El luchador social en España

Internacional El pueblo de España califica de “fascista” la actuación de jueces El luchador social en España Por: Carlos Damián 2 de Diciembre de 2012 El proceso al juez fomenta “la impunidad de corruptos y asesinos” México. - El caso contra el juez Baltasar Garzón (BG), quedó listo para la sentencia acusatoria por el delito de prevaricación. El periodo oscuro de la España franquista es precisamente lo que los españoles quieren descubrir y explicar a sus hijos y nietos el porque las sepulturas de un abuelo republicano yace su cadáver en una fosa común; explicaciones van y vienen sobre los niños que fueron arrebatados a sus padres por su ideología republicana. Este honesto juez conforme a derecho y a exigencias de las peticiones de los familiares de las victimas, exige castigar al responsable de estos hechos: por crímenes masivos de desaparición, forzada de personas, y detenciones ilegales. En la historia española es el único juez que ha intentado poner luz al tratarse de un caso que profundiza en la herida todavía no restañada de la Guerra Civil española (1936 - 1939), originada por la represión criminal del fascista Francisco Franco (1939- 1975), enfrentarse a la pasividad oficial de la justicia española para esconder estos actos de “limpieza ideológica”, y por crímenes de lesa humanidad en contra del pueblo español. Han creado una cortina de humo para silenciarlo con el supuesto delito de “prevaricación” cometido por el juez BG, y argumentos de lodo como el asesinato de traidores a la patria que cometieron los republicanos en el paraje de Paracuellos del Jaramá, en noviembre de 1936, y a pesar de esto fueron indemnizadas como héroes de la dictadura fascista de Franco, debido a que obtuvo el apoyo en su tiempo de otro dictador alemán, Adolf Hitler, y todo el aparato militar que era muy revolucionario tecnológicamente para su época. Investiga delitos del franquismo Miles de personas se manifestaron en varias ciudades españolas para repudiar la “cacería de brujas” abierto en contra del ex juez de la Audiencia Nacional, quien fue inhabilitado el pasado jueves (9/2/12) por el delito de “prevaricación” tras sus investigaciones de la trama corrupta entre el derechista Partido Popular (PP) y un grupo de empresarios con prácticas mafiosas. La protesta más multitudinaria fue en Madrid, donde unas 3 mil personas gritaron frente al Tribunal Supremo consignas contra la injusticia que calificaron de “vergüenza”, y que fomenta “la impunidad de los corruptos y los asesinos”. Victimas de la represión fascista, familiares y miles de ciudadanos salieron a las calles de varias ciudades españolas, -Madrid, Barcelona y Granada- para expresar su malestar por “la persecución” oficial en contra del juez BG, y por el triunfo del derechista Partido Popular (PP) en los comicios del pasado 20 de noviembre de 2011. La trama Gürtel involucró a principios de 2009 a altos funcionarios del ahora gobernante PP. El magistrado español, apartado de sus funciones desde 2010, es considerado referente en los procesos en los que se han abierto diligencias contra los máximos responsables militares de las dictaduras de Chile (1973 – 1990) y Argentina (1976 – 1983), en aplicación de la jurisdicción universal. El juez BG se ha enfrentado desde hace dos años a tres procesos, uno de ellos resuelto el pasado jueves (9/2/12), con la citada condena a 11 años de inhabilitación, en el caso Gürtel (proceso en el que el juez ordenó grabaciones de conversaciones telefónicas de los sospechosos en esta trama con sus abogados), lo que supone en la práctica el final de su carrera judicial. Este delito por el cual se le persigue, es atentatorio a todo derecho y a la autonomía de un juez, y es obligación de España abrir una línea de investigación violaciones a los derechos humanos de conformidad con los principios del derecho internacional. El poder judicial debe tener la independencia en sus funciones para investigar los hechos demandados por el pueblo de España. Estos errores por lo que se le ha abierto un proceso penal son inventados para detener el proceso y no ahondar en el criminal ejercicio de poder del dictador Franco y aún más, lavar la dignidad de España en el avance del respeto de los derechos humanos en pleno siglo XXI. Fosas cerradas y heridas también Los manifestantes en Madrid se concentraron a las puertas del Tribunal Supremo para gritar “justicia fascista”, “vergüenza”, y colocar sus carteles con leyendas que resumían su inquietud ante los derroteros del poder judicial en España desde la llegada del PP al poder. Entre ellos destacaban: “contra la impunidad con las victimas del fascismo”; ellos, “No nos representan”, o a esto, “le llaman democracia y no lo es”. Entre los asistentes había algunos políticos de izquierda, como Gaspar Llamazares, quien reiteró que él “ni acata ni respeta” la sentencia: “la justicia está bajo mínimo como servicio público y como poder democrático, porque se ha convertido en una justicia corporativa, soberbia y de menosprecio a la ciudadanía”. Otra persona Francisco Vigueras que explicó su posición sobre la sentencia, dijo que, “supone dar impunidad a los corruptos e impide investigar los miles de crímenes cometidos por el franquismo contra la humanidad y que no pueden prescribir. Por eso no nos van a callar, y presentaremos querellas en todos los países que haga falta hasta conseguir justicia, verdad y reparación para las víctimas”. El poeta Marcos Ana, que estuvo preso 23 años en cárceles franquistas, explicó: “He venido porque me parece una injusticia tremenda lo que le ha ocurrido a BG. Se quiere fijar un precedente para que nadie se salga del tiesto, para que ningún juez se atreva a hacer lo que hizo BG. Nadie puede sentirse seguro en su pequeña libertad, mientras haya sentencias como ésta”. “Hay que seguir luchando para que se conozca el pasado y se repare a las víctimas. Como decía Alberti: “Me hirieron, me golpearon, y hasta me dieron muerte pero jamás me doblegaron… Vamos a seguir peleando para enderezar a esta justicia que se ha torcido”. (La Jornada, mundo, p. p. 28 - 29, 9 de Febrero, 2011).