viernes, 23 de enero de 2015

Pemex muere hoy

Nacional
Los gringos tienen al país diseñado por ellos y es un fracaso para administrar su oro negro
Si Pemex muere, México cae
Por: Carlos Damián                                       24 de Diciembre, 2014
Las magia del ministro Videgaray
México. -   El ministro Luis Videgaray saco de su sombrero de magia un conejo que resulto liebre para 2015, según el cual por medio de las coberturas petroleras desde noviembre pasado, “está garantizado al cien por ciento” el ingreso proveniente del oro negro. Pero desde el 13 de noviembre se hizo frente al desplome de precios y así “blindar” las finanzas públicas, pero al hacer este anuncio todo mundo levantó la ceja, ya la estrategia fallida desde origen no es suficiente. Esta cobertura mágica sólo cubre el 26 por ciento de la producción nacional y 57 por ciento de las exportaciones estimadas para el próximo año, de acuerdo con lo propuesto por el Ejecutivo y aprobado por el Congreso. En los criterios generales de política económica para 2015 el gobierno federal fija en 2 millones 400 barriles diarios la plataforma de exportación. Anualizados, el primer concepto suma 876 millones de barriles y el segundo 398 millones, en números cerrados. Originalmente estimaron un precio de 82 dólares por barril de exportación, para después reducirlo a 81 dólares y finalmente a 79 billetes verdes. De entrada ese recorte de 82 a 79 dólares el barril implicó dejar de captar 11 mil 308 millones de pesos, pero si varió el precio, y lo acordaron el Ejecutivo y Legislativo, no lo hizo el volumen de producción ni el de exportación.

Por lo que debieron considerar el universo de 876 y 398 millones, en las coberturas petroleras, si es que en realidad la pretensión era garantizar el 100 por ciento del ingreso proveniente del petróleo aprobado en la Ley de Ingresos de la Federación para 2015. Sin embargo las coberturas del mago fracasado sólo consideran 228 millones de barriles para todo 2015, es decir, el equivalente a 95 días de producción (3 meses) y 209 días de exportación (7 meses), y el ingreso faltante, ¿dónde está? El mal cómico venido a primer ministro, anunció que el gobierno mexicano concretó las coberturas petroleras, mediante “43 operaciones en los mercados de derivados internacionales” y así “proteger un precio de 76.4 dólares por barril”. Por ello se pagaron 10 mil 467 millones de pesos. Así, detalló, “se han cubierto 228 millones de barriles que es lo que corresponde al riesgo neto, la exposición equivalente del gobierno federal”,  (Carlos Fernández, México SA).

Para esas fechas el barril mexicano de exportación se cotizó en 70.60 dólares, y el día previo en 73.12. Un mes después, tal precio se había desplomado a 51.62 dólares, pero los voceros del gobierno con sus cuentas alegres se mantienen en su dicho: “no hay problema, porque estamos cubiertos”, y las finanzas públicas “no corren riesgo alguno”. Sin embargo, al desplome de los precios de exportación se suman dos factores: la caída interna de la producción y el decrecimiento de las importaciones de crudo por parte de Estados Unidos, el principal cliente es el oro negro de México. De acuerdo a La Jornada, “con la caída registrada en el precio del petróleo mexicano, que se ha reducido a la mitad en seis meses, la cobertura contratada por el gobierno federal para garantizar los ingresos petroleros de 2015, y con esto se financia un tercio del presupuesto federal, será insuficiente, por lo que el gobierno tendrá que reducir su gasto público, aumentar impuestos o incrementar el endeudamiento”. El Centro de Investigación Económica y Presupuestaria, en voz de Fernando Ramones, estima que ”con los precios actuales y el tipo de cobertura contratada por el gobierno, sólo se recaudaría 37 por ciento de los ingresos petroleros estimados en la Ley de Ingresos de la Federación 2015. De esta manera queda la duda de dónde provendrá el 63 por ciento restante que pretende recaudar la LIF de 2015”. (Israel Rodríguez y Susana González).                                       

El golpe de estado por el gobierno federal
Ya llevan varios lustros que los gobiernos federales que llegan a la residencia oficial de Los Pinos han estado desmantelando el Congreso nacional emanado por la Constitución, y ha sido implementado por poderes formales del Estado, y sin embargo no son los representativos de la nación mexicana. En este caso una de las instituciones que en 1915 se rescató en Veracruz y después se afirmó en la Constitución de 1917 fue el municipio, que actualmente se desprecia por la federación al ser secuestrado por el cártel de las drogas. Las reformas que están en proceso propuestas por el Ejecutivo federal tienen dos puntos lamentables: En primer lugar se va a quitar el mando de la fuerza pública a los ayuntamientos, para que el gobierno del estado imponga su opinión; y el otro punto es que se autoriza a la federación que intervenga  discrecionalmente con su poder policial reprimiendo y desconociendo a los votantes que expresaron su voluntad en las urnas. Si algún día el pueblo de México tenga el poder por medio de la democracia, el ayuntamiento tendría el poder suficiente y necesario, debido a que el gobierno municipal tiene sus raíces desde la era precortesiana por medio de los calpullis que eran la organización de los pueblos indígenas, en donde las tradiciones indígenas daban facultades en los consejos a los ancianos, que eran más experimentados, y a los jóvenes el mando de su pueblo.

El concepto  de la institución municipal viene de Europa cuando los romanos colonizaron la península ibérica y arraigó en la comuna que garantizaba la libertad de todos los habitantes del municipio libre y soberano.  En América, Hernán Cortés fundó  la Villa Rica de la Veracruz teniendo una autoridad independiente del gobernador de Cuba, Diego Velázquez. En México fueron base de la Nueva España al ser las villas y ciudades para que los habitantes en cabildos abiertos pudieran resolver los problemas comunes, defenderse de los piratas ingleses, pueblos hostiles y para impartir justicia en las cortes creadas y administradas por los vecinos de las localidades. Nuestra historia ha sido y es muy difícil, que a diferencia del Sur de América, ha nosotros nos ha tocado vivir aquí, el diablo nos legó a los vecinos del norte.  El ayuntamiento de la capital fue uno de los precursores en la historia de Independencia en 1808, cuando se acordó en la asamblea del ayuntamiento que ante la invasión francesa por Napoleón Bonaparte a España, la madre patria, ahora el pueblo asumía su soberanía, (Bernardo Bátiz).

Nuestros ayuntamientos han sido atacados y acotados por poderes centrales emanados por el poder azteca y después desde el centro de México han sido celosos, envidiosos, y despreciativos hacia los foráneos norteños y sureños de México. En el tintero vienen dos casos: en la Nueva España alrededor de la segunda mitad del siglo XVIII con la reforma borbónica impuso las intendencias como autoridades; en el virreinato con los tribunales de La Acordada temible y sangrienta; y después con la dictadura de Porfirio Díaz que generó las jefaturas políticas con las milicias de los salvajes guardias rurales de triste memoria. Ahora con el gobierno de EPN- PAN, que compró los votos necesarios para llegar al poder y que estuvo rodeada por la toma del poder con una batalla callejera del pueblo que se negaba a creer que el autoritarismo y la corrupción se hayan impuesto otra vez en el gobierno federal. Por lo que los errores históricos se han creado a su vez,  y concretado con ‘La Gendarmería’, y disfrazándose de policía federal. Vuelven las arbitrariedades sangrientas otra vez, violando el artículo 115 de la Carta Magna, al inicio del artículo 5º, que no se respeta. Las reformas estructurales como ha sucedido siempre desde la Colonia se han impuesto sin debate y sin opinión del pueblo al despreciar los referéndum,  dando como resultado que no tengamos el sistema democrático, rompe con los principios republicanos, de municipio libre; nos preparan para un gobierno autoritario y sangriento, convirtiendo en un Estado sin soberanía y sujeto a los intereses del liberalismo económico. (La Jornada, política, p.p. 18-22, 15 de Diciembre, 2014).

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