sábado, 18 de mayo de 2013

El ex presidente Echeverría

Nacional El fue mesiánico, megalómano y naive: Jova El ex presidente Echeverría Por: Carlos Damián 15 de Abril, 2013 La posible conspiración para asesinar a JLP México. - Aunque en los estancos secretos de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) existen evidencias de que el ex presidente Luis Echeverría Álvarez (LEA) fue uno de sus agentes y que colaboró como informante de alto nivel siendo secretario de Gobernación, e incluso mandatario, en las oficinas del servicio diplomático estadounidense nunca gozó de aprecio. Y en las postrimerías de su sexenio era visto por los consejeros y asesores de la embajada de Estados Unidos como un político “inquieto y ambicioso”. Peor: “Es un producto típico del sistema político mexicano, hipócrita y corrupto. Es una especie de puritano, mantiene un ritmo de trabajo, asesino (no siempre productivo), adora los reflectores. En la línea del ex presidente de culpar al imperialismo, a la derecha y a la izquierda, se fue agriando la disputa. El propio presidente teniendo la oportunidad de corregir su línea de información, no lo hizo durante una conferencia de prensa con periodistas cubanos. Otro cable, cuatro días después, analizaba el exabrupto de LEA bajo otra luz; “Ciertamente LEA tiene todas las razones para saber con precisión, por sus años de presidente y antes como secretario y subsecretario de Gobernación, que la posibilidad de que la CIA o cualquier otra instancia del gobierno estadounidense se involucre en este tipo de disturbios es virtualmente nula”. El incidente se complicó. El embajador de México en Estados Unidos, Juan José de Olloqui, fue llamado al Departamento de Estado para que escuchara la protesta formal de Washington por las acusaciones infundadas de LEA contra su gobierno. Y aún después, el canciller Rabasa, abordado por la prensa, insistió en no retractarse: “Hay que partir de la hipótesis de que la CIA opera en nuestros países. Eso no es novedad”. Ese fue el titular de varios periódicos nacionales al día siguiente. Después de esto, la descalificación de Jova a Echeverría para el liderazgo de la ONU puede ser interpretada como el cobro de una factura pendiente. Joseph John Jova (JJJ), el 6 de agosto, alertaba: “Crecen los rumores de que el presidente LEA podría estar conspirando para asesinar a José López Portillo (JLP), el presidente electo de México para poder extender su período en el poder”. Estos rumores que habían empezado a escuchar en sobremesas y cocteles, posiblemente también en los clubes de golf que frecuentaba el diplomático, provenían principalmente de hombres de negocios, pertenecientes al círculo cercano de quien fue el sucesor de LEA. Refiere el diplomático que empezó a escuchar estas versiones apenas resultó “destapado” JLP en septiembre del año anterior. Pero una vez electo, el círculo de estos cotilleos se ampliaba y las preocupaciones por un suceso así empezaban a alcanzar a la academia y al mundo de la intelectualidad. “Cada vez son más frecuentes las versiones y temores en este sentido”, afirma el ex embajador estadounidense. Es propiedad del presidente el PRI “Seguimos considerando que los rumores son meros síntomas de la suspicacia con la que los mexicanos perciben al presidente, más que avisos concretos. Sin embargo, son lo suficientemente consistentes, como para sustentar la especulación que expongo en este informe con el fin de definir un escenario posible y sus implicaciones para el gobierno de Estados Unidos”. Un año antes en Estados Unidos, el presidente Gerald Ford había sufrido dos fallidos atentados, uno el 5 de septiembre de 1975, en Sacramento, y otros 17 días después, en San Francisco, California. Estas acciones dirigidas contra el mandatario que asumió la derrota de Estados Unidos en Vietnam - y que los ex combatientes no fueran considerados héroes de guerra – además concedió el perdón a Richard Nixon por el escándalo de Watergate quizá pesarían en el ánimo del diplomático JJJ, estaba predispuesto a considerar seriamente la posibilidad de un atentado similar en México, “impensable”, tal vez pero digno de considerarlo como una hipótesis de trabajo. Además agrega JJJ, considera el ‘modus operandi’ del supuesto atentado, según esta conjura: LEA y un selecto grupo de militares montarían una complot que, en última instancia, podría incluso “salpicar” a la CIA. La liga 23 de septiembre sería el chivo expiatorio de la acción. Con esta imaginación que nos regala el embajador estadounidense, nos señala el uno de septiembre, día del último informe presidencial de LEA, y el complot contaría con el consentimiento de los militares de mayor rango, leales al presidente. En este contexto se tiene que el liderazgo del PRI, “propiedad de LEA”, y “el zar del movimiento sindical” Fidel Velázquez. Quizá para calmar la inquietud que un panorama así podría provocar entre sus superiores en el Departamento de Estado, JJJ falleció en 1993, a los 77 años, ya se había retirado del servicio exterior, el embajador aclara . “En este reporte hemos dado rienda suelta a la imaginación especulativa. No tenemos, repito, ninguna razón concreta para creer que este escenario esté en el horizonte. Pero la insistencia de los rumores nos lleva a, por lo menos, pensar en lo impensable y compartirlo con el Departamento de Estado”. La ambición de Echeverría Esta información fue clasificada como “cables Kissinger”, con fecha 25 de junio de 1976, en la que refiere, según su titulo a una “denuncia de LEA de presiones de Estados Unidos contra JLP”. Sin embargo lo encontramos en la Biblioteca Pública de Diplomacia Estadounidense, el texto del telegrama original se menciona como: “No disponible”. JJJ menciona un artículo póstumo de Daniel Cosío Villegas para sustentar su conjetura y explicar el ambiente político de la época. Se recuerda que la revista ‘Plural’, donde se publicó dicho artículo, fue “una de las bajas provocadas por el golpe de LEA al (periódico) Excélsior”, y que ambas publicaciones representaban, “aunque en ocasiones furiosas, lo mejor de la por lo general obsecuente prensa mexicana”. E En la última edición que salió a la luz, la revista editada por Octavio Paz y dirigida por los mismos intelectuales que salieron de Excélsior con Julio Scherer se convirtió, a decir de JJJ, en un número de colección, ya que en su texto póstumo, Daniel Cosío Villegas (DCV), prominente historiador y diplomático, abordó explícitamente un tema que en el México de aquellos años “sólo se menciona soterradamente entre amigos cercanos: la intención del presidente de conservar el poder más allá del término de su sexenio. El escrito de DCV, entregado a ‘Plural’ poco antes de su muerte en marzo de 1976, sostiene que LEA había operado para mantener el control sobre “un 73 por ciento de su autoridad” después de su salida de la Presidencia, rodeando a JLP con sus asesores más cercanos y cooptando al Poder Legislativo con sus seguidores en la mayoría de los escaños. Con estos indicios a la vista. JJJ recoge una ominosa predicción de DCV –“si llega a ocurrir algo grotesco e inesperado”- para sostener su propia hipótesis del complot en contra del presidente. “Ese es el temor que hemos escuchado cada vez con mayor frecuencia en las últimas semanas: de que JLP pueda ser asesinado antes de que tome posesión”. Incluso menciona que dos semanas antes del envío de esta información, circuló un rumor de que “habían disparado a JLP”. Precisa JJ: “Aunque la mayor parte de estos rumores se han originado entre empresarios, un sector proclive a creer que LEA sí es capaz de matar a su sucesor, últimamente hemos escuchado expresiones de preocupación entre los académicos”. En este “ejercicio de imaginación”, que quizá sin pretenderlo, reconstruía con su crónica el ambiente que marcó el paso del sexenio de LEA al período de gobierno de JLP. (La Jornada, política, p. 13, 10 de Abril, 2013).

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