sábado, 28 de abril de 2012

Un peso por la democracia

Internacional
Se compra en barata la democracia
Un peso por la democracia
Por: Carlos Damián 16 de Marzo, 2012
El proceso democrático apesta a dinero
México. - Nuestro país como el de las barras y las estrellas, está en contra de que “se compre la democracia” por las empresas y la oligarquía. Pero no podemos ignorar que al arrancar el año electoral hay un olor verde en el proceso “democrático”. En estos momentos el aroma ha inundado a todo el mundillo electoral y político, el debate político del pasado 22 de enero, entre precandidatos republicanos fue patrocinado por American Petroleum Institute, la asociación de las empresas petroleras: Barack Obama anunció que aceptará la nominación de su partido en un estadio que lleva el nombre del Bank of America.

El precandidato Mitt Romney tiene millones de su fortuna en un paraíso fiscal para evadir contribuir al tesoro público de su país: un fallo de la Suprema Corte ha desatado lo que un analista llamó “un tsunami de dinero privado en el proceso electoral”. Se pronostica que esta será la elección más cara en la historia de la humanidad en el rango de mil millones de dólares, en la que suponemos que los votos son más importantes que los dólares. Hace dos años, la Suprema Corte (SC) de Estados Unidos emitió un fallo en el caso Citizens United´ en el cual otorgó a empresas y a ricos el derecho a invertir cantidades ilimitadas para influir en el proceso electoral, al determinar que las “personas” y por lo tanto gozan del derecho individual a la “libre expresión”.

Las súper comités de acción política (PAC)
En estas rondas electorales aún se mantienen límites sobre que cantidad de dinero se puede donar a las campañas de candidatos individuales, no hay límite sobre gastos para promover y atacar a otros aspirantes presidenciales, y además que no se haga en coordinación con una campaña específica. Las efectos de este fallo legal se vieron rápidamente en las elecciones legislativas y estatales de 2010, cuando debido al fallo de la SC aparecieron nuevas entidades legales llamadas súper comités de acción política (Súper PAC), por donde se canalizan esos fondos sin límite, sobre todo en publicidad política. Según la Fundación Sunlight, los súper PAC gastaron un total de 455 millones de dólares, de los cuales nunca se ha divulgado el origen de 126 millones, porque el Congreso no ha promovido una ley que obligue a reportar el origen de este tipo de contribuciones a los Súper PAC.

En el presente ciclo electoral presidencial de 2012 se espera que estos montos sean mucho mayores. Los Súper PAC ya han gastado en la elección de noviembre casi 30 millones de dólares. El centro de investigaciones no partidista, Sunlight está dedicado a dar seguimiento a este asunto, realizó una investigación de quiénes son los principales donantes de los procesos electorales federales, a través de sus aportaciones a campañas de partidos, PAC y otros grupos. En 2010 descubrieron que poco menos de 27 mil individuos, grupo muy reducido de contribuyentes donaron cada uno con 10 mil dólares como mínimo, para un total de 774 millones de dólares. “Cuando se trata de política, éstos son el 1 por ciento del 1 por ciento”, afirma Sunlight.

Bill Moyers en el programa “Moyers & Company”
Ellen Miller de la fundación Sunlight, afirma que, “creo en lo que uno ve en el sistema de financiamiento político es el acceso desigual y sin precedente de los ricos e influyentes a los que toman las decisiones en el gobierno. Son los que hacen las grandes contribuciones a las campañas, (…) Ellos son los que determinan quién se postula para los puestos y quién gana, y qué es lo que hace el Congreso”. Los ejecutivos e inversionistas que conforman este “1 por ciento del 1 por ciento” en el financiamiento de la política están ligados con un número reducido de empresas. Algunas de las 10 principales compañías comprometidas con los políticos están: seis compañías financieras encabezadas por Goldman Sachs, luego por otras compañías de City Group, inmediatamente le siguen Microsoft, RJ Reynolds Tobacco, American International Group y Bear Stearns.

Este proceso político siempre ha existido pero en los últimos años se ha vuelto crítica, y explícita el uso de los recursos para cabildear, contribuir a campañas de propaganda política, y con el fallo de la SC ha llegado a límites perversos. Hasta se dice que en política, “no tenemos ni capitalismo ni democracia. Tenemos un capitalismo de clientes”. La población desde luego repudia este estado de cosas, como el movimiento social Occupy Wall Street, que nombra a esto, “el secuestro de la democracia por el 1 por ciento”, y en sus manifestaciones por medio de sus pancartas se escriben frases como, “no tengo con qué contratar un cabildero, sólo tengo esta pancarta”.

Tenemos el mejor congreso que el dinero pueda comprar
Esta frase es de Will Rogers hace más de 70 años, y el cómico George Carlin, afirma que “los dueños de este país conocen la verdad: se llama el sueño americano porque uno tiene que estar dormido para creérselo”. Durante el sismo de agosto hubo serios daños estructurales en los edificios de Washington D. C., pero no tantos daños como el largo proceso destructivo del llamado sueño americano. En estas historias se incluye a Bruce Springsteen, en el prólogo del libro ‘Someplace like America’, que las últimas tres décadas de Estados Unidos son la historia de “la deconstrucción del sueño americano”. Una canción magnifica que retrata estos sucesos americanos: http://www.youtube.com/watch?v=OLFLrTnue9s&feature=related
Cuando se trata de descubrir los misterios de poder: just do it, “follow the Money”. (La Jornada, opinión, p.p. 2 - 6, 25 de Febrero, 2012).

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