lunes, 28 de marzo de 2016

Columbus 1916

Nacional /Historia 1/2
La declaración de guerra a USA.
Columbus 1916
Por: Carlos Damián                                             Marzo 12, 2016
En carta a Zapata, Villa denuncia al traidor de la revolución: Carranza
México. -  El ataque del 9 de marzo contra la población de Columbus, Nuevo México, protagonizado por un pequeño ejército de 480 soldados villistas ha sido motivo de muchos estudios. Debido a que la bibliografía del tema es amplia, se pueden ver algunos aspectos que han quedado encubiertos entre las elucubraciones del momento. Esta etapa de la historia no se ha dimensionado correctamente a pesar de que autores como: Paco Taibo II, y Rubén Osorio lo han presentado con nuevos elementos interpretativos. Aunque no se haya desatado la guerra entre los dos países, después del ataque a Columbus, Estados Unidos, podemos suponer por la gran cantidad de indicios que se encontraba México con una declaración de guerra implícita contra Estados Unidos. Para que sea necesario comprenderla se puede comenzar con dos hechos determinantes en el estado de ánimo, y las decisiones aportadas por el General Villa: el reconocimiento de Washington al gobierno de Venustiano Carranza de origen conservador y con el apoyo  militar de Estados Unidos a las tropas de Carranza en el combate de Agua Prieta, Sonora. Al situarse este evento en la Segunda Guerra Mundial, se tiene que el gobierno de Washington reconoce al gobierno de Venustiano Carranza en octubre de 1915. Los acuerdos que tuvo Alemania con Victoriano Huerta y Pascual Orozco aclaran la situación en la que el presidente Wilson tuvo que enfrentar esta situación favorable a los intereses militares de la Alemania de la Primera Guerra Mundial.

Carta de Villa a Zapata
Después de reconocer a Carranza el 5 de noviembre de 1915, Villa en un manifiesto desde Naco, Sonora, acusa a Carranza de ser un traidor a la patria, y presagiaba que este gobierno no se consolidaría por el capricho de Henry Wilson, y en este escrito denunciaba que era más ambicioso y traidor que Antonio López de Santa Ana, ya que estaba entregando todo el territorio nacional a los Yanquis. Al extenderse en su escrito Villa mencionaba que nunca había aspirado a cargos políticos y a puestos de gobierno, y que ninguno de los jefes de su ejército “Los dorados” habían aspirado a esos corruptos cargos. “Porque bien sabía el pueblo que entre mis soldados no figuran políticos profesionales ni empleo- maníacos empedernidos, ni presidenciables decepcionados, ni hombres de gobierno, en una palabra. Todos somos artesanos, labriegos, obreros, o pequeños comerciantes, empleados humildes, o intelectuales dignos que nunca hemos vivido del presupuesto ni pretendemos vivir de él”.  Después de una lista de nueve puntos, presentó las con cesiones que había otorgado Carranza al gobierno de Estados Unidos a cambio del reconocimiento. Entre otras ideas manifiestas en el escrito, se ven las siguientes:
a). Concesión por 99 años de la Bahía de Magdalena, del ferrocarril de Tehuantepec y de los yacimientos solicitados en la zona petrolífera;
b).  La concesión para que el gobierno de Estados Unidos decida los nombres  de los ministerios de Gobernación, Relaciones y Hacienda;
c). Control de los ferrocarriles nacionales hasta que quede cubierta la deuda de los bonos que posee la directiva en Nueva York.

Más adelante señala que llenaría muchas páginas si se dedicara a comentar ampliamente las concesiones ignominiosas, antipatrióticas y brutalmente infames que había hecho él mil veces traidor Carranza, atropellando la soberanía nacional, y ultrajando la dignidad y olvidándose por completo de los ejemplos luminosos de la historia, y aquello que signifique honor y vergüenza. Termina su valioso documento, con: “Que la historia defina responsabilidades (…) Me dirijo a los que amen de verdad nuestras tradiciones (…) les hablo como mexicano, para pedirles que velen por el honor nacional, protestando contra la venta de la patria. En la hacienda de San Gerónimo, alrededor del 8 de enero de 1916, en Chihuahua se escribió parte de nuestra historia, una carta que iba dirigida a Emiliano Zapata que Villa escribió y nunca llegó a su destino. Parte de la ironía en este destino fue que los yanquis encontraron la carta, junto con otros documentos en el ataque a Columbus. Esta carta enviada al Departamento de Estado permaneció archivada y perdida durante 59 años en Washington, hasta que en 1975 la encontró el historiador E. Bruce White y decidió publicar la carta en The Muddied Waters of Columbus, New Mexico. Este documento, dice a la letra: “D. Emiliano Zapata, donde se encuentre. “Muy estimado compañero y fino amigo: Supongo que ha de estar bien informado acerca de la situación general de nuestro país; pero si por cualquier circunstancia no estuviese al corriente de los acontecimientos que últimamente se han desarrollado en la parte norte de la República, me voy a permitir hacérselos saber a continuación”.

Ejercito del Norte en acción
“Como anuncié a usted en varias cartas que tuve el gusto de dirigirle a Aguascalientes, Torreón y otros puntos, el nuevo plan de campaña que en aquella época decidimos desarrollar los generales del Ejército del Norte, consistía en volver a encontrar todas las fuerzas de mi mando al estado de Chihuahua, para invadir inmediatamente al de Sonora, terminar allí la campaña que contra el enemigo tenían iniciadas las fuerzas convencionistas que operan en dicha entidad y llevármelas juntamente con mi columna por Sinaloa, Tepic, Jalisco y Michoacán, hasta tener el placer de llegar adonde usted se encuentra. Naturalmente que este movimiento me ofrecía facilidades y ventajas, en virtud de encontrarse el principal núcleo de carrancistas al mando de Obregón entre San Luis Potosí. Zacatecas, Saltillo y Monterrey, donde había logrado dejarlo embotellado por medio de intrépidos y atrevidos movimientos de mis tropas que destruyeron las vías de comunicación, impidiendo al enemigo todo movimiento rápido de avance retroceso. Desgraciadamente, mis proyectos se vieron frustrados porque el enemigo contó con el apoyo indebido y descarado del gobierno americano. Excuso decir a usted las innumerables penalidades que sufrieron mis fuerzas en una jornada de 25 días a través de la árida y abrupta Sierra Madre, transportando 42 cañones de grueso calibre por donde no hay caminos carreteros y hasta se dificulta el paso de los jinetes. Pero todas estas vicisitudes fueron vencidas por mi tropa con el estoicismo propio del soldado que lucha por convicciones, y encontrándonos a inmediaciones de Agua Prieta y en vísperas de atacarla, llegó al enemigo, por territorio americano, y en trenes, un refuerzo de 5  mil carrancistas que el gobierno de Estados Unidos permitió pasar”.

“¿Puede registrarse mayor acto de ofensa para el pueblo y ataque a su soberanía nacional? Por un rasgo excesivo de delicadeza y dignidad por parte mía y deseando evitar un conflicto armado con Estados Unidos, impedí a mis fuerzas que se lanzaran desde luego sobre territorio americano, como querían hacerlo con toda justificación, para castigar a los que impunemente se burlaban de nuestros sacrificios sin más derecho que el de la fuerza. A medida que continúe mi avance hacia las plazas situadas a lo largo de la frontera en el estado de Sonora, los carrancistas se movilizaban en trenes por territorio mexicano con el objeto de atacarme y ocuparlas antes que yo. En Nogales, con un cinismo y descaro que avergüenza y hace estallar en cólera, el decoro y dignidad de mi raza, los soldados americanos, al acercarse los carrancistas y  aprovechándose por la confusión que reinaba en esos momentos, hicieron fuego sobre nuestras tropas. Encontrándome ya frente a Hermosillo supe que el enemigo, contando con la ayuda de los americanos, pensaba movilizarse en trenes por Estados Unidos para tomar Ciudad Juárez. Como al lograrlo me privaba de mi base de aprovisionamiento y me perjudicaba con ello grandemente, traté de impedirlo, dirigiéndome violentamente al estado de Chihuahua a través de la Sierra Madre. Por muchos motivos no pude llegar a tiempo. Continuará con la segunda entrega. (La Jornada, sociedad, p. 30, Marzo 12, 2016).

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