viernes, 9 de abril de 2010

Los haitianos en México

Nacional
Los haitianos en México
Por: Carlos Damian Miércoles, 10 de octubre de 2007
El sabor del Caribe y la alegría de su gente viven en el norte de la capital de México
México.- Un peculiar enclave de reunión de la creciente comunidad de haitianos en México en un restaurante al norte de la capital. Este se encuentra cubierta las paredes de un rosa mexicano mate, fija en las paredes un letrero “la unión hace la fuerza”. Decenas de isleños asisten a comer ahí arroz con frijoles y pollo.

En su mayoría, los haitianos que radican en el país, en su mayoría jóvenes, se dedican a estudiar; medicina, agronomía, ciencia política, gestoría social, ingenierías, y enfermería. En las principales ciudades de México; Guadalajara, Puebla, Pachuca, Monterrey, y en México, D. F. usan las universidades como la UNAM, UAM, o el Instituto Politécnico Nacional. En general cualquier universidad es buena para estudiar, ya que en Haití la educación mexicana es considerada excelente.

Por los caminos de Haití

Estos jóvenes que se dedican a cultivarse les envían remesas sus familiares que viven en EE. UU. O Haití para financiar gastos. Varios de ellos viven en departamentos rentados entre Cuitláhuac, el Toreo o bien alrededor de Tasqueña.

Al llegar a México desde Haití Mike Borel nacido en Puerto Príncipe hace 28 años, pisó tierra mexicana en 2001. Es rechoncho, negro y trabajaba en la capital como chofer de transporte terrestre en tiempos de Jean Bertrand Arístide y jura que le gusta México.

Traía consigo dinero para invertir en un restaurante y asegura que lo engañaron al iniciar actividades en la ciudad pero se decidió a ir a su embajada y le ayudaron a tramitar su FM2 documento para permanecer en el país y trabajar. Como era cocinero en mi país pensé en el Distrito Federal ya que tiene mucha gente, mucho movimiento, y todos tienen que comer, lo cual garantiza clientela. De tragones y borrachos está lleno el panteón.


Los bemoles de la ciudad de México

Al llegar a esta ciudad me lloraban muchos los ojos, me sangraba la nariz, esto es la polución que me dañaba, pero el racismo no es problema en México; algunos me dicen bienvenido pero otros me dicen negro, bueno hay de todo en la viña del señor.
La migración reciente de haitianos a México se acentuó por los sangrientos conflictos ocurridos en 2003, que alcanzaron su culminación con la salida de muchos ciudadanos. Las familias clase medieras y acaudaladas optaron por enviar a sus hijos a estudiar a República Dominicana, España, Estados Unidos y México, para alejarlos de la violencia cotidiana en la isla.

Algunos de los clientes habituales son jóvenes isleños, como; Jean Atanese, Julián Pierre o Lilianne Ciceron

La mezcla de razas y cultura en el Distrito Federal

Jean Atenese , de 26 años, es gordo alto, negro y habla español con dificultad. Vestido con su uniforme de médico, bata blanca con leyendas pequeñas azules al frente del lado del corazón. Estudia en la escuela de Medicina en la Universidad del Valle de México junto con tres haitianos, escogieron a esta ciudad porque creían obtener ventajas al estudiar fuera de Haití, a donde Atenese no volverá afirma.

A él le costean sus estudios cada semestre, para él los mexicanos de su amabilidad, y en estos días ya no salgo del departamento a menos que tenga que ir a ver a mi novia haitiana a Nativitas. En cuanto a Lilianne Cicerón ella desea inscribirse en informática en el Politécnico, estaba en la escuela de medicina Tominaga Nakamoto gastando 30 mil pesos el semestre. No tuvo dificultades con el idioma español ya que desde chica le enseñan en la escuela. La ciudad de México es un poco diferente a su patria y le parece más seguro el país huésped ya que hace tres años en Haití había un clima de reyertas políticas y violencia. (El excelsior, 12 de mayo de 2007, p. 02 )

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