viernes, 23 de enero de 2015

Cuba

Nacional
No al bloqueo económico y financiero de Estados Unidos
Cuba
Por: Carlos Damián                                       4 de Enero, 2015
Es un triunfo diplomático contra los gringos caprichosos 
México. -   El ambiente festivo  por el reinicio de las relaciones diplomáticas cubano-estadounidense se vuelve una cruda realidad, porque el problema nunca fue el rencuentro bilateral, sino el cese del bloqueo impuesto a la isla por estados Unidos, y la cancelación no fue un acto de buena voluntad sino la lógica del comerciante que busca mercados para la trasnacional estadounidense. A lo largo de más de medio siglo el gobierno cubano pasó del bloque político total, y en 1964 los gobiernos regionales acataron la línea de Washington y rompieron relaciones diplomáticas, con la isla. En el seno de la ONU y con  cincuenta años encima, todos votan a favor de la isla, y del levantamiento del bloqueo, salvo Estados Unidos  e Israel.  Raúl Castro considera que el restablecimiento es un “gran paso”, y la isla debe mantenerse firme  para que Washington deje atrás su enferma y esquizofrénica decisión de agredir al pueblo cubano por las vías financiera, económica, y comercial. Raúl Castro, señala “Cuba es un estado soberano, cuyo pueblo decidió  su rumbo socialista y su sistema político, económico y social. De la misma forma que nunca hemos propuesto que Estados Unidos cambie su sistema político, exigiremos respeto al nuestro. Aceptamos conversar acerca de cualquier tema, de todo lo que quieran discutir de aquí, pero también de Estados Unidos”.

En Estados Unidos se niegan a reconocer y aceptar al gobierno cubano tal cual es, y se aferran al capricho y al sonado fracaso de doblegar a los cubanos, quienes han pagado un elevado precio por su dignidad, y sin embargo lo vale. Tan sencillo  que es hablar entre pares pero Estados Unidos han convertido a Cuba en un héroe de la resistencia latinoamericana y la isla se convirtió en una plaza sitiada  desde el triunfo de la Revolución, y después del hecho histórico, se dio inicio al intento de ahorcar económicamente ala isla, y en forma secuencial impulso una política de terror: reducción de  la cuota azucarera, prohibición de inversiones yanqui, cancelación prácticamente de toda ayuda económica y de asistencia tecnológica, fin del abasto petrolero y su refinación en territorio cubano, partes automotrices, vehículos, y abasto de productos de consumo diario, estas situaciones son entre otras cosas de un proyecto de bloqueo total a los habitantes de la Cuba. Para el mes de enero de 1961, el gobierno de Estados Unidos rompió oficialmente las relaciones diplomáticas, y con un esmero obsesivo compulsivo atentó contra los intereses del pueblo cubano. Ya para abril de ese año se dio cuenta que no era suficiente y financió y otorgó toda clase de medios para la invasión de Bahía de Cochinos, que posteriormente fracasó. En esta serie de hechos el gobierno estadounidense, la mafia estadounidense, y las trasnacionales productoras de armas y bombas de destrucción, no la decretaron oficialmente pero en los hechos arrancó en el mismo momento que arrancó el triunfo revolucionario del compañero Fidel Castro Ruz (FCR) y Che Guevara.

Remembranzas de Cuba
El presidente del Consejo de estado y Consejero de ministros, FCR  ya había puesto su presencia en México el 26 de julio de 1959, cuando el presidente el general Lázaro Cárdenas del Río asistía a la primera celebración del ataque al cuartel Moncada. Al llegar a la plaza se escucha el himno cubano, para luego seguir en medio de una guardia que presentaba armas con toda solemnidad (La historia que viví, Gonzalo Martínez C, pág. 179). La experiencia y la preparación que ellos mismos decidieron hacerla en los campos ignotos de México, la mayor parte en Tuxpan, pero también en el DF, donde fueron apresados por Fernando Gutiérrez Barrios. El comandante Castro se confió ya que al ser detenidos le encontraron en las bolsas de su pantalón  nombres,  direcciones, teléfonos y todos los datos de los demás compañeros en la aventura: el mismo justificó la aprehensión de la que fueron objeto, y sin embargo el presidente Cárdenas hizo algunas gestiones en el más alto nivel político. Al encontrarse en Tuxpan compraron un bote chico y viejo al que le pusieron con cariño el nombre de Grandma (abuela) que conservó durante toda la travesía.

Con el presidente John F. Kennedy en febrero de 1962, se firmó la “proclama presidencial número 3447”, por lo que se le impuso a la isla el bloqueo total, cumpliéndose el 7 de enero, y la mano negra yanqui incluyó acuerdos con sus aliados, las naciones europeas occidentales para nulificar el comercio con Cuba. En este contexto de rodear a la isla de un ambiente irrespirable canceló la cuota azucarera -700 mil toneladas- y volvió a asignarle a Argentina y República dominicana la cuota de Cuba. Construyó la “Ley del comercio con el enemigo”, acompañada de una doctrina McCarthy con la cual prohibió la importación de todo producto elaborado con manufactura de la isla, aunque fueran fabricados por terceros, para impulsar el terror en contra del pueblo y gobierno cubanos, pero esta crisis de guerra llego al máximo con el dirigente de la URSS, Nikita Kruchev que colocó misiles en territorio cubanos para oponerse al imperio estadounidense en tiempo de John F. Kennedy, todo esto como cereza del postre.

En esta circunstancia de agresión que el imperio dirigía su fuego, con Kennedy se oficializó la guerra fría en contra de la isla, y en respuesta Estados Unidos logró “expulsar a Cuba de la comunidad de naciones hemisféricas”, se utilizaron los recursos de la “Alianza para el progreso” para la compra de votos de los países latinoamericanos, en suma el pueblo cubano salió por recomendación amable de Estados Unidos de la podrida y sumisa: Organización de Estados Americanos. Al aislar a la pequeña isla todos los países a excepción de México, y se logró el sueño americano: bloquear a Cuba. De acuerdo a los periódicos de la época se destacaba la nota, “el regocijo del presidente Kennedy por la expulsión de la OEA, se concretó durante la octava Reunión de consulta del ministro de Relaciones exteriores y destacó su grande orgullo y satisfacción por tal logro. En la Casa Blanca, el uno de febrero de 1962, al aterrizar el helicóptero en el que viajaba el secretario de Estado Dean Rusk, el presidente dijo a los periodistas que ganó gran prestigio para el gobierno estadounidense, y que el encuentro de cancilleres se demostró un profundo sentido de la unidad del hemisferio frente al problema de Cuba revolucionaria. Se refrendaba al final con un epitafio lúgubre el final de la nota sobre la isla: “solo tiene una opción para evitar el bloqueo, variar el camino escogido”.

Después de 11 inquilinos de la Casa Blanca se vio en  la necesidad de “variar el rumbo” pero fue el gobierno de Estados Unidos.  De la “profunda unidad” que presumía Kennedy, se volvió una paulatina y creciente condena internacional del bloque del imperio del norte en contra de la pequeña isla. Para junio de 2009, la OEA “derogó, por aclamación y sin condiciones, la resolución de 1962 que expulsó a Cuba injustamente del sistema interamericano, pero en congruencia de este abuso económico y financiero se debió de expulsar a Estados Unidos”. Se logró incluir el tema del bloqueo ya transitado más de medio siglo en la agenda de la ONU, a pesar de a feroz campaña de Estados Unidos, en contra de todas las naciones que se han pronunciado a favor de finalizar la guerra fría en contra de este pequeño país - nación. Cuando por primera vez en 1992, pudo agendarse el tema, 59 países votaron en favor del fin del bloqueo, y   en las votaciones, tenemos, tres en contra, 71 abstenciones y 46 ausencias. En este largo peregrinar y conciencia del mundo de los abusos del poder estadounidense, se han incrementado el número de sufragios en favor y reducido las abstenciones, ausencias y votos en contra. Para 2014, se puede ver que de 193 países representados, 188 sufragaron a favor de cuba y sólo dos en contra –Estados Unidos y Israel-, tres se abstuvieron y no se registraron ausencias. Finalmente, la pregunta que todos nos hacemos, podrá verse Cuba como estado en el siglo XXI. (La Jornada, política, p.p. 3-5, 24 de Diciembre, 2014).

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