México es un país importador

Nacional Está condenado a ser importador de alimentos con el sistema neoliberal México es un país importador de alimentos Por: Carlos Damián 7 de Septiembre, 2013 De 1989 a la fecha pasó a generar el 10 por ciento del consumo interno de arroz México. - Las ventajas del libre comercio con 12 tratados firmados con 44 países y nueve acuerdos en el contexto de la Asociación Latinoamericana de Integración, ha hecho que los gobiernos mexicanos como un estudiante aplicado para empobrecer el campo mexicano, que de 1989 la fecha, pasó de la autosuficiencia en la producción de arroz a primer importador mundial del grano palay (con cáscara), y los productores nacionales son una especie en vías de rápida extinción. El país apenas genera 10 por ciento de su consumo de ese cereal, que ronda en un millón 200 mil toneladas; el resto proviene principalmente de Estados Unidos, pero también de naciones como Pakistán, Vietnam o China. Lo expresado por los dirigentes arroceros, Alejandro Díaz Hartz (ADH) y Luis Bueno Torio (LBT): “se requiere un plan de choque”, para rescatar el campo arrocero o, como definió el funcionario: “medidas para mantener la llama prendida” de la producción nacional, tanto de arroz como de oleaginosas, rubros en los que México depende de 29 al 45 por ciento“ de las importaciones. El desastre alimentario se fraguó con el TLCAN México depende “en 95 por ciento” de las importaciones. Las oleaginosas representan importaciones por 2 mil 500 millones de dólares (mdd). El arroz, unos 400 mdd. La ética política decidió modernizar el campo mexicano de acuerdo con las directivas para América Latina del consenso de Washington, las que anteriormente se habían implantado a sangre y fuego en Chile del dictador Augusto Pinochet, en conjunto con la apertura comercial a fortiori, la privatización, la eliminación total de subsidios al campo, pero primero con el Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio y después con el Tratado de Libre Comercio de América Latina el Norte (TLCAN), ya durante el régimen de Carlos Salinas de Gortari. El primero de enero de 1994, cuando entraba en vigor dicho acuerdo, estalló en Chiapas la rebelión del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN). En una publicación sobre agricultora sostenible, el Centro de Estudios para el Desarrollo Rural Sustentable y la Soberanía Alimentaria, de la Cámara de Diputados Federal, señala que a países como el nuestro “se les condenó a ser importadores netos de sus alimentos básicos. La propuesta para México es que sembremos en los que seamos competitivos y tengamos ventajas comparativas, como hortalizas y frutas tropicales”. En este contexto nuestro país crezca de todo alimento sembrado mientras Estados Unidos nos abastezca de granos, básicamente de trigo y maíz viejo que a veces nos cambian por azares del destino por nuestro maíz nuevo no contaminado por pesticidas. Hay continuidad en las políticas: aunque el ejecutivo de la Sagarpa, Enrique Martínez (EM), mencionó en una entrevista televisiva (25/6/13), que el plan de EPN es dar seguridad alimentaria, sin que esto quiera decir que vamos a producir todo lo que consumimos, porque “además de ser poco factible no es conveniente”. Eufemísticamente nos dicen que vamos a seguir igual que con las políticas del campo de Calderón, con el desastre alimentario otros seis años del PRI. Agregó EM, sale más barato importar arroz y soya que producirlos aquí, “lo cual no quiere decir que no produzcamos y hay que aspirar a producir más”. México tiene buen potencial, pero se requiere de mucho agua, así que “no son cultivos en donde nosotros aspiremos a ser autosuficientes”. La debacle llegó con el arroz de Vietnam, 50 por ciento más barato Kondo López apuntó que “lo que quiso dar a entender” EM, es que hay que hacer una reconversión regional. Además mencionó que en Sinaloa, cuando escaseó el agua, se dejaron de producir 500 mil toneladas de arroz, pero se producen 5 millones de toneladas de maíz. Hay que cultivar el arroz en el sureste, donde llueve mucho, indicó. LBT, ex presidente del Consejo Mexicano del Arroz (CMA), relató que en 1989 se abrieron las fronteras del arroz asiático, con un arancel del 20 por ciento. El productor mexicano tenia 70 años vendiendo bajo un esquema de precios de garantía, “nunca lo obligaron a ser eficiente…, y de repente se le puso a competir con Vietnam, donde el arroz se da solo, porque hay lluvias monzónicas 100 días al año. La gente trabaja por dos o tres dólares al día.” La debacle vino porque llegó arroz de Vietnam, 50 por ciento más barato que el producido en la nación mexicana, señaló por su parte ADH, presidente del Consejo Nacional de productores de Arroz de México. Explicó que entre 1989 y 1992 desapareció 50 por ciento de los 25 mil productores de arroz que sembraban unas 265 mil hectáreas y cosechaban 290 mil toneladas, poco más de lo que se consumía en el país. En 1993 se logra el cierre de las fronteras, pero ya se importaba 50 por ciento del consumo. En 1994 llega el TLCAN. Después Estados Unidos expide una ‘Farm Bill’ (Ley agrícola) fijando “subsidios altísimos a los productores de arroz para que se fomentara producción… para 1999 ya estábamos importando 85 por ciento de arroz palay de EE.UU.” En paralelo quiebran los industriales propietarios de los molinos nacionales, que secan, descascarillan y empacan arroz, de los que había unos 200 productores hace 30 años, y ahora quedan escasos 14, aunque algunos no están funcionando, informó en Palizada, Campeche, Federico Ayala. El arroz es importado desde 1993, 50 % del consumo En el rancho de Los Ayala, Laguna Blanca, donde ahora se siembran unas 100 hectáreas de arroz orgánico, la beneficiadora llegó a procesar hasta seis mil toneladas del cereal al año. Ahora prácticamente está parada. En 2013, informó ADH quedan en situación precaria 3 mil 310 productores en 14 estados del país que, “si bien les va”, sembrarán 34 mil 650 hectáreas (en 2009 se sembraron 60.8 mil hectáreas) para una producción estimada en 174 mil 300 toneladas. Los principales estados productores son: Campeche, con 9 mil hectáreas; Veracruz, 10 mil; Nayarit, 4 mil; Michoacán con 3 mil hectáreas; Morelos, con mil 200 hectáreas, es significativo porque produce una variedad especial de arroz grueso, con denominación de origen, “Morelos”, muy apreciada por los consumidores. Los rendimientos promedio de arroz por hectárea son de 4.32 toneladas en la zona del sureste, 5.88 en el occidente, llegando a siete en Sinaloa y 8.65 en la zona centro, con un pico de 9 a 10 toneladas en Morelos. ADH coincidió con LBT en que por lo menos las importaciones de arroz palay desde Estados Unidos, que en 2012, según datos de la Sagarpa, fueron de 698 mil 241.33 toneladas con valor de 272.94 millones de dólares, dan trabajo a las beneficiadoras en México porque viene con cáscara, acá se procesa y hay trabajo en la industria y en la cadena de distribución. No ocurre con el arroz procedente de Asia, que llega ya pulido justo para empaquetarlo y ponerlo en los anaqueles del comercio, cuya importación autorizó la Secretaría de economía en 2008,cuando hubo una crisis alimentaria y abrió las fronteras a todos los países, aun a aquellos con los que no tenemos TLC. Esa situación provocó una nueva colapso alimentario y comercial, “porque llegaron arroces de mala calidad a precios desleales, de acuerdo al precio internacional”, y no se vio la voluntad de esa dependencia para imponer aranceles a la mala calidad y al arroz contaminado de otros países. También Kondo López nos contestó que no hay ninguna posibilidad que se ponga en marcha algún “plan de choque” que demanda el campo arrocero y el consumidor mexicano. Aunque nos comentó que las organizaciones de productores han conversado con el secretario EM y el subsecretario Jesús Aguilar sobre un plan emergente, “para mantener un nivel mínimo de reserva técnica; no pretende en el corto plazo alcanzar un nivel de suficiencia sino que no se nos desaparezca el cultivo definitivamente”. Noam Chomsky - Keeping the Poor Frightened. http://www.youtube.com/watch?v=mmakLRxGbW8 (La Jornada, economía, p.p. 10 -14, 10 de Agosto, 2013).