política Al anunciar que va a realizar un plebiscito, deja claro que las personas podrán votar por las propuestas, y el pueblo tendrá la oportunidad de representatividad y participación en el proceso político del país. En este proceso toca al Congreso rechazar la iniciativa presidencial, pero su imagen acabará derrumbándose junto a la opinión pública, o en su caso aprobarla. Sin embargo será necesario reformar la Carta Magna, que prohíbe la convocatoria de asambleas constituyentes exclusivas. No es necesario imaginar la sorpresa en los analistas, parlamentarios, aliados y la oposición en la legislatura. El conjunto de partido de oposición ha divulgado un manifiesto con sus propuestas a ser adoptadas por el Congreso para supuestamente atender a las reivindicaciones de las “voces de la calle”. Este gesto de la presidenta ocurre en un momento propicio para el diálogo mostrando una faceta de gestora pública, que abre espacios de diálogo hacia los movimientos populares, y restablece una agenda política que parecía haber sido relegada a las calendas griegas a favor de otra, básicamente tecnócrata, enfocada en la gestión administrativa. Si el anterior presidente Lula Da Silva mantuvo a lo largo de 8 meses de presidente un contacto intenso y permanente con la población, DR prefirió, hasta ahora, hacer un gobierno técnico, cuyo dialogo con la opinión pública se daba a través de intermediarios no siempre hábiles y tal vez no fueran representativos. Además, dejó evidente que comprendió que los logros alcanzados hasta ahora son insuficientes, y que inclusive parte de los que protestaban tenían necesidades básicas atendidas, pero la ciudadanía también adquirió la expectativa de alcanzar aún más, como son los servicios de salud, educación, y transporte público de calidad. Con cierta razón los cinco pactos propuestos por DR giran alrededor de los siguientes temas: salud, transporte, educación, reforma fiscal, y reforma política. Además anunció la profundización del combate a la corrupción, reveló que existe la previsión de repasar a municipios y estados recursos destinados al transporte que alcanzan 58 mil millones de reales (27 mil millones de dólares), de los cuales unos 30 mil millones ya fueron liberados. Gobierno tecnócrata El grupo envió una carta a la presidenta, pero expresaron su sorpresa por el gesto de diálogo del gobierno general y aclara: “continuaremos en la calles”. “Este gesto de diálogo desentona con el trato a movimientos sociales que ha marcado la política de esta gestión”, comienza el documento enviado por el Movimiento Pase Libre (MPL). La presidenta además dijo que entre las voces de las calles, entendió que también dicen que quieren que sea el ciudadano quien tenga el poder, y no el poder económico de la élite. Ahora tendremos la oportunidad de esperar para ver el resultado de sus acciones y sus palabras en el pueblo de Brasil. Los activistas sociales del MPL, consideraron que la presidenta en “la apertura del diálogo”, no está preparada para discutir la propuesta popular sobre transporte urbano. “Más que conversar”, esperan que el encuentro, “marque un cambio de postura del gobierno federal” no sólo en relación con los manifestantes que tomaron las calles, sino a los pueblos indígenas, las comunidades desplazadas por las obras de movilidad urbana necesarias para la preparación del Mundial de 2014; a los Sin Techo y Sin Tierra, entre otros. Poca gente en Brasil sabe mejor que la presidenta DR lo que es tener 20 años y estar furiosa con el gobierno. DR, en la década de 1960 fue guerrillera marxista y peleó contra la dictadura militar de su país, pero ahora está del otro lado del mostrador, intentando desactivar las protestas que en las últimas dos semanas sacaron a más de un millón de personas a las calles, alteraron los mercados y podrían incluso amenazar su reelección en 2014. La ironía del suceso no pasó desapercibida para los manifestantes como uno que llevaba la semana pasada un cartel con una foto de DR tomada tras su detención a los 22 años y la leyenda: “¡Tus ideales eran los mismos que los nuestros!” ¡Queremos otra vez a Dilma! Pese a su pasado y su actuales políticas de izquierda, los asesores de DR dicen que lo mismo que a otros políticos le costo entender qué querían los manifestantes y decidir cómo reaccionar. Pero la dura verdad es que no hay opciones fáciles. El movimiento social de protestas, no tiene nombres ni líderes y floreció gracias a las redes sociales y la enorme participación de estudiantes universitarios, unió a brasileños frustrados con la corrupción, los deficientes servicios públicos y los miles de millones de dólares gastados en preparativos para la Copa Mundial 2014. Aunque la mayoría de las protestas fueron pacificas, decenas de personas resultaron heridas y dos muertas. La presidenta prometió reprimir a una minoría de manifestantes violentos que saquearon comercios y cometieron actos vandálicos contra edificios gubernamentales, pero elogió al espíritu democrático de la mayoría y dijo que atendería sus demandas. Entre sus propuestas DR requiere apoyo para sus planes de construir hospitales y mejorar el transporte público, y convence a propios y extraños para una propuesta de ley que destinaría toda las regalías de la exploración de nuevos yacimientos de petróleo a escuelas públicas y otros proyectos de educación. En Cubatao, en el interior del estado de Sao Paulo, una manifestación con cerca de 500 participantes que demandaban la rebaja de los pasajes de autobús terminó en enfrentamientos con la policía, a raíz de que un pequeño grupo se resistió a liberar a carretera usada por camiones para acceder al puerto de Santos, y que los activistas mantenían bloqueada desde hacía varias horas. Aunque la economía no logra avanzar con velocidad, la inflación está deteriorando, el poder de compra y las crecientes tasas de interés encarecen el crédito al consumo, la anterior situación significa que DR no tiene mucho margen de maniobra y a corto plazo los manifestantes difícilmente verán concretadas sus propuestas. Sin embargo la capacidad de DR para convencer a sus ciudadanos es crucial para evitar que sigan las protestas y distraigan la agenda presidencial justo cuando la economía se encuentra delicada de salud. (La Jornada, Los indignados de Brasil, p.p. 4 -5, 25 de Junio, 2013).

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