Ernesto Guevara ícono americano

Nacional
Ernesto Guevara ícono americano
Por: Carlos Damián Viernes, 21 de septiembre de 2007
El comandante che Guevara trasciende a sus asesinos y al odio de clase se despertó en oligarcas y círculos imperialistas
México.- Su trayectoria personal de este argentino tratando de compartir con sus semejantes sus ideas, sus actividades, nos dice de las peculiaridades de su personalidad. Su actuación en Cuba como funcionario público que le ofrecieron por apoyar y solidarizarse con sus compañeros de lucha social y política. Su paso por África y su prematura muerte en Bolivia, constituye una fuente de enseñanza para todos.

No se requieren iconos en altares reverenciales, ni afiches con su imagen vaciada de todo contenido social y político por la cultura mediática del consumo. Ernesto Guevara (el che) nos guía como la estrella polar en este mare magnum y confusión haciendo necesario comprender las coordenadas que guiaron su vida, en el contexto social de la época de buscar la libertad por la gran represión que en todos los órdenes sobre la sociedad de antaño existía.

Ernesto Guevara en el siglo XXI

Uno de los afanes que rigieron los destinos del Che Guevara, fue el internacionalismo que fue un rasgo distintivo que trató de verter por toda América Latina generándose un dirigente social y un teórico de una visión del socialismo marcada por una perspectiva ajena al localismo. Afirmaba el che, “la revolución que dirige deja de ser una fuerza impulsora y se sume en una cómoda modorra, aprovechada por nuestros enemigos irreconciliables, el imperialismo, que gana terreno.”

Nosotros reflexionamos, en un ámbito socialista y en un cerco sanitario creado por las estaciones de policía, poder compaginar y consolidar un proceso revolucionario en un estado con petróleo pero con muchas carencias. Similarmente en la revolución rusa en 1917 y la intervención militar de numerosos estados en su contra a la toma de poder por los bolcheviques. Asimismo en la revolución mexicana mediática y controlada por los detentadores del poder, al terminar el movimiento social observamos como los verdaderos líderes de opinión en el campo y en las ciudades fueron aplacados bajo seis pies de tierra. Sólo quedaron los roba vacas y parásitos de esta Revolución que luchaba por la libertad, y represión social.

La ruta del che Guevara

En la ruta, tenemos que en sus tres experiencias como dirigente revolucionario hay una exitosa –Cuba- , y dos fracasadas –Congo y Bolivia-. En torno al asunto nacional, en la nación no existe una comunidad histórica que aspire a transformar al país, no hay una continuidad histórica con las luchas seculares del pueblo; no hay un conocimiento profundo de los problemas prioritarios sociales y económicos; no hay una unidad de acción de los diferentes actores sociales; y tampoco una relación estrecha de carácter orgánico entre todos los actores en todo el territorio nacional.

Por ende el fracaso del movimiento social esta destinado al fracaso y a la poza. En este socialismo no hay tendencias de carácter: universalista y localista. Menos habrá lo que en la revolución francesa apreciamos como; igualdad, libertad y fraternidad. Pero impulsó en las 13 colonias inglesas en América la libertad del alma mater. Aunque al ser diseñado el estado americano como una república con carácter débil en un pantano de Washington fue creada la Casa Blanca, que posteriormente transitó en una república fuerte y militarista.

A pesar del tiempo transcurrido de la muerte cobarde del che hace 40 años, en Bolivia es evidente la actualidad del che en el siglo XXI

La figura del personaje histórico se ha impuesto sobre las interpretaciones maniqueas sobre su gesta y su persona de biógrafos y analistas objetivos. Él permanece como ayer y hoy encarna la lucha intransigente y sin concesiones contra toda clase de dictaduras e imposiciones vergonzosas. Él perdura en el tiempo por su posición crítica a las desviaciones burocráticas y autoritarias del socialismo; por el apego estricto a los principios, la honestidad, y la congruencia.

Cuánta razón asiste a las generaciones de jóvenes por su rebeldía social y justicia económica, que viva el che ad infinitum amén. (La Jornada, opinión, 21 de septiembre de 2007, p. 24)