martes, 27 de julio de 2010

La carta de Zapata %4

Nacional
Ideario del Gran insurrecto
La carta de Zapata %4
Por: Carlos Damián Julio 12, 2009
Carta fechada el 17 de marzo de 1919 dirigida a Venustiano Carranza, presidente de México
México.- En la carta pública dirigida a Venustiano Carranza el 17 de marzo de 1919, fue el último documento rubricado por Emiliano Zapata. El Plan de Ayala fue firmado el 29 de noviembre de 1911, con la frase “Libertad, justicia y ley”, la cual fue asumida desde ese momento por el héroe de Anenecuilco, Morelos, el ejército que comandaba y su lucha como el lema que los distinguiría. Pero finalmente quedaría como: “Reforma, Libertad, Justicia y Ley”. La revolución mexicanaZapata prosigue su carta: “Usted protestó ser neutral, y se condujo como furioso germanizante; permitió y azuzó la propaganda contra las potencias aliadas, protegió el espionaje alemán, obstruccionó y perjudicó el capital, los intereses y finanzas de los extranjeros hostiles al káiser. Usted con sus desaciertos y con sus tortuosidades, con sus pasos en falso y sus deslealtades en la diplomacia, es la causa de que México se vea privado de todo apoyo por parte de las potencias triunfadoras y si alguna complicación internacional sobreviene, usted será el único culpable.(sic)“Usted ha orillado a nuestro país a la ruina, en lo económico, en lo financiero, en lo político y en el orden internacional. La política de usted ha fracasado ruidosamente. Usted ofreció y anunció que por medio de un régimen dictatorial que disfrazó con el nombre de Primera Jefatura, haría la paz en la República, mantendría la cohesión entre los revolucionarios y consolidaría el triunfo de los principios de reforma. La paz no se ha hecho ni se hará nunca con los procedimientos que usted emplea, y con el desprestigio que sobre usted pesa. Los revolucionarios, los de la facción constitucionalista, los que usted ofreció unir, están cada vez más desunidos; así lo confesó usted en su último manifiesto, Y en cuanto a los ideales revolucionarios, yacen maltrechos, destrozados, escarnecidos y vilipendiados por los mismos hombres que ofrecieron llevarlos a la cumbre ”. (sic)La ruina de la República por traidores a la causa“Es tiempo de retirarse, es tiempo de dejar el puesto a hombres hábiles o más honrados. Sería un crimen prolongar esta situación de innegable bancarrota moral, económica y política. La permanencia de usted en el poder es un obstáculo para que se haga obra de unión y de reconstrucción. Por las intransigencias y los errores de usted se han visto imposibilitados de colaborar en su gobierno, hombres progresistas y de buena fe que hubieran podido ser útiles a México”. (sic)“Esos hombres esos intelectuales, esa juventud pletórica de ideales, esa gente nueva, no mancillada, no corrompida ni gastada; esos revolucionarios de ayer que se han apartado de la cosa pública llenos de desencanto ; esos jóvenes que se han iniciado en los grandes principios de la Revolución y sienten infinitas ansias de realizarse, esos enamorados del ideal, que hoy llevan el alma impregnada de amargura; podrían todos ellos seguramente constituir un gobierno serio, honrado, fuerte, impulsado por anhelos generosos y atento a cumplir los compromisos contraídos en hora solemne.” (sic)La imagen de los héroes mexicanos“Devuelva usted su libertad al pueblo, ciudadano Carranza; abdique usted sus poderes dictatoriales, deje usted correr la savia de las generaciones nuevas. Ella purificará, ella dará vigor, ella salvará a la Patria. Y si usted como simple ciudadano, puede colaborar en la magna obra de reconstrucción y de concordia, sea usted bien venido. Pero por deber, por honradez, por humanidad, por patriotismo, renuncie usted al alto puesto que hoy ocupa y desde el cual ha producido la ruina de la República. Nuevos horizontes se presentan para la Patria. El señor Doctor don Francisco Vázquez Gómez, hombre conciliador y atingente, antiguo y firme revolucionario, invita a la unión a los mexicano, y ha encontrado una fórmula de unificación y de gobierno, dentro de las que caben todas las energías sanas, todos los impulsos legítimos, el esfuerzo de todos los intelectuales de buena fe y el impulso de todos los hombres de trabajo” (sic)“Bajo esa nueva dirección se podrá hacer patria, se fundará una paz definitiva, re reorganizará el progreso, se consolidará un gran gobierno: el Gobierno de la unificación revolucionaria. Y para allanar esa obra –que de todas maneras habrá de realizarse- sólo hace falta que usted cumpla con un deber de patriota y de hombre, retirándose de lo que usted llama Primera Magistratura, en la que usted ha sido tan nocivo, tan perjudicial, tan funesto para la República”. Entrega de la cuarta parte de la carta pública. (La Jornada, cultura, p. 5a, Agosto 08, 2009).

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