sábado, 2 de febrero de 2013

El sistema se vuelve austero

Nacional De las palabras a los hechos El sistema se vuelve austero Por: Carlos Damián 13 de Diciembre, 2012 El sistema del PRI no anticipa ningún cambio, todo seguirá igual que antes México. – El gobierno federal anunció el lunes (10/12/12), una serie de medidas “para el uso eficiente, transparente y eficaz de los discursos públicos, y de las acciones de disciplina presupuestaria en el ejercicio de gasto público”, entre las cuales figura, una reducción de 5 por ciento a las percepciones de los mandos medios y superiores de la administración pública, la congelación de contrataciones de personal eventual o por honorarios, salvo en casos de “incremento no previsto de actividades” de alguna dependencia. La cancelación de puestos “homólogos a los de estructura”, así como la realización, en cada instancia del gobierno federal, de diagnósticos sobre su estructura orgánica, procesos internos y gastos operativos. Tales propósitos resultan positivos, en principio, frente a los niveles desmesurados a que ha llegado el gasto corriente del gobierno federal, injustificables en cualquier circunstancia, en especial en la que atraviesa el país actualmente, caracterizada por un crecimiento económico a todas luces insuficiente y por la incapacidad o falta de voluntad del Ejecutivo para cumplir con sus obligaciones básicas hacia la población en materias como: seguridad, educación, salud y promoción del desarrollo. A la luz de los resultados puede decirse que en décadas recientes México ha padecido un gobierno desorbitadamente caro y trágicamente ineficiente, y que el presupuesto público, cuyas dimensiones corren parejas con las de la corrupción, lejos de ser un factor para el desarrollo, se ha convertido en uno más de sus obstáculos. La burocracia sin alteración La propuesta presentada por la SHCP es inercial, y de acuerdo con un análisis del Centro de Investigación en Economía y Negocios (CIEN) del ITESM, la propuesta hacendaria contempla un aumento del gasto corriente de 6.2 por ciento y de solamente 2.6 puntos porcentuales en inversión, ante lo cual, consideró, es evidente que conserva la estructura fundamental de lo construido por el gobierno anterior. Una conclusión similar se desprende cuando se observa que los servicios personales reportan un incremento de 6.3 por ciento, marcando por ello que la estructura burocrática permanecerá sin alterarse. Si bien el ramo de desarrollo social tiene un aumento en su presupuesto, en realidad la mayor parte (94 por ciento del total) es para el gasto corriente. En contraparte, sectores esenciales para el desarrollo de infraestructura fueron castigados, como el de comunicaciones y transportes, que tiene una propuesta de casi 12 mil millones de pesos menos a lo asignado en 2012. El proyecto de presupuesto de egresos de 2013 potencializa la dádiva, el asistencialismo y la pobreza en el campo, no fomenta la actividad productiva del agro ni erradica el hambre. Para el Barzón, es una propuesta inercial en la que no se adoptan ningún cambio. El gobierno propuso para el Programa Especial Concurrente 300 mil 171 millones de pesos, que representan un decremento de casi 2 por ciento en comparación a lo aprobado este año. Rocío Miranda, dirigente de la UFIC, exhortó a los legisladores a cumplir con el acuerdo político signado con diversas organizaciones en el senado, y no se puede continuar importando alimentos que le han costado al erario público más de 26 mil 500 millones de dólares. Los recursos señalados en el Presupuesto de Egresos 2013 para la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) será de 6 mil 947.4 millones de pesos. De no haber cambios durante la discusión del paquete económico que presentó la SHCP, significará un aumento de 13.6 por ciento respecto de lo asignado para el año que termina. Esta variación permitirá a la cancillería ajustar el pago de servicios personales al tipo de cambio frente al dólar y el euro, entre otras divisas, en el caso del personal asignado a las representaciones del país en el extranjero. El presupuesto privilegia la dádiva El gobierno de EPN determinó un recorte de 5 por ciento a los sueldos y salarios de los mandos medios y superiores de la administración pública federal, así como congelar cualquier contratación de personal eventual o por honorarios. La medida que entrará en vigor a partir de 2013, afectará a más de 71 mil 800 servidores públicos que cuentan con un puesto de trabajo incluido en la definición de “mandos medios y superiores”. Hasta ese año, esos mandos constaban al erario, según SHCP, más de 48 mil 460.5 millones de pesos, con lo que el ahorro impulsado rondaría los 2 mil 423 millones. Es pertinente recordar que hace seis años, en los primeros días de diciembre de 2006, Calderón anunció un recorte de 10 por ciento a los ingresos de los mandos medios y altos del gobierno federal, medida que, ante los dispendios y la frivolidad de su administración, resultó ser mero lucimiento de propaganda de inicio de sexenio. Aunque Andrés Manuel López Obrador, ofreció recortar a la mitad los salarios de los altos funcionarios federales, acción que ya había aplicado en el gobierno del D. F. entre 2001, y 2005, que permitió ahorros significativos en al administración capitalina. Podemos no coger la corrupción pero el servicio público se ha convertido en un espacio de privilegio y de acentuación de las intolerables desigualdades sociales que caracterizan al México contemporáneo. Desde luego que el país requiere con urgencia una política de austeridad, no sólo por razones económicas sino también políticas: el mantenimiento del aparato del Estado recaen en su mayor parte en los sectores menos favorecidos y en las clases medias, los cuales han venido enfrentando alzas regulares en los impuestos, tarifas, gasolina y han experimentado una caída injustificable en la calidad y la extensión de los servicios gubernamentales. A la larga, esta situación se traducirá en irritación social, y en resumidas cuentas, en estrechamiento de los márgenes de gobernabilidad. El mero anuncio de medidas de austeridad constituye un signo alentador, aunque resulta necesario pasar de las palabras a los hechos, adoptar medidas que vayan más allá de los propósitos publicitarios y realmente reduzcan el costo del gobierno e incrementen su efectividad, y es preciso que éste haga del ahorro y la racionalidad en el gasto una política para seis años. (La Jornada, política, p.p. 6- 18, 10 de Diciembre de 2012).

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