viernes, 2 de noviembre de 2012

La servidumbre política

Nacional La ley laboral lesiva para trabajadores La servidumbre política Por. Carlos Damián 27 de septiembre de 2012 El cambio de estafeta política fue dentro de políticos serviles a la élite México.- Para todos aquellos que piensan que las elecciones no sirven para cambiar a un país examinemos una de las reformas estructurales que exige el poder mediático, y la oligarquía mexicana. Tal vez si el Movimiento Progresista estuviera en la silla presidencial esto no pasaría, pero Enrique Peña Nieto (EPN) ganó la venta de la silla presidencial, y ahora residirá en los Pinos. El proyecto de reforma a la Ley Federal de Trabajo, propuesto por el presidente Calderón, al nuevo Congreso de la Unión de mayoría derechista, impulsará niveles de pobreza sin precedente en la nación. Ahora los trabajadores entenderán que votar por la derecha no deja buenos recuerdos ni buenos salarios, y entenderán que el dinero que invirtieron los poderes facticos, impidiendo el proyecto político, social y económico del Movimiento Progresista era para dejar en la indefensión económica, y vulnerables a los asalariados. Los partidos en el poder serviles están celebrando la reforma, al generar un producto que requiere que el trabajador sea productivo y competitivo, y será contratado con un perfil determinado y específico, exigido por las grandes empresas, sin beneficios sociales, pago por hora, “contratos por período de prueba“, y contratado por una empresa ajena a la empresa en donde desempeña sus labores, pero eso si puede exigir agua potable para continuar sus labores como buen perro educado. Es desde luego una vil copia de la ley del trabajo estadounidense pero sin los salarios (11 veces más altos que en México). Ciertamente no podrá tener el seguro de desempleo, no podrá recibir cupones, ni los beneficios sociales que gozan los estadounidenses (welfare, ni medicare). Ahora sí pueden celebrar el servicio humilde y humillante que han hecho al gran capital. El costo político los ciudadanos van a cobrar a los partidos de derecha: PRI, PAN, PVEM, PANAL, estas empresas al servicio del gran capital están votando por la nueva legislación laboral, y enfrentarán la ira del ciudadano que votó por ellos. Servidumbre política al capital Estas empresas políticas pagadas por el patrón COPARMEX y CANACO, decidieron legalizar y profundizar el atraco laboral del que se tenga registro desde el porfiriato. Pero esta aprobación laboral para robar al trabajador legalmente por el patrón no es nueva, esto lo vienen haciendo por tres décadas siempre en nombre de la “modernidad”, y de los “beneficios sociales”, con los resultados por todos conocidos y padecidos. Con esta acción de las empresas políticas al servicio del patrón se confirma que “la democracia es de, para y por los empresarios”. Millones de mexicanos están en la desocupación abierta, el desempleo, la precariedad laboral, con bajos salarios (competitivos), y ahora “en su beneficio y para construirles un mejor futuro”, les aprietan la tuerca. Sin embargo el sector patronal es intocable, y sigue igual que antes volviéndose más rico, y con más libertad de pagar lo que quiere al trabajador, convirtiéndolo la ley laboral en un mafioso corporativo de cuello blanco. Con el manual liberal en la mano están convirtiendo al país en una fantasía del capital y del gobierno ya que de hecho no han reactivado al país, ni incentivado la inversión, el desempleo en aumento, y menos aún han aumentado el consumo interno. En los últimos tres sexenios (Zedillo, Fox y Calderón) oficialmente se generaron 4.7 millones de empleos formales permanentes (5.6 millones si se incluyen los puestos eventuales, contra una demanda real cercana a 18 millones de plazas. Ello quiere decir que en 18 años sólo se generará uno de cada tres empleos formales demandados. En igual lapso, los mexicanos que sobreviven en la informalidad pasaron de 8.3 millones a 14.7 millones, es decir un incremento de de 77 por ciento. Ello sin considerar quienes laboran en la informalidad, pero en condiciones de informalidad (17 millones adicionales). La miseria aumenta por reformas laborales lesivas La formalidad es a paso de tortuga, mientras la informalidad avanza corriendo y dejando atrás en el olvido al trabajador. Esto es producto de una constitución avanzada que nació como una copia de la constitución francesa que nadie respeta, y una Ley Federal del Trabajo que todos se la pasan por la entrepierna. No hay que ser adivino para saber que sucede para conocer el resultado y las consecuencias, en detrimento de los trabajadores. La Cepal analizó los ingratos resultados de la “flexibilización” laboral de los años 90 aplicada en otros países de América Latina, y su balance lo comentaremos brevemente. En los indicadores latinoamericanos la tendencia observada: “pueden atribuirse al impacto directo e indirecto de las reformas estructurales. Por un lado, los cambios específicos en la regulación de los mercados de trabajo fueron en su gran mayoría en desmedro de la seguridad de los trabajadores, por lo menos de aquellos que contaban con cierta protección en el marco del empleo laboral. Este proceso incluye la instauración de modalidades “promovidas” –períodos de prueba prolongados, pasantías sin beneficio de seguridad social-, la reducción o eliminación de indemnizaciones por despido, la reducción de los impuestos al trabajo, y la generalización de contratos a término, entre otros”. Ciertamente el proceso de precarización con impacto directo en el empleo, el resto de las reformas estructurales en general tendieron a incrementar los niveles de exclusión e informalidad en los mercados del trabajo. La flexibilización laboral en la primera década del siglo XXI, ha hecho que en nuestro tiempo sea peor en perspectiva cuando se aprobaron “reformas laborales en beneficio de todos”. (La Jornada, política, p.p. 43- 37, 27 de septiembre, 2012).

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