viernes, 12 de julio de 2013

Dos países en guerra criminal

Internacional La punitiva propuesta podría aprobarse en el Senado yanqui Dos países en guerra criminal Por: Carlos Damián 17 de Julio, 2013 Se multiplicarán los policías en el “muro de la tortilla” México. - La propuesta de una reforma integral va en camino hacia su aprobación por el Senado estadounidense, pero el precio es un dramático incremento en la “militarización” de la frontera y mayor control de la población migrante en ese país, mientras el destino de la iniciativa enfrenta un futuro cada vez más incierto en la Cámara de Representantes, donde todo este esfuerzo podría quedar anulado. El pasado lunes (24/6/13), el Senado acordó proceder hacia la aprobación de una enmienda que, según los estrategas legislativos, casi asegura la aprobación de la reforma integral que podría realizarse en esta misma semana. Estas medidas migratorias se alejan del “buen vecino” La enmienda, resultado de una negociación para facilitar el voto de aprobación de legisladores republicanos del paquete entero, propone un gasto adicional de entre 30 mil y 46 mil millones de dólares a lo largo de 10 años para seguridad en la frontera, incluyendo la contratación de otro 20 mil agentes de la Patrulla Fronteriza, lo cual casi duplicaría el número total actual (el cual es el doble de lo que había hace 10 años), ampliar el uso de nuevas tecnologías de vigilancia, entre ellas las aeronaves a control remoto (drones), y finalizar la construcción de una valla de más de mil kilómetros (700 millas) en la línea fronteriza. La enmienda es bautizada como “surgimiento fronterizo” “border surge”), en referencia a los masivos recursos que se dedicarían a la seguridad de la frontera con México. Todo esto tendría que cumplir y de acuerdo con los requisitos dentro del proyecto de ley, como el sistema electrónico de verificación de los documentos de trabajadores al solicitar empleo y un sistema de registro de entradas y salidas en puertos aéreos y marítimos, antes de que se emitan las ‘green cards’ que son los papeles de legalización de indocumentados. A cambio de esta nueva enmienda, los estrategas legisladores calculan que se sumaron entre 12 y 15 senadores republicanos al proyecto de ley, con lo cual se garantizara su aprobación en esa Cámara los próximos días, tal vez el próximo jueves (27/6/13). Eso sería un triunfo para la Casa Blanca, el grupo bipartidista de legisladores que elaboró el proyecto de ley, y la formidable coalición de agrupaciones nacionales desde la Cámara de Comercio hasta centrales obreras, iglesias y algunas organizaciones latinas que han promovido la reforma, ya que subrayan que ésta mantiene como parte clave una vía hacia la legalización y naturalización potencial de 11 millones de indocumentados. No es aceptable las enmiendas hechas a la ley migratoria El presidente Barak Obama ha depositado considerable capital político en promover la reforma migratoria este año y ha repetido que aunque nadie obtendrá todo lo que quiere, incluso él, el proyecto de ley actual es resultado de negociaciones bipartidistas donde todos han tenido que hacer concesiones. Ese mensaje ha sido repetido por el amplio abanico de agrupaciones nacionales que impulsan la reforma. De hecho, el Consejo Nacional de la Raza, que dice ser la organización latina más grande del país, emitió un mensaje a sus bases, el lunes solicitando que presionaran a sus senadores para aprobar esta enmienda desde luego sin explicar su contenido antimigrante, argumentando que sería la clave para lograr que prosperara el proyecto de la reforma migratoria en el Senado. María Elena Durazo, secretaria tesorera ejecutiva de la central obrera AFL-CIO, comentó que “no hay prioridad más alta que ganar esta vía a la ciudadanía, ya que eso implica que millones de trabajadores pueden salir de las sombras”, que actualmente padecen abusos y son mal pagados, dijo en un foro con periodistas. Frank Sharry, director ejecutivo de America’s Voice, organización dedicada a promover la reforma migratoria, reconoce que las medidas y enmiendas enfocadas en seguridad y control migratorio no son bienvenidas, pero que a la vez se acepta que deben estar incluidas para lograr la aprobación de un proyecto con enormes beneficios para la comunidad inmigrante. Afirmo que “la razón por la cual hemos logrado tener ahora este debate sobre la reforma migratoria en el Congreso es por la profundidad, amplitud y fuerza del movimiento pro reforma que tiene su centro en la vía hacia la ciudadanía”. Pero para algunas agrupaciones de migrantes, organizaciones latinas y defensoras de los derechos de los inmigrantes, de ese movimiento, este proyecto de ley, especialmente después de la última enmienda, ya no es aceptable. Estados Unidos es un país en cuarentena por seguridad nacional Antonio González, veterano líder latino nacional y presidente del Instituto William C. Velásquez, considera que el proyecto en el Senado continua “su transformación tortuosa de un concepto de reforma ostensiblemente bien intencionado a un proyecto punitivo de seguridad nacional”, y advirtió que líderes latinos se cuestionan cada vez más si esta iniciativa vale la pena aprobarla tal como está. Para Óscar Chacón, director ejecutivo de la Alianza Nacional de Comunidades Latinoamericanas y Caribeña (Nalacc), afirmó: “no estamos de acuerdo” con quienes argumentan en Washington que se tiene que aceptar mayor militarización de la frontera a cambio de la aprobación de la reforma migratoria, ya que eso sólo es “una gran concesión a las fuerzas políticas motivadas por el racismo y la xenofobia”. Otras organizaciones como presente.org y agrupaciones regionales en Texas y Carolina del Norte, entre otras, se están haciendo eco de éstas críticas. Aunque todo indica que la reforma migratoria será aprobada por el Senado, también queda claro que aún enfrenta un futuro incierto. El presidente senatorial, John Boehner, ya avisó a sus colegas republicanos, que la controlan con una significativa mayoría que no se presentará ningún proyecto de reforma migratoria ante el pleno de la cámara si una mayoría de los representantes republicanos no la apoya, y desde luego hay un amplio sector ultra conservador que no oculta su posición cualquier proyecto de reforma migratoria integral. Un asesor al liderazgo republicano de la cámara comentó a ‘The Washington Post’ que si el proyecto de ley se aprueba con más de 70 votos en el Senado, la vía es a 218 votos, que es la aprobación requerida para un proyecto de ley, si está llena de peligros. El deseo de los promotores de la reforma en el Congreso es que el Senado la apruebe antes del receso del 4 de junio (Día de la independencia), y que la cámara de Representantes comience el debate de una versión paralela durante el mes siguiente, para culminar las negociaciones entre ambas cámaras y formular una versión de consenso que estaría lista para aprobarse y promulgarse como ley en Otoño próximo. Sin embargo si las cosas no cambian de manera dramática en la dinámica política de los representantes, lo que queda claro por ahora es que aunque pronto se podrá celebrar un triunfo de la reforma en el Senado, su contraparte aún es un obstáculo que podría marcar, al final, su derrota, una vez más. Países en guerra por migración Legisladores del Congreso de la Unión y especialistas reaccionaron en contra el plan de Estados Unidos para sellar la frontera mexicana. El coordinador del PRD en el Senado, Miguel Barbosa, señaló que esa decisión hace evidente para ese país es que los migrantes son criminales; mientras Fernando García, director de la Red Fronteriza por los Derechos Humanos (BNHR), dijo que esto se ve “sólo entre países en guerra”. Es una agresión desmedida a las comunidades de la frontera. Lamento que esta “nueva agresión” se sume ”al largo camino” que tendrán que recorrer los eventuales beneficiarios de una reforma migratoria para alcanzar la ciudadanía, que podría extenderse hasta por 10 años. La senadora Marcela Guerra, presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores para América del Norte, dijo que desafortunadamente el gobierno actual no tiene mayoría en el Congreso y debido a ello aprobó un gasto de 30 mil millones de dólares para sellar la franja fronteriza. “La visión que tienen de una política migratoria es la de ver a los migrantes como criminales, no como personas que llegan a contribuir a fortalecer la economía de esa nación”. (La Jornada, política, p.p. 6 -8, 25 de Junio, 2013).

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