domingo, 21 de agosto de 2016

Dictadura en Turquía

Internacional/ política
Afanes del dictador de aplastar el levantamiento militar con un baño de sangre
Dictadura en Turquía
Por: Carlos Damián                                           Agosto 10, 2016
Los errores en la purga tras el fallido golpe militar a Turquía
México. -  Con el telón de fondo de una gran manifestación en respaldo a la democracia y en repudio al fallido golpe militar de mediados del mes de julio, ayer (07/08/16) el presidente turco Recep Tayyip Erdogan, volvió a instar al legislativo a que apruebe otra vez la introducción de la pena de muerte en el país, abolida hace 12 años en el país. Tal llamado es uno de los factores que apuntan a la operación emprendida por el jefe de estado para poner las grandes energías sociales que derrotaron el intento militar al servicio del autoritarismo y de su proyecto personal de conformar un poder personal de conformar un poder personal omnímodo y acentuado de antidemocracia. Con independencia de la falsedad o la certeza de las elucubraciones en el sentido de que fue el propio Erdogan quien urdió el fracasado cuartelazo, lo cierto es que éste, sí como la heroica respuesta social que lo detuvo  y lo desarticuló, han dado al presidente un inusitado margen de acción para remodelar a su gusto la institucionalidad de Turquía, aislar políticamente a las oposiciones –particularmente, las expresiones políticas legales del pueblo kurdo- y avanzar en la instauración de algo parecido a una dictadura. Para fundamentar tal aserto es pertinente recordar que tras la fallida rebelión militar el Ejecutivo emprendió una purga que no se circunscribió a las fuerzas armadas: además de los oficiales y soldados capturados y sometidos a juicio, más de 60 mil funcionarios civiles han sido despedidos por su supuesto apoyo al golpe, 20 mil profesores han perdido su licencia y hay cerca de 25 mil detenidos.

Más de un millón de personas se han manifestado ayer (07/08/16) para condenar el fallido golpe de Estado el 15 de julio, al Estado Turco, que ha sido criticado internacionalmente de ser una dictadura con purgas y detenciones generalizadas en el país. “Si el pueblo quiere la pena de muerte (contra la oposición), los partidos respetarán su voluntad”, reiteró Erdogan durante la movilización por la “democracia y los mártires”. La manifestación realizada en el distrito de Yenikapi, en el extremo sur de la península de Estambul, marca el punto más álgido de las tres semanas de movilizaciones nocturnas de los seguidores de Erdogan, muchos de ellos cubiertos con la bandera turca, en plazas de todo el país. Entre la multitud se veían pancartas en que se leía: “Eres un regalo de Dios, Erdogan”, o bien “Ordénanos morir y lo haremos”. Erdogan adelantó que aprobará la aplicación de la pena capital. Esta pena de muerte fue abolida en 2004 en el contexto de la candidatura de Turquía para entrar a la Unión Europea. Erdogan ha prometido librar a su país de la red de su antiguo aliado, el clérigo Fethullah Gulen, quien reside en Estados Unidos y a cuyos seguidores en las fuerzas de seguridad, el poder judicial y la administración pública acusa de orquestar el fallido intento de golpe. El clérigo ha negado las acusaciones, desde la intentona, las autoridades turcas han detenido y puesto bajo investigación a miles de personas, entre ellos soldados, policías, jueces, periodistas, médicos y funcionarios públicos.

Pide la OTAN y UE a Turquía respetar estado de derecho
Muchos de ellos han sido víctimas de violaciones a los derechos humanos, según expresó Amnistía Internacional recientemente. Por otra parte el gobierno ha clausurado 45 periódicos, 29 editoriales, 23 estaciones de radio, 16 cadenas de televisión, 15 revistas y una agencia de prensa, según los propios informes oficiales. Decenas de periodistas a los que el régimen califica de “favorables” al predicador Fethullah Gülen (FG), señalado por Ankara como inspirador intelectual del golpe, enfrentan órdenes de captura. Adicionalmente, Erdogan ha pedido modificar la Constitución a fin de poner bajo su mando directo al Estado Mayor de las fuerzas militares y el servicio secreto. En este contexto resulta cuestionable lo peligroso de las reiteradas sugerencias del gobernante a volver a instaurar la pena de muerte, no sólo porque, ésta constituye una aberrante violación a los derechos humanos, sino también porque ese castigo erradicado en Turquía en 2014 y en desuso desde 1984, podría aplicarse a opositores y disidentes.  Los llamados de Erdogan han generado advertencias por parte de los gobiernos de la Unión Europea (UE) de que un restablecimiento de la pena capital se traducirá en una inmediata ruptura de las negociaciones orientadas a recapturar al Estado turco en el espacio comunitario. Por desgracia, tales advertencias deben verse con escepticismo, dado que las relaciones de Bruselas con Turquía están moduladas por un extremo pragmatismo. A fin de cuentas, Ankara presta invaluables servicios a la UE como retén migratorio y como punta de lanza contra Irán. En suma, los afanes dictatoriales de Erdogan no parecen enfrentar obstáculos significativos, ni en lo interno ni en el exterior.

Dirigentes turcos, entre ellos el viceprimer ministro, Numan Kurtulmus (NK), reconocieron por primera vez este lunes (01/08/16), pudo haber “errores “ en la purga masiva realizada después del fallido golpe de Estado del 15 de julio, medida que ha sido ampliamente criticada por la comunidad internacional. “Si hubo errores, los corregiremos”, dijo NK, en una rueda de prensa en la que añadió que “los ciudadanos que no tengan filiación con ellos”, en alusión a los simpatizantes  del  imán FG, quien culpa a Ankara de organizar el supuesto golpe de Estado, también agregó NK: “deben tener miedo y pagarán el precio”. El primer ministro Binali Yildirim (BY), coincidió que existe la posibilidad de que entre las miles de víctimas de esta cacería de brujas también se hubieran cometido abusos del Estado. “Se está aplicando un trabajo riguroso sobre los que han sido destituidos”, indicó BY. “Algunos fueron víctimas de procesos injustos”, admitió. Desde el golpe inventado por el Estado, unas 10 mil personas permanecen detenidas provisionalmente, y sujetas a investigación, y más de 50 mil han sido despedidas. De acuerdo al diario Cumhuriyet informó que desde el supuesto golpe de Estado se ha detenido a 23 periodistas, tras seis nuevas órdenes de arresto emitidas este lunes.

Desde el supuesto intento de golpe de estado
El viernes pasado un juzgado admitió a trámite 17 solicitudes de prisión preventiva. Según informaciones del experto en Turquía de Reporteros Sin Fronteras, Erol Onderoglu, la mayoría de los periodistas trabajan para medios que simpatizan con el movimiento de Gulen. Entre los periodistas detenidos se encuentra Nazli Ilicak, conocida crítica del gobierno que durante un interrogatorio, negó tener relaciones con seguidores de Gulen, según informe de la agencia de noticias DHA. La periodista fue despedida a finales de 2013 del diario Sabah, cercano al gobierno, por exigir la dimisión de varios ministros del partido gobernante AKP, tras realizar una investigación por corrupción. El gobierno consideró la investigación un complot organizado por Gulen. En tanto el ministerio exterior de Turquía convocó a consultas al embajador de Alemania en Ankara, en respuesta a la decisión judicial que impidió al presidente Turco, Erdogan, dirigirse por videoconferencia a los cerca de 40 mil asistentes a una manifestación para celebrar el fracaso del golpe de Estado, el domingo en la ciudad alemana de Colonia donde radican parte de los 3 millones de turcos que residen en la Unión Europea.

Por otra parte Estados Unidos, la Unión Europea (UE) y la Organización del Atlántico Norte (OTAN) exhortaron este lunes a Turquía a respetar el estado de derecho y la democracia, así como a evitar caer en una represión generalizada, tras el fallido golpe de Estado contra el gobierno del partido conservador de Erdogan. En la cacería de brujas se tiene asignados como “terroristas”, y en la búsqueda de amotinados hay una cantidad enorme, pese a las advertencias de la comunidad internacional, preocupada por la magnitud de los arrestos. La representante de la política exterior UE, Federica Mogherini  y John Kerry de Estados Unidos, pidieron a Ankara a respetar el Estado de derecho. La plataforma Wikileaks publicará más de 10 mil documentos sobre la estructura de poder en Turquía. (La Jornada, política, p. 18, Junio 15, 2016).

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