martes, 27 de julio de 2010

La gesta de Zapata

Nacional
Zapata jamás distribuyó tierra para los campesinos
La gesta de Zapata
Por: Carlos Damián Julio 8, 2009
Villa carecía de vicios urbanos como; fumar o beber en exceso
México.- Emiliano Zapata nació el 8 de agosto de 1879 en San Miguel Anenecuilco. Fue asesinado a traición a la edad de 39 años en 1919, nueve años después de que había encabezado la rebelión en contra de Porfirio Díaz. Zapata nunca distribuyó un milímetro de tierra, por el contrario como descendiente de indígenas, estaba arraigado en un espíritu comunitario, encabeza un ejército irregular basado en el apoyo de pequeños pueblos vecinos, cuya frontera de movimientos es el centro del país. Todo su espíritu de lucha está fundamentado en la expropiación de tierras y entregado en cuerpo y alma a resolver problemas de una sociedad de individuos de pequeños propietarios, aunque comunitariamente organizados.Estas historias desechables, cuya profundidad no es mayor que la de boletín de farándula. No podríamos tratar de la épica de Zapata a 100 años de su gesta, merecería reflexión más profunda, y más críticas que nos han deparado sus principales narradores y biógrafos de su gran aventura en pro de la revolución mexicana. Ya que vivimos en una época que concebiríamos como la “era de la celebración”, en la que la rapidez con la que se olvida es solo mayor a la futilidad con la que se celebra. Aunque en todo caso sospechamos que en la mitología de Zapata y en la mitología de Villa, el canibalismo mediático no pasara de un pié de página.La historia trágica de la revolución entre Villa y ZapataEs probable que los zapatistas en las batallas que libraron en Chinameca y Jojutla hayan sido tan decisivos como las que encabezaron Francisco Villa y Pascual Orozco en Ciudad Juárez, pero es cierto que el frágil compromiso entre los principales personajes de la revolución diera comienzo a la historia trágica. Había un criollo, liberal y hacendado del norte, llamado Francisco I. Madero con una mentalidad burguesa que la sola idea de entregar tierras a comunidades mestizas e indígenas era una acción inútil y menesterosa.Madero Había llegado al poder para preservar la hegemonía de los ricos, ahora conglomerados en un régimen democrático. Pero para Villa y Zapata era una acción justa y necesaria, esta “restitución de tierras” para la “dupla revolucionaria” legitimaba y justificaba la rebelión en contra del presidente Porfirio Díaz (autor de la matanza de la tribu yaqui). Cuando se confrontaron Madero y Zapata, Madero le exigió que depusiera las armas; Zapata le respondió: “Primero la tierra, después las armas”; este aspecto brutal de aplastar el movimiento liberal del pueblo que encabezaba Zapata, aún se hace difícil entender el aura que rodea de idealismo e inocencia el movimiento zapatista. La frase del caudillo del sur era “Reforma, Libertad, Justicia y Ley”, sin embargo Ricardo Flores Magón, el ideólogo de la revolución, su lema era “Tierra y Libertad”.De planetas distintos parecían provenir tanto Francisco Villa (Doroteo Arango) como Emiliano Zapata; uno criollo el otro indígena; uno era hacendado el otro de clase baja del campesinado; uno del norte el otro del sur de México; uno guerrillero el otro campesino enarbolando la rebelión indígena. Dos culturas confrontándose en la rebelión entera del pueblo mexicano contra el dictador Díaz, con sus aliados Madero y Venustiano Carranza.La lealtad asombrosa de Villa con MaderoEste espacio es breve pero una comparación entre el jefe de la División del Norte (Villa) y el Caudillo del Sur (Zapata) mostraría dos realidades incompatibles y sencillamente intraducibles. Villa era norteño, fronterizo, ligado ya a la cultura del individualismo (europeo), representaba a un ejército de paga, profesional que podía moverse a distancias inimaginables en tiempos breves. La gran obra de Villa es doble: la destrucción del antiguo ejército federal (la mayor obra político-social de la revolución) y el inicio de la separación violenta entre Iglesia y las armas.En tanto Zapata que jamás entregó tierra al campesinado mexicano, encabeza un ejército popular con espíritu guadalupano, apoyado por los pueblos vecinos, con los vicios de fumar, beber tequila y esconder a sus hijos. La tierra es una propiedad sagrada, ligado al clero bajo. Al acotar “lo sagrado” tenemos que concebir lo sagrado como: “Lo sagrado es horror”. Al perder la tierra para Zapata, significaba el horror, es decir, el lugar en que la vida no tiene sentido alguno. Podemos encontrar algo común en ambos: No hay noticias frecuentes de que hayan padecido de prácticas de corrupción a diferencia de Venustiano Carranza.La mitología de Zapata y VillaLas figuras de la dupla revolucionaria resaltan como un ícono de la Revolución Mexicana, en rigor nadie puede ni pudo con las figuras de Zapata y Villa; derrotó a De la Barra y a Madero, derrotó a Victoriano Huerta con sus ejércitos de cucaracha, también de las acciones punitivas de los herederos de la constitución pudieron liquidarlo. La única persona que pudo con Zapata fue Zapata, asimismo la figura de Villa se acrecienta con el tiempo y se vuelve santo del pueblo. Ambos fueron abandonados por el pueblo al final de la guerra interna. El pueblo mexicano cansado de las luchas fratricidas y satisfechas sus demandas después de 1917 abandonó la lucha por sus ideales mediatizándose la lucha revolucionaria. Ambos aún se levantan para seguir luchando desde 1910 por el artículo 3, el 27 y el 123 por lo que habían dado sus vidas, sus hijos y sus ideales. (La Jornada, opinion, p. 17, Agosto 08, 2009).

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