lunes, 6 de diciembre de 2010

El movimiento social 'Tea Party '

Nacional
Surge el movimiento de derecha en EE. UU.
El movimiento social Tea Party
Por: Carlos Damián 18 de Diciembre, 2010
El plan político de Obama
México. – La corriente ultraconservadora del Partido Republicano autodenominada Tea Party, que toma su nombre del movimiento surgido en las colonias estadounidenses que en 1773 se negaron a pagar el impuesto a las importaciones de Té al reino de la Gran Bretaña, ha puesto de cabeza a los republicanos debido a que su radicalismo pone en peligro la intención de ese partido de arrebatar la mayoría a los demócratas en e Congreso de Estados Unidos. El electorado independiente que pudiera ser el eje de la balanza en las próximas elecciones no está de acuerdo con muchas de las ideas radicales que proponen los candidatos del Tea Party.

En su plataforma política hay expresiones que lo alejan del centro derecha de la mayoría de quienes se inclinan por los republicanos. “Entre éstas figuran las siguientes: los indocumentados que están en Estados Unidos son ilegales y, por tanto, no debe haber consideraciones con ellos; un ejército fuerte es esencial para la salvaguarda del país; poseer armas es un derecho sagrado; el gobierno debe ser reducido a su mínima expresión; rescates como el bancario y el automovilístico son ilegales; debe ser obligatoria una reducción a los impuestos personales y principalmente a los negocios; por ley, el inglés debe ser obligatorio en Estados Unidos.

Amén de la crítica al presidente Barack Obama que han hecho sus más destacadas figuras, entre ellas, Sarah Palin y el locutor Glen Beck, acusándolo de comunista, fascista y de tener un “síndrome kenyano”, entre otros epítetos groseros. Cada vez más estadounidenses piensan que Obama ha sido incapaz de solucionar los problemas económicos del país, entre ellos, el desempleo, y probablemente votarán en contra de los candidatos demócratas al Congreso. Cierto o no, es claro que muchos votantes no están de acuerdo con la plataforma del Tea Party ni mucho menos con los epítetos que los candidatos de esa corriente han adjudicado a Obama.

Por ello es que el liderazgo republicano ha surgido el fantasma de las elecciones en 1952, año en el que Bush padre perdió su reelección frente a Bill Clinton, cuando el candidato independiente Ross Perot dividió a los conservadores y el Partido Republicano perdió los votos necesarios para derrotar al candidato demócrata. En esta ocasión no es un candidato independiente el que puede restar votos a los republicanos, sino las propuestas radicales de algunos de sus candidatos, afiliados a la corriente del Tea Party que pueden influir para que un número importante de votantes prefiera quedarse en casa el día de la votación. En la medida que el presidente Obama responda y la percepción de que los candidatos del Tea Party tenga el ciudadano común, dependerá la votación del electorado estadounidense.

El plan de Obama, promete no renovar los beneficios fiscales a los más ricos
En respuesta a la preocupación por una recaída en la recesión y la deflación, los trazadores de políticas en Estados Unidos, han ideado una nueva ronda de estímulos fiscales y monetarios. La primera semana de septiembre, el presidente Barack Obama reveló varias iniciativas, sobre política monetaria. Ben Bernanke , presidente de la reserva federal (Fed), dio a entender el 27 de agosto que se dispone a tomar medidas más vigorosas para revitalizar la demanda, dada la vacilante creación de empleos y la ausencia de presiones inflacionarias.

En lo referente a impuestos personales, el presidente y los líderes demócratas en el Congreso han acordado en principio extender el conjunto de recortes que el presidente anterior instauró, y que deberían expirar el 31 de diciembre. Sin embargo Obama, ha prometido no renovar los beneficios fiscales a los más ricos, pues sería irresponsable poner dinero en el bolsillo de los pudientes en un momento en que el gobierno se esfuerza por reducir un déficit fiscal récord.

Si estos recortes no se renuevan, la tasa máxima marginal del impuesto sobre la renta, aplicable al 2% de los hogares con ingresos por encima de 250 mil dólares para parejas y de 200 mil para individuos, subirá de 35 a 39.6%. Además, el impuesto a las ganancias del capital se elevaría de 15 a 20%. Los republicanos han atacado esta propuesta alegando que nadie debe pagar más impuestos cuando la recuperación económica está en riesgo. Han señalado que muchos propietarios de pequeñas empresas, vitales para la recuperación económica y potencialmente poderosos como electores, están en el nivel fiscal más alto.

Obama ha buscado socavar estos argumentos con su propuesta de generosos descuentos fiscales sobre compra de equipo. Esa concesión, de ser aprobada por el Congreso, sería muy benéfica para pequeñas empresas. Entre tanto se mantendrá la nada ortodoxa política monetaria. En agosto la Fed se retiró de anteriores compromisos de reducir su déficit, y ha triplicado su tamaño desde el principio de la crisis financiera global, como resultado de sus compras de bonos del Tesoro y de unos 1.2 billones de dólares en deudas de dependencias y valores hipotecarios. A medida que maduren lo valores hipotecarios en su poder, la Fed usará los réditos para comprar bonos del Tesoro a largo plazo. (La Jornada, Política, p. 14, 20 de Septiembre, 2010)

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