Rescate de mineros

Nacional
Apatía de la derecha con sus connacionales
Rescate de mineros
Por: Carlos Damián 10 de Octubre, 2010
Homicidio industrial en México no está penado
México.- El rescate de los 33 mineros chilenos atrapados en la explosión del 5 de agosto, 2010, en la mina de San José Atacama, cercana a Copiapó, Chile pone en terrible evidencia la gran culpa de empresarios y gobernantes mexicanos cargan en la espalda por el homicidio industrial ocurrido el 19 de febrero de 2006 en la mina de Pasta de Conchos Coahuila, al norte de México y frontera con Estados Unidos.

En Chile los directivos de la empresa propietaria de la mina, las autoridades provinciales de Atacama, el sindicato de la Minera San Esteban Primera, el presidente de la República de Chile y el pueblo chileno volcaron su fe y sus recursos técnicos en su salvamento, durante más de dos meses, hasta que el rescate de los mineros está siendo celebrado en ese país hermano y en todo el mundo, a partir del día 67 en que ocurrió esta tragedia.
A diferencia de Chile, México en 2006 y hasta la fecha, ni Germán Feliciano Larrea Mota Velasco, el segundo hombre más rico de México, accionista mayoritario del Grupo México (GMM) y de la mina Pasta de Conchos, ni sus socios accionistas, ni la pareja presidencial Vicente Fox Quesada, y Martha Sahagún; ellos nunca pusieron un pie en la mina para apoyar las labores de rescate o por lo menos como cortesía darles sus condolencias a las viudas y deudos de los mineros muertos. Posteriormente le sucedió en el cargo el actual presidente, Felipe Calderón Hinojosa, y sus funcionarios no hicieron acto de presencia ni muestras de apoyo, tampoco han otorgado apoyos económicos para los familiares. En el rescate de los 63 cuerpos de los mineros permanecen abandonados en el fondo de la mina, su sepultura es el olvido y la indiferencia de las autoridades federales y estatales.
Sin embargo Felipe Calderón declaró ufanamente en su buzón electrónico de twitter: impresionante, emocionante, el rescate de los mineros. ¡Viva Chile. Viva la esperanza de que el hombre puede superar cualquier dificultad! Más allá de toda hipocresía ruin de los gobernantes de México. Este escenario trágico es particularmente grave porque muestra a todo un conjunto de empresarios y políticos dándole la espalda a un grupo de mineros mexicanos sumidos en la desgracia y mala suerte, que no pueden salvar la vida debido a la prepotencia decidieron que estos trabajadores humanos eran “un problema menor”, y había que preservar el capital que al trabajo.
Una pesada loza ha caído sobre la derecha
En el mismo contexto, este homicidio industrial fue el comienzo de la perversa persecución que desde los gobiernos del PAN, Grupo México y otras empresas antisociales, ha debido resistir con gran dignidad el Sindicato Nacional de Mineros con sus dirigentes más de 4 años. Para nadie en el mundo es ya un secreto que la tragedia de Pasta de Conchos surgió de la negligencia criminal, de la irresponsabilidad, de la arrogancia y mezquindad del principal accionista del Grupo Minera México. El Sindicato Nacional de Mineros (SNTMMSSRM) que encabeza Napoleón Gómez Urrutia y los trabajadores mineros de ese centro de trabajo, mucho antes de la explosión denunciamos las pésimas condiciones de seguridad e higiene industrial que prevalecían en Pasta de Conchos, y no se nos hizo caso.

Han transcurrido más de 4 años de olvido cínico y de la criminal negligencia de estos patrones asesinos, que sólo acompañan a estos varones del dinero, la impunidad y complicidad de los dos últimos gobiernos federales con sus respectivos funcionarios: Francisco Javier Salazar y Javier Lozano Alarcón. Siguen celebrando jubilosamente el rescate de mineros en Chile. El actual Secretario de Trabajo y Previsión Social, Javier Lozano declaró en el momento de la tragedia de los mexicanos en la mina de carbón: “él no iba a arriesgar vidas para sacar cadáveres”. El hecho de que Grupo México, con Vicente Fox en la administración federal anterior, decidiera cerrar la mina sólo cinco días después del percance, cuando había la esperanza de que los mineros atrapados estuviesen vivos, ocultó las verdaderas causas de la tragedia.
Estos gobiernos del PAN han seguido solapando los errores, protegiendo las utilidades, las miserables condiciones de trabajo, se han olvidado de continuar con la justicia a los deudos de los mineros muertos y a sus familiares. Incluso durante los últimos diez años GMM ha obtenido más de 400 concesiones mineras, convirtiéndose en la mayor acaparadora de tierras y recursos naturales del país (¿las leyes antimonopolio donde se aplican?). Se ha planteado con el apoyo del gremio minero que se legisle para penalizar el homicidio industrial y corporativo, sin embargo es día que no se ha hecho nada por el poder judicial y legislativo.
El rescate en Chile pone en la picota a: los funcionarios, dueños, ejecutivo nacional, legislativo y al judicial que han avalado el abandono criminal de los mineros mexicanos abandonados en su sepultura de trabajo anónima. En México cancelaron toda posibilidad de vida a los 5 días del percance y a 120 metros de la superficie sólo por ser mineros y pobres. En México se han ofrecido indemnizaciones de miserables 7 mil dólares por cada minero muerto. En Estados Unidos se ofrecen 3 millones de dólares. Las viudas y padres de familia intentaron ingresar a la mina en septiembre de 2008 para rescatar a sus muertos y darles cristiana sepultura, pero fueron perseguidos como criminales y judicialmente con la acusación de “invadir propiedad privada”, cuando estaban a unos metros de rescatar los restos de los mineros. El gremio minero exige que los responsables, los cómplices y los corruptos en su conjunto sean llevados a juicio y consignados por “asesinato corporativo” y sentenciados a cadena perpetua por los hechos criminales de Pasta de Conchos. En México se hicieron camisas con la leyenda,”Mi padre minero muerto sólo me dejó esta móndriga camisa”. (La Jornada, política, p. 9, 14 de octubre, 2010)