viernes, 12 de julio de 2013

Dos países confrontados

Internacional Las medidas yanqui se alejan de la buena vecindad: Meade Dos países confrontados Por: Carlos Damián 19 de Julio, 2013 El Muro de la frontera sur superará al Muro de Berlín. John Mc Cain México. - Las medidas que puedan afectar los vínculos entre las comunidades de México y Estados Unidos “se alejan de los principios de responsabilidad compartida y buena vecindad que ambas naciones hemos decidido impulsar”, advirtió el titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), José Antonio Meade Kuritreña., en respuesta a la decisión del Congreso estadounidense de “sellar la frontera”, como parte de los acuerdos para aprobar una reforma migratoria integral. “Estamos convencidos de que las bardas no unen. Los muros no son la solución al fenómeno migratorio y no son congruentes con una frontera moderna y segura. No contribuyen al desarrollo de la región competitiva que ambos países buscamos impulsar”. La propuesta con México del presidente Obama en su visita a México, no corresponde con las acciones al sumar a18 mil 500 agentes que custodian la frontera, 20 mil más a lo largo de 3 mil 145 kilómetros de la frontera común –que es la más larga del mundo- , además de ampliar el muro a más de mil kilómetros, y además requerirá de 40 mi millones de dólares adicionales para adquirir, entre otros, sensores de movimiento y aeronaves llamadas ‘drones’. En la anterior visita a México del presidente de Estados Unidos se anunció la creación de un Diálogo económico de Alto Nivel para identificar y atender las prioridades que permitan fortalecer nuestra relación económica; se puso en marcha el Foro Bilateral sobre Educación Superior, Innovación e investigación, y se acordó trabajar de manera coordinada en al frontera común. Todo lo cual no coincide con la retórica del presidente Obama, con sus acciones de confrontación en la frontera común de ambos países. Las reacciones se generaron en Estados Unidos a partir de que, previo a la discusión y eventual aprobación del proyecto de reforma, el Senado de ese país votó favor de sellar la frontera con México. El sacerdote Alejandro Solalinde, fundador del albergue para migrantes ‘Hermanos en el Camino’, consideró que el muro que se pretende construir será “inútil” y manifestó su preocupación por los “miles de policías (mal preparados), que estarán violando sistemáticamente los derechos humanos de los migrantes”. El muro de Berlín será superado con más muertes en México El presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), Raúl Plascencia, lamentó el doble discurso del gobierno de Washington de “flexibilizar” a la migración en realidad se ha traducido en actitud contraria, por la decisión unilateral de sellar la frontera y el incremento de las deportaciones masivas. Al Rojas, vocero del Consejo de Mexicanos en el Exterior (CME), enfatizó que se busca una reforma migratoria, “pero este precio es excesivamente grande. Nos sentimos traicionados. Volvemos a ser moneda de cambio en la política estadounidense”. Hizo un llamado a las comunidades de mexicanos en la frontera a “que se unan en contra de la militarización porque está embistiendo de manera violenta los derechos civiles y humanos de migrantes”. Sobre la reforma migratoria, Julia Harrington, oficial mayor jurídica para la Igualdad y la Ciudadanía de ‘The Open Society Justice Initiative’ (OSJI), advirtió que contiene varios aspectos discriminatorios cono la propuesta de “nuevas categorías de ciudadanía” que hacen distinciones entre los derechos humanos de los estadounidenses y de los migrantes residentes. El senador estadounidense John McCain dijo que la enmienda sumada a la víspera al proyecto de ley de inmigración garantizará a Estados Unidos la “frontera más militarizada”, desde la caída del Muro de Berlín en 1989. Al sellar la frontera y adicionar agentes policíacos –aduanales y militares- con avances tecnológicos de punta, la frontera competirá en seguridad con el antiguo Muro de Berlín, en Alemania, separando en forma ignominiosa a los ciudadanos estadounidenses con los mexicanos de tercera clase. Al referirse a la enmienda, el legislador menciona, “la legislación refuerza la seguridad fronteriza y quita toda validez al argumento de que la seguridad fronteriza no es suficiente”. “Quiero decir que esto no sólo es suficiente, es bastante más que suficiente”, además, “seremos la frontera más militarizada desde la caída del Muro de Berlín. Es por eso que creo que esta enmienda es muy importante”. “Es un camino a seguir, una manera dura hacia adelante para que podamos resolver esto y sacar a 11 millones de personas de las sombras”, agregó al referirse a los indocumentados. De aprobarse con esta medida la reforma migratoria en el Senado y luego en la cámara de Representantes, Estados Unidos construiría un muro fronterizo siete veces más largo que el Muro de Berlín y contaría con cuatro veces más agentes para vigilarlo. La desintegración de familias Por tierra y por mar, cada año miles de migrantes cruzan la frontera. Si bien el número de casos ha disminuido en los años recientes, los costos y peligros de hacerlo siguen creciendo, lo mismo que las deportaciones masivas de paisanos y centroamericanos, la mayoría “removidas” por aquel país, que los ha clasificado como “criminales”, sin importar que hayan tenido un arraigo familiar y laboral del otro lado de la frontera. De acuerdo con integrantes de organizaciones civiles y centros de investigación, la migración sigue siendo sinónimo de violencia y desintegración familiar sin que los gobiernos involucrados, especialmente México de donde son la mayoría de las familias afectadas ofrezcan una infraestructura para la atención de quienes se quedan en el limbo: no tienen redes de apoyo en el país en el que nacieron, pero tampoco la posibilidad de volver, con documentos, a Estados Unidos, muchos de ellos de su país de origen ya que hasta olvidaron su lengua castellana y cultura mexicana. Mientras crece el cinturón se seguridad: en 2005 había 3 mil 555 agentes de la Patrulla fronteriza. Cinco años después, esa nómina había llegado a 17 mil 535 y para ese año (2013), el número rebasó los 21 mil elementos, según información de instancias de ambos países. Hace tres años, la secretaría de Seguridad Interna de Estados Unidos, Janet Napolitano, informó que de 392 mil deportaciones en ese período fiscal, 195 mil eran “extranjeros criminales” en situación irregular. Esta situación se refleja en la cantidad de estadounidenses –sin dinero y sin papeles de identidad- que cruzan la frontera, y el gobierno de México con la apatía de siempre nunca los ha censado y deportado a estos indeseables criminales estadounidenses a su país de origen. Es precisamente la labor de la sociedad, como la que realiza la Coalición Pro Defensa del Migrante, prácticamente el único sostén humanitario de lado mexicano para este sector; la par, instituciones académicas realizan un arduo y cotidiano trabajo al emitir alertas acerca del rumbo que está tomando el fenómeno migratorio mexicano. Los migrantes víctimas de secuestro y muerte “Es una crisis humanitaria”, refiere la doctora María Dolores París Pombo, investigadora del Colef. Menciona y documenta lo que hace apenas unas semanas el gobierno mexicano empezó a reconocer los migrantes son víctimas de secuestro, tortura, amenazas, trata de personas, en medio de la proliferación de casas de seguridad en donde los traficantes que están obviamente vinculados a la delincuencia organizada, retienen a las personas en condiciones de desaparición forzada, secuestro, hacinamiento y extorsión. Los cruces más peligrosos están ubicados en Reynosa, Nuevo Laredo y Matamoros, Tamaulipas. Adicional al clima de violencia “hay un problema de reintegración (de los deportados) muy fuerte. Muchos se desaniman y terminan siendo indocumentados en México”, señala. Realmente no hay un programa binacional que atienda las consecuencias de esta “maquinaria de deportación”, y en los albergues, todos apoyados por organizaciones civiles y las iglesias, cada vez nos encontramos con un mayor número de repatriados, en especial mujeres, que ya no hablan español. Incluso las entrevistas que aplican los investigadores son con mayor frecuencia en inglés, rasgo que evidencia el drama de la deportación. Los problemas comienzan cuando los repatriados llegan al país sin documentos de identidad (por ejemplo, acta de nacimiento y credencial de elector), que son fundamentales para procesar acceso a servicios básicos –como educación y salud-, y por supuesto, para insertarse en un empleo o rentar una vivienda. (La Jornada, Disputa legislativa en EU, p.p. 4 -6, 26 de Junio, 2013).

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