jueves, 29 de octubre de 2015

Arte de magia

Nacional
El peor escándalo de derechos humanos en la historia reciente: México
Arte de magia
Por: Carlos Damián                                            25 de Septiembre, 2015
Aun cuando tenemos éxito, nunca damos alegría: Fondebrider
México. -  Desde los niveles más altos del gobierno de México existe un “escandaloso encubrimiento” de los responsables de la desaparición forzada de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa, en Guerrero, afirmó Amnistía Internacional (AI). El organismo resaltó que los hechos ocurridos en Iguala el 26 y 27 de septiembre en 2014 son una tragedia, “uno de los peores escándalos de derechos humanos, en la historia reciente de México”. Debido a las deficiencias en las investigaciones y a que un año no existan avances para conocer la verdad, lo que queda como evidencia es que “cualquiera puede desaparecer por arte de magia en el país, mientras quienes están en el poder se enfocan en cubrir las huellas”.  Señaló que las autoridades han tenido un manejo negligente de la investigación y agregó que el titular del ejecutivo seguirá a ojos de la comunidad internacional “como el facilitador de estos horrores”, a menos que adopte una acción real, agregó.

Las personas que se encuentran en el poder cubrieron las huellas
Enrique Guevara-Rosas, directora para las Américas de la agrupación, puntualizó: “La inquebrantable determinación del gobierno mexicano de convencer al mundo que los estudiantes fueron asesinados por una banda de narcotraficantes y sus restos fueron quemados en un basurero actuando como una distracción de cualquier otra valiosa línea de investigación”. La activista insistió en que falta explorar la actuación que tuvieron los militares e impartidores de justicia, sobre todo de quienes no intervinieron a pesar de ser conscientes de los abusos cometidos contra los estudiantes en el momento en que se estaban llevando a cabo. Recordó que la desaparición  de los normalistas ocurrió luego de que fueron detenidos por policías municipales de Iguala y desde entonces se ha dado información sobre la supuesta identificación de los restos del estudiante Alexander Mora Venancio, de 19 años. Hace unos días, las autoridades dieron cuenta de otro hallazgo: la identificación por un hueso de, Jhosivani Guerrero de la Cruz.

Sin embargo, señaló que expertos del equipo argentino de antropología forense han dicho que no es concluyente el examen de ADN sobre estos últimos restos.  Al abundar sobre las fallas que ha tenido la indagatoria del gobierno mexicano, Amnistía Internacional resaltó que también hubo negligencia en el manejo de la evidencia forense, porque nunca fue procesada. Los oficiales llegaron en la noche en que los estudiantes fueron detenidos en Iguala no tomaron fotos, A estos y otros elementos, como la oposición a que se entrevista a los militares que se encontraban en la zona donde los normalistas desaparecieron, se suman las conclusiones del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) según las cuales es científicamente imposible que 43 cuerpos fueron incinerados en un basurero en el municipio de Cocula, en las condiciones expuestas por las autoridades.

Cualquier persona desaparece y el estado encubre el delito
Trabajan en narcofosas, feminicidios, matanzas, ejecuciones extrajudiciales  y desapariciones forzadas. Su tarea dista de ser sencilla, pero el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAP) ha ganado prestigio como grupo independiente que intenta responder la interrogante de familiares de víctimas: explicando las posibilidades y expectativas de lo que se puede lograr y lo que no. Atendemos sus dudas, porque nos parece mejor que vean como es el trabajo y que participen.” No se limita a una muestra de ADN sino que se hace un acercamiento con un antropólogo social, que entabla relaciones con la gente con la que se trabaja, por qué la gente no tiene que creerte, todo lo que digas”. Es una forma de que sea claro lo que estás haciendo, y no tiene que ser tan técnico, y tampoco creer que un hueso hallado es de tu hijo, sólo porque se les muestra. Por otro lado se trata de mitigar un poco la angustia que generan este tipo de casos. Y a nosotros nos hace bien ver a los familiares, tener una devolución de parte de ellos”.

“Es importante escuchar mucho, apoyarse en alguna ONG local y estudiar el caso, que no es lo mismo que investigar un homicidio común. Es muy diferente al trabajo de un forense tradicional, que hace una autopsia en una morgue y analiza la muestra en laboratorio. “Nuestro trabajo es una mezcla de historiador, detective, periodista y antropólogo social, porque lo que hacemos es tratar de entender los procesos políticos, étnicos, y religiosos dependiendo del caso. Además, tiene otra complejidad. Por lo general hay estados que matan: está la maquinaria administrativa. Tenemos que intentar entender esa lógica de matar”.” En ocasiones las familias depositan la confianza para llegar a la verdad y ustedes manejan la ansiedad para buscar y no encontrar”. “Esta situación frustra, y uno mismo es lo de menos, lo peor es para los familiares. “En muchos casos hay que saber que por más que uno lo intente va a ser difícil y va a llevar mucho tiempo. No es una serie de televisión. A veces no se encuentra  a la persona desaparecida, como sucedió con quienes fueron arrojados al río durante la dictadura argentina”. “De todos modos, aun en los casos en que logramos identificar a las víctimas, nunca es una alegría. Nosotros no devolvemos gente viva. Devolvemos gente muerta, y somos conscientes de esta situación”.

Informe del GIEI es un referente: Campa
Nosotros investigamos matanzas y desapariciones en sitios donde existe la impunidad y los perpetradores están vivos, y en verdad sentimos miedo, pero en general el problema serio se da para la gente que vive en el lugar cuando trabajamos en el campo donde pasan estas cosas, donde la presencia del Estado es débil. Nosotros en un momento difícil podemos tomar un avión e irnos; por eso somos muy cuidadosos. “Hay lugares, en los que si hablamos con alguien todo el mundo  sabe que esa persona hablo con ‘los extranjeros’ y esa situación pone en peligro a la persona”.” Aunque ese peligro existe como cuchillo que parte el queso, vemos que las movilizaciones adquieren fuerza. En América Latina se han movilizado más familiares en el mundo debido a la conciencia social que está adquiriendo la gente. Estamos hablando de Argentina que donde el movimiento de derechos humanos ha hecho presión para conocer la verdad de la guerra sucia. Es muy diferente en países débiles de África, o en Asia con estados muy policiales y represión paramilitar claramente marcada en la población civil, en donde se convoca a una marcha por los desaparecidos y se reúnen ochenta personas.

Los padres de familia de los desaparecidos de Ayotzinapa realizaron una manifestación para exigir la presentación con vida de los ausentes y los 800 manifestantes marcharon desde las instalaciones de la escuela rural rumbo al zócalo de la ciudad, donde acusaron al gobernador Rogelio Ortega Martínez de reprimirlos el en la carretera Chilpancingo- Tixtla y de impedir el paso a la manifestación  que se trasladaría a la Ciudad de México. El colectivo responsabilizó al Gobernador y al gobierno federal “de cualquier represión contra los contingentes que participarán en la marcha – caminata”.  En relación con el anuncio de que ya existen órdenes de aprehensión contra los dirigentes estudiantiles y algunos padres de familia, el grupo manifestó: “la consigna del gobierno es impedir las movilizaciones para demandar la presentación de los 43 estudiantes desaparecidos”. (La Jornada, politica, p.p. 3 – 5, Septiembre 24, 2015).

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