lunes, 6 de diciembre de 2010

El “thriller” de Florence Cassez

Nacional
La criminal francesa Florence Cassez
El “thriller” de Florence Cassez
Por: Carlos Damián 14 de Diciembre, 2010
El caso de Cassez es un thriller lleno de trampas
México. – Esta novela policíaca exhibe la maraña de intereses de las personas involucradas, en conjunto con las contradicciones en la que han incurrido acusados, víctimas y las autoridades. El jefe de la banda tomó el móvil de Nextel de Valeria para comunicarla con su madre, Laura Maya Tinajero Ortega. Cuando empezaron a hablar, el jefe arrebató el teléfono a Valeria y le advirtió a la madre: “tengo secuestrada a su hija”. Eran cuatro los miembros de la banda. Su líder pidió al principio un rescate de 5 millones de pesos. Terminó por aceptar 180 mil pesos. El 5 de septiembre, seis días después de su secuestro, Valeria fue liberada a unas cuadras de su casa.

De acuerdo con el informe AFI/DGIP/PI/123075/05 y una declaración ampliada de Valeria, los agentes bajaron a la joven y siguieron al Volvo hasta que el auto ingresó a una casa ubicada en el kilómetro 29 de esa carretera, esquina con Cerrada Ahuacatitla, en la colonia San Miguel Topilejo. Era el rancho Las Chinitas, donde vivía Israel Vallarta Cisneros, el conductor del Volvo que, al final resultó gris plata el carro. Así por casualidad, la AFI localizó a Israel Vallarta, presunto jefe de la banda del Zodíaco y novio de Florence Cassez, ciudadana francesa sentenciada a 60 años de prisión por los delitos de secuestro, delincuencia organizada y portación de armas de usos exclusivo del ejército, y cuyo eventual traslado a su país con base en le tratado de Estrasburgo es analizado por una comisión binacional de México y Francia. Allí sería liberada a los pocos días ya que el delito fue en México al otro lado del mar. Desde luego que eso pasaría, no sería la primera vez que sucede esto.

Al ser apresados Israel Vallarta (IV) y Florence Cassez (FC) traían una camioneta blanca el 8 de diciembre según IV y la madrugada del 9 de diciembre según los agentes de la AFI, llevaba ropa y muebles a su nuevo departamento. Los subieron a una Suburban Chevrolet con matrícula de circulación 954-RDA. El secuestrador IV dijo, que en el rancho Las Chintas tenía instrucciones a su banda que “si no regresaba en un tiempo determinado”, estos secuaces matarían a los plagiados. Los agentes pidieron apoyo de dos comandos de”reacción rápida”. Regresaron al rancho a las 7:15 de la mañana y el propio IV les abrió el portón con sus llaves y en un inmueble ubicado al frente del lado derecho encontraron a los tres secuestrados: Ezequiel Elizalde, Cristina Ríos y el niño Cristián Ramírez.

Los testigos
Ezequiel Elizalde declaró que lo secuestraron la mañana del 4 de octubre de 2005. Dos hombres armados entraron al billar Elimen, propiedad de su padre Enrique Elizalde, y se lo llevaron en una camioneta Chevrolet color gris tipo Van, exigiendo los secuestradores dos millones de pesos para liberarlo. En cuanto a Cristina Ríos Valadares manifestó que la secuestraron junto con su esposo Raúl Ramírez Chavez, y el hijo de ambos, Cristián Hilario Ramírez Ríos, la mañana del 19 de octubre de 2005. Sus captores liberaron a Raúl para que consiguiera el dinero para el rescate de esposa e hijo: 15 millones de pesos. El 14 de febrero de 2006, el niño identificó la voz de FC como la persona que le sacó sangre y le dijo “aprieta el brazo” con “acento raro (…) como de no mexicana”. Un día después Cristina Ríos recordó que escuchó la voz de Florence “desde la primera casa de seguridad” cuando “bromeaba con los demás cuidadores”.

Ezequiel Elizalde es el único de los secuestrados que desde la primera declaración reconoció la voz de Florence Cassez como la voz de uno de sus secuestradores. Dice que “hablaba con acento extranjero, de origen francés, arrastraba la “r”. Elizalde comenta que le llevó unos emparedados, y que le recomendó no hacerse “el héroe” ni hacer”pendejadas” porque “si no, íbamos a acabar mal”. Alcanzó a verla a pesar de llevar un pasamontañas negro y lentes negros, ya que asomaba parte de su “cabello teñido color rubio”.

Hubo un testimonio más que incriminó FC: el de Leonardo Cortés López de 29 años y comerciante de verduras que tenía un puesto “metálico sobre ruedas” en la esquina de las calles Norte 58-A y Oriente 91 en la ciudad de México, muy cerca del domicilio de Cristina Valladares, quien además era su clienta.

Tanto en el auto de formal prisión que decretó la primera juez del caso, Olga Sánchez Contreras, como en la toca penal 198/2008 dictada por el segundo juez, Fermín Rivera, se otorga valor probatorio a dichos testimonios, así como “a otras evidencias”. Entre otras se menciona una de ellas: Florence vivió los 15 días que estuvieron allí los secuestrados, aunque ella utilizaba una cabaña ubicada al fondo del rancho y los plagiados se encontraban en un inmueble ubicado casi al frente y a la derecha del portón de entrada.
Además de acuerdo con el inventario de objetos y documentos requisados, los recibos telefónicos del rancho correspondientes a octubre y noviembre de 2005 están a su nombre. En su declaración, Israel afirmó que Margolis es el único que tiene el poder y el dinero para involucrarlo en las acusaciones de secuestro que actualmente enfrenta. Insistió en su inocencia y pidió protección para él y su familia. Refiere IV que una persona en las instalaciones de la Siedo, lo levantó y lo golpeó con los puños y le dijo: “te manda los buenos días tu judío favorito. Que ya sabes: que si hablas te mueres tú y toda tu familia”. (Revista Proceso, p.p. 7-11, 5 de Abril, 2009).

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