domingo, 18 de abril de 2010

La isla de Cerralvo

Nacional
A borrar la historia mexicana
Por: Carlos Damian 24 de Noviembre, 2009
La isla Cerralvo
Jackes Cousteau expresó que el mar de Cortés tiene muchos lugares turísticos
México. – Una franja de tierra de Estados Unidos Mexicanos que se logra internar en el Océano Atlántico, forma un estado llamado Baja California, a semejanza del norte de E.U.M., un estado denominado California propiedad de Estados Unidos de América. Este lugar paradisíaco en México está situado en medio del Golfo de Hernán Cortés y el Océano Atlántico, tiene muchos lugares turísticos entre ellos logramos destacar a una isla que se ha vuelto noticia, se encuentra situada al sur de la Bahía de La Paz, esta isla hermosa tiene por nombre isla Cerralvo.

Nos ha sorprendido que a la isla Cerralvo le hayan cambiado el nombre (a la isla) por el del oceanógrafo francés Jackes Cousteau, que no tiene ninguna relación histórica ni social con los mexicanos. En México y en el mundo los nombres de lugares de ciudades, de islas, pueblos, montañas, etc, tienen relación con la historia de determinado país y de la identidad nacional.

Isla Cerralvo
En este caso de cambiar nombres al arbitrio y sin dar razón alguna se borra de la California mexicana un referente de siglos, de toponimia, de historia local y nacional de un plumazo. El diario oficial de la Federación del 17 de noviembre, suscrito en Aguascalientes por el director general de Geografía y Medio Ambiente del INEGI por el cual, “se actualiza el cambio de nombre geográfico de la isla Cerralvo por el de Jackes Cousteau”.

En el acuerdo citado, se declara que “el Poder Ejecutivo a través de la Secretaría de Gobernación, encargada de administrar las islas de jurisdicción federal (…), solicitó al Inegi realice las gestiones necesarias para registrar el cambio de nombre geográfico (topónímo) de la isla Cerralvo en el Registro Nacional de Información Geográfica”.

La historia borrada de un plumazo
El gran historiador Francisco Xavier Clavijero dos siglos antes, describió al mar de Cortés como una inmensa mina marítima por sus recursos piscícolas. Veamos la historia: en 1662 llegó a Acaponeta, en Nayarit, un capitán de navío, Francisco de Ortega. El tenía conocimiento de anteriores expediciones a la península de California y quería probar fortuna. El pequeño inconveniente fue que el rey Felipe IV, había ordenado que se suspendiera cualquier nuevo intento de exploración, ya que hasta entonces nada se había podido lograr.

En este intento de probar fortuna el sagaz capitán Francisco de Ortega se dirigió al virrey marqués de Cerralvo, informándole que tenía una fragata con la que podría ir a California y no precisamente para explorarla, sino para averiguar si valía la pena tal exploración. Con esta propuesta pueril obtuvo la licencia pedida el capitán de fragata.

El capitán de fragata emprendió tres expediciones, en 1632, 1634, y 1636. Estableció contacto con los indígenas del puerto de La Paz y exploró hacia el norte hasta cerca del paralelo 28. En el tercero de los viajes la embarcación de Ortega quedó destruida en un huracán, pero éste con sus hombres y con los restos de la fragata, pudo construir otra. De tal manera que en esta expedición autorizada por el virrey de Cerralvo tuvo lugar la primera construcción de una nave en las Californias.

Ortega dejó una agenda de sus viajes en un diario que da cuenta de todo lo que fue descubriendo. Bautizó a lo largo de su expedición a muchas islas y en reconocimiento por la autorización concedida por su virrey, dio el nombre de Cerralvo a la isla de considerable extensión situada un poco al sur de Bahía de La Paz. Precisamente este es el meandro del río de la historia, si esta isla se ha conocido por cuatro siglos con ese nombre, actualmente, ¿por qué se le cambia de nombre rico en evocaciones? ¿Quién fue el responsable de cambiar la identidad nacional?

Propondremos desde estas líneas, que para evitar aberraciones como la antes descrita, se apruebe una ley en el Congreso de la Unión para poder alterar o cambiar nombres de localidades, islas y naciones. Que haya un plebiscito o consulta pública, que respete la historia local y nacional. Todo esto con el fin que no desaparezca y cambien la historia de la localidad y del país en general solo por una rabieta infantil. (La Jornada, política, p. 32, 24 de Noviembre, 2009)Javier Sicilia en caravana de la paz
http://www.youtube.com/watch?v=y6SoeGjOwBk&feature=related

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