La guerra de las empresas con fines de lucro

Internacional La visión tecnócrata y empresarial de la educación La guerra de las empresas con fines de lucro Por: Carlos Damián 6 de Enero, 2012 El sistema educativo se cambia para generar ganancias e inversión México. - Es tal vez la voz más eminente en contra de los reformistas es Diane Ravitch (DR), profesora en la Universidad de Nueva York, es autora de 10 libros, y ex asistente de educación en la administración federal de George Bush padre. Nos regala algunas de sus ideas, entre ellas podemos notar que, “la profesión magisterial está bajo ataque de aquellos que culpan a los maestros por condiciones más allá de su control. Ellos desean quitarles su profesionalismo y convertirlos en técnicos en exámenes (…) ellos logran quitar el derecho a los docentes de negociar el contrato colectivo, y de esta manera de silenciar sus voces”. Es lo que nos dice David Brooks acerca de las políticas educativas nacionales. También advierte DR en su libro ‘The death and Life of the great American School System’, que, “en los próximos años, los alumnos serán sometidos a más y más exámenes, la industria de los exámenes engordará, y la calidad de educación sufrirá aún más. Para poder rescatarse, los docentes deben enseñar sólo en torno a los malos exámenes, los distritos escolares abandonarán las artes, y reducirán el tiempo en torno a los exámenes como historia, geografía, civismo, ciencias e idiomas para tener más tiempo para los exámenes. Habrá más escándalos de trampas con las calificaciones de las evaluaciones, que determinarán las vidas de carreras de docentes y directores. Y la sobrevivencia de sus escuelas”. Lo más reciente de sus declaraciones es que las empresas con fines de lucro tienen el objetivo de “lograr ganancias, no buena educación, y la manera en que generan ganancias es recortar costos, y lo hacen sustituyendo docentes con experiencia por docentes sin experiencia, y con tecnología. No preguntan si es bueno para los niños o si esta acción mejora la educación, sino si incrementa las ganancias sobre la inversión”. Una educación sin experiencia, y sin libertad de enseñar academia pero con mucha ganancia. Algunos de los críticos del cambio de sistema educativo observan el embate empresarial y conservador, y ellos argumentan que se mejora al aplicar las “fuerzas del mercado” al sector público. En 2008, Susan Nenman, anteriormente subsecretaria del sector público de enseñanza en la época que fuera presidente George W. Bush, promotora de la Ley NCLB, y profesora del sector público, han señalado en su momento que algunos de sus colegas ven en esta ley al “caballo de Troya”, para impulsar la agenda de privatización, y demostrar el “fracaso” de la educación pública, y así “hacerla estallar un poco”. Richard Rothstein (RR), ha comentado que “los impulsores del movimiento de reforma niegan el impacto de la pobreza sobre los estudiantes”. De hecho, la brecha en desempeño académico entre pobres y ricos se ha ampliado hasta un 50 por ciento desde 1980. Esta visión tecnócrata y empresarial de la educación se ha revelado, en Texas con un 80 por ciento de las juntas escolares del estado aprueban una resolución en la que rechazan los exámenes estandarizados como base para la evaluación de docentes y escuelas. En la ciudad de Nueva York las estadísticas reprueban las reformas educativas implementadas por el estado empresarial y tecnológico. Posteriormente en la ciudad de Chicago, el 10 de septiembre de 2012, en 25 años el sindicato de maestros estalló la huelga en demanda de no abrir más escuelas chárter, una evaluación generalizada, y bonos de maestros con base en resultados de estudiantes en exámenes estandarizados. Para los maestros este “caballo de Troya”, se detuvo ocho días después, tras concesiones por ambos lados, logrando detener la agenda empresarial del alcalde Rahm Emanuel, pero la guerra continúa. El experto en políticas educativas RR comenta que la huelga “fue la primera rebeldía abierta de maestros a escala nacional por los esfuerzos para evaluar, castigar y recompensar a los docentes basados en las calificaciones de sus estudiantes en los exámenes estandarizados (…) el descontento de los maestros ha estado ahí, pero se necesitó un sindicato bien organizado para dar expresión práctica a ese descontento”. Encontramos en Chicago, Illinois, una primera llamada de rebeldía. El embate empresarial El hombre más rico de Estados Unidos, Bill Gates se asegura que nombró al secretario de educación en los últimos diez años y a través de su fundación Bill y Melinda Gates, ha usado sus masivos recursos para definir el debate sobre educación en la nación, y junto a otros millonarios es el principal impulsor de reformas federales y estatales que se centran en la evaluación de maestros y escuelas con base en los resultados de exámenes estandarizados, la promoción de escuelas chárter (semiprivadas), y la aplicación de “soluciones de mercado”, a lo que se ha calificado curiosamente como un sistema de educación “fracasado”. Esta gran influencia está determinada por el dinero empleado para fomentar e impulsar en todos los ámbitos conocidos su visión empresarial en las escuelas chárter. Esta visión comercial y tecnócrata de las escuelas públicas por parte de la fundación Gates, ha llegado a cambiar al sector educativo nacional tanto en ciudades y estados, como las formuladas por el gobierno federal. Arne Duncan, secretario de educación ha sido influido por las recomendaciones de la Fundación Gates y sus “reformadores” afiliados. Tanta ha sido la influencia de Gates que la política del gobierno federal y las formuladas por el rico millonario no son distinguibles. Esta Fundación ha otorgado entre 300 y 400 millones cada año para educación a lo largo de una década, en becas Harvard para desplegar expertos en “datos estratégicos” para desempeñarse como “agentes de cambio” en distritos escolares de Boston, LA y otros estados de Estados Unidos, y espera dedicar más de 3 mil 500 millones de dólares en estos años. (La Jornada, política, p.p. 2- 3, 3 de Enero de 2013).