La debilidad del candidato Obama

Internacional
Candidato federal
La debilidad del candidato Obama
Por: Carlos Damián 15 de Marzo, 2012
Los poblados mormones en México
México. - El pasado 24 de enero, el presidente emitió su tercer discurso sobre el estado de la Unión, Barack Obama definió lo que parece ser el eje principal de su propuesta política en la búsqueda de la reelección: la promesa de una “economía que funcione para todos”; que promueva mayor “igualdad” y justicia social, y en la que se deje de “subsidiar a los millonarios”. Algo que marca en los Estados Unidos el punto de arranque para efectos prácticos de la campaña presidencial, es la alocución presidencial, que da pie a una nueva oleada de críticas del Partido Republicano al actual ejecutivo federal: el Martes, 24 de enero expresó su postura oficial de ese partido en torno al discurso, el gobernador de Indiana, Mitch Daniels, quien sostuvo que las políticas de Obama relacionadas con el sector financiero han provocado que la crisis fiscal estadounidense sea “radicalmente peor”.

Para el aspirante presidencial Mitt Romney califica a Obama de un “presidente alejado de la realidad, alejado de la gente y de sus propias palabras” y dijo que “sus acciones son tan diferentes a lo que dice, que la gente está sorprendida y conmocionada”. La oposición republicana con su intransigencia legislativa no ha dejado de mencionar que las propuestas del candidato demócrata Obama son un lastre para la reactivación de la economía del país. Sin dejar de mencionar la doble moral característica de la oposición republicana producto de la derecha que se ha enquistado en este partido que ha impulsado críticas que no se pueden soslayar son, en lo esencial, contundentes y acertadas, constituyendo un indicador más de la debilidad política del actual ejecutivo federal.

Enclaves mormones en México
Los antecedentes de Mitt Romney, rico aspirante presidencial, se sitúan en el noroeste de Chihuahua, poblados como Juárez y Dublán habitados por mormones con doble nacionalidad, son dos colonias mormonas donde Brigham Young, presidente de la iglesia de Jesucristo de los Últimos Días, autorizó la emigración hacia el norte de México. Dichas localidades sufrieron una escisión cuando en 1882 la Ley Edmunds frenó la práctica de la poligamia o matrimonio plural, y esa ley fue aceptada por los mormones de ambos asentamientos. De ahí derivó la separación de la secta fundamentalista Iglesia del Primogénito de la Plenitud de los Tiempos, fundada por Joel Le Barón, que se trasladó a unos 40 kilómetros al sur del Nuevo Casas Grandes, y se asentó en el poblado de Le Barón, municipio de Galeana, donde aún se practica el matrimonio plural entre sus miembros.

Algunos mormones incursionan en la política nacional y local, Jeffrey Jones fue senador por el PAN y subsecretario de la Secretaría de Agricultura federal, cargo que dejó en 2009, cuando declaró: “Hay muchas cosas que se pueden aprender del narcotráfico. Es un sector que ha aprendido a identificar los mercados, están en un cultivo nocivo para la salud, pero esa misma lógica es la que hay que aprender para el campo”. En julio de 2009, el dirigente mormón Benjamín Le Barón y su cuñado Luis Widmand fueron asesinados por un grupo armado en Galeana, luego de que la comunidad se negó a pagar el rescate para liberar a Erick Le Barón, hermano menor de Benjamín, quien había sido secuestrado. Pese a los estrictos lineamientos de su religión, que les limita el consumo de alcohol y drogas, muchos miembros de las colonias mormonas, básicamente los jóvenes, son adictos a las substancias y los dirigentes de a comunidad han abierto centros de rehabilitación para atender el problema.

Candidato presidencial
No podemos olvidar que el presidente dispuso durante los primeros dos años de su jefatura, de la fuerza legislativa y del capital político necesario para echar a andar los cambios prometidos en su primera campaña presidencial: entre las promesas en campaña recordemos la reforma de un sector financiero y un rediseño del inequitativo régimen fiscal de su país. Incluso ahora tiene potestades administrativas para emprender la necesaria reactivación económica de la nación. Posiblemente sea la falta de voluntad política, cálculo político o por presiones de los poderes fácticos, la actual administración quedó atrapada, desde su inicio, en una maraña de intereses políticos y corporativos, y es incapaz de realizar las transformaciones que con urgencia en diversos ámbitos, el país requiere cambios en lo social, económico, y político.

En estos momentos está por concluir el período presidencial, el poder político en Washington sigue siendo, igual a las pasadas administraciones: un mecanismo orientado a aceitar negocios privados, no a procurar el bienestar del pueblo estadounidense. Para colmo la reactivación económica prometida por el primer afro-estadounidense que ocupa, la Casa Blanca se tambalea ante los indicios de una nueva recesión. De tal manera que Obama está retomando promesas de campaña con los principios que debieron haber regido su administración, lejos de ser muestra de claridad y visión de estado, es un indicador de la falta de rumbo, la tibieza y la indefinición que han caracterizado a su gobierno. En breve parece difícil que el actual presidente entusiasme electoralmente a los núcleos más desprotegidos de la población, que no han mejorado con la actual administración, y a los sectores progresistas y lúcidos de la sociedad que le otorgaron un triunfo electoral histórico en noviembre de 2008. (La Jornada, política internacional, p.p. 4 – 5 , 31 de enero, 2012)