lunes, 9 de diciembre de 2013

El Instituto Federal Electoral

Nacional Los cuatro consejeros del IFE reciben: 4.6 millones de pesos El Instituto Federal Electoral Por: Carlos Damián 18 de Noviembre, 2013 El IFE no tiene previsto otorgarles un “bono de marcha” México. - Aunque el Instituto Federal Electoral (IFE) no tiene prevista otorgar un “bono de marcha” a los cuatro consejeros que concluirán su gestión el próximo miércoles (20/10/13), de acuerdo con las disposiciones del organismo, las prestaciones que tiene el personal más las posibilidades de ahorro durante el período de gestión, con aportaciones similares de la institución, y tras, cada uno de los salientes funcionarios podría recibir 4.6 millones de pesos, antes de impuestos. De acuerdo al presidente del IFE, Leonardo Valdés Zurita (LVZ): “no tengo la precisión administrativa del caso, lo que entiendo es que los asesores, tanto de los consejeros como de la presidencia del Consejo (General) presentarán su renuncia como corresponde (por Ley), y en los términos de la normatividad aprobada por la Junta General Ejecutiva recibirán la liquidación a la que por ley tienen derecho”. El consejero Alfredo Figueroa fue enfático cuando rechazó que se aplicará pago extraordinario alguno al concluir la gestión. “No hay ninguna previsión al respecto”, sólo lo establecido para el personal del Instituto. Las disposiciones internas para el retiro del personal, aplicables a los consejeros electorales, señala que les otorgarían tres meses más 20 días por año de servicio, que en este caso fueron cinco, ya que los cuatro –Macarita Elizondo, Francisco Javier Guerrero y Alfredo Figueroa, así como el propio LVZ ingresaron al IFE en 2008. El tabulador del IFE señala que el salario bruto de un consejero es de 259 mil 314 pesos, por lo cual, al aplicarse esa disposición, le corresponderían aproximadamente 1.6 millones de pesos, más la parte proporcional de aguinaldo, lo que implica unos 300 mil pesos más. A estos se sumarían otras prestaciones que rigen en la administración pública, como el ahorro individual que cada consejero haya realizado en el período de cinco años, que tiene como límite máximo 10 por ciento de su ingreso. El instituto frente al dispendio de sus integrantes En víspera de que concluya la gestión LVZ afirmó: “estoy entregando un IFE en mejores condiciones que lo recibí”. Además se refirió al IFE como una “institución consolidada” y resaltó que se organizaron dos elecciones federales en las que no hubo “complicación jurídica ni política alguna”. Enseguida el funcionario dijo desconocer el monto de su finiquito –el cual de acuerdo con estimaciones extraoficiales, podría alcanzar 1.7 millones de pesos, a los que habría que sumar 1.5 millones para cada uno de los tres consejeros que también abandonan el cargo-, pero sostuvo que ese pago se realizará “en términos de la normatividad” y que se trata de una liquidación la que por ley tiene derecho. Semejantes pagos podrán ser en efecto legales, pero resultan injustificables si se toma en cuenta que los consejeros del IFE salientes recibieron grandes cantidades de dinero por concepto de remuneraciones durante su gestión, y son, además, inmorales en un entorno social caracterizado por la pobreza y la miseria, más el severo deterioro en los sistemas públicos de salud, educación y emergencias nacionales, como evidenció el reciente paso de huracanes. En este contexto de grandes sueldos a funcionarios públicos y el entorno laboral del ciudadano promedio con un bajo salario mantenido por treinta años, tenemos que los más de seis millones de pesos que recibirán los consejeros salientes del IFE con la suma recabada por todos los trabajadores del IFE, que es de aproximadamente 860 mil pesos y será destinada a la donación de los damnificados de los huracanes Ingrid y Manuel. Las cantidades mencionadas resultan inadmisibles si se cotejan con el desempeño reciente del IFE en su responsabilidad fundamental: organizar procesos electorales equitativos, transparentes y confiables. En efecto, durante los comicios presidenciales de 2012 los integrantes del organismo decidieron mirar hacia otro lado ante la puesta en marcha de maniobras tradicionales y sofisticadas de compra y coacción de votos, tal denuncia fue puesta en la opinión pública por Andrés Manuel López Obrador desde marzo de 2012; pero fueron omisos en sus actividades de monitoreo de los medios de comunicación desde los cuales se apuntaló la candidatura de uno de los aspirantes a la Presidencia, y pese a la suciedad generalizada y las irregularidades el día de las elecciones, los calificaron de “limpios” y “ejemplares”, en una clara extralimitación de sus facultades y obligaciones legales. Ellos recibirán un bono de salida del IFE Si nos guiamos por las disposiciones del IFE, tenemos que por cada peso que ahorra el aportante, el IFE está obligado a abonar una más, por lo que en el supuesto de que hubieran ahorrado el límite máximo (25 mil pesos mensuales), el total del dinero ahorrado más la aportación institucional implicaría la posibilidad de acumular 3 millones de pesos. Así, de esta manera, cada consejero podría retirarse, sin bono extra alguno y sólo con las prestaciones institucionales, hasta con 4.6 millones de pesos, incluido el ahorro personal, que serían 1.5 millones de pesos como máximo. Un esquema similar opera para el personal de oficina, que tendría el mismo esquema de retiro aplicable a los consejeros, según las disposiciones que han regido en el IFE, y ratificadas por acuerdos de la Junta Directiva Ejecutiva. Por otra parte, LVZ hizo votos por que la Cámara de Diputados agilice las gestiones para la designación de los sustitutos de los consejeros salientes y hablo sobre su gestión: “Se queda una institución muy sólida, consolidada; hemos no solamente aplicado eficientemente una reforma electoral compleja que hizo sujetos obligados a los medios de comunicación, que acabaron acatando el mandato de la ley por la seriedad con que el IFE la aplicó. Organizamos dos procesos electorales que no tuvieron ninguna complicación jurídica ni política; se renovó en 2009 la Cámara de Diputados en su totalidad, pacíficamente. También se renovó el senado, la propia Cámara por segunda ocasión y el Poder ejecutivo”. El cinismo del ejecutivo del IFE A renglón seguido podemos criticar el proceso oneroso de recambio de los consejeros del IFE plantea un ejemplo del derroche y la frivolidad imperantes en los poderes ejecutivo, Legislativo y Judicial y en los órganos autónomos, cuyos integrantes perciben salarios y otras percepciones insultantes para la mayoría ciudadana empobrecida por las condiciones del neoliberalismo, emplean el dinero público para dotarse de condiciones de trabajo faraónicas y ostentan sin pudor todos esos beneficios a través de ejercicios de “transparencia administrativa”. Es necesario ante tal circunstancia, dotar al país de un marco regulatorio que sirva para contener las excesivas percepciones de funcionarios, las cuales convierten el servicio público en un impulsor de las desigualdades del país, y se restituya el sentido republicano y espíritu espartano que debiera prevalecer en la administración pública, sentido hoy eclipsado por el afán de enriquecimiento y de satisfacción de ambiciones personales a costa del erario público. (La Jornada, política, p.p. 2-3, 23 de Octubre, 2013).

No hay comentarios:

Publicar un comentario