martes, 27 de agosto de 2013

Los fundamentos de Morena

Nacional Las elecciones (2012), fueron consideradas básicas para la democracia Los fundamentos de Morena (3/3) Por: Carlos Damián 13 de Agosto, 2013 Los ciudadanos contra la impunidad del presidente Calderón México. - La felicidad profunda y verdadera no consiste en los placeres momentáneos y fugaces. Ellos aportan felicidad sólo en el momento que existen y después queda el vacío de la vida que puede ser terriblemente triste y angustioso. Cuando se pretende sustituir la entrega el bien con esos placeres efímeros puede suceder que éstos conduzcan a los vicios, a la corrupción y que aumente más y más la infelicidad humana. En consecuencia, es necesario centrar la vida en hacer el bien, en el amor, y a su vez, armonizar los placeres que ayudan a aliviar las tensiones e insatisfacciones de la vida. José Martí decía que el autolimitarnos, la doma de sí mismo, la forja la personalidad, embellece la vida y da felicidad. Pero en caso de conflicto o cuando se tiene que optar, inclinarse por el bien ha de predominar sobre los placeres momentáneos. Por eso, es muy importante una elaboración libre, personal, sobre lo que constituye el bien para cada uno de nosotros, según sea nuestra manera de ser y de pensar, nuestra historia vital y nuestras circunstancias sociales. Sin embargo existen preceptos generales que son aceptados como fuente de la felicidad humana. Alfonso Reyes, en su Cartilla Moral, los aborda “desde el más individual hasta el más general”, “desde el más personal hasta el más impersonal”, podemos imaginarlo, dice; “como una serie de círculos concéntricos”, “comenzamos por el interior y vamos tocando otro círculo más amplio”. Según Reyes, son seis preceptos básicos los que forman parte del “código del bien”; el respeto a nuestra persona en cuerpo y en alma; el respeto a la familia; el respeto a la sociedad humana en general, y a la sociedad en particular; el respeto a la patria; el respeto a la especie humana; y el respeto a la naturaleza que nos rodea. Mucho antes, León Tolstoi en su libro ‘Cuál es mi fe’, sostenía que son cinco las condiciones para la felicidad terrenal admitidas generalmente por todo el mundo: el poder gozar del cielo, del sol, del aire puro, de toda la naturaleza; el trabajo que nos gusta y hemos elegido libremente; la armonía familiar; la comunión libre y afectuosa con todos los hombres; la salud, y la muerte sin enfermedad. Por supuesto que hay otros preceptos que deben ser exaltados y difundidos: el apego a la verdad, la honestidad, la justicia, la austeridad, la ternura, el cariño, la no violencia, la libertad, la dignidad, la igualdad, la fraternidad y la verdadera legalidad. También deben incluirse valores y derechos de nuestro tiempo, como la no discriminación, la diversidad, la pluralidad y el derecho a la libre manifestación de las ideas. En todo lo anterior, no dejar de admitir que en nuestras familias y pueblos existe una reserva moral de importantes valores de nuestras culturas que se han venido forjando de la mezcla de distintas civilizaciones, y en particular, de la admirable persistencia de la gran civilización mesoamericana. En suma, estos fundamentos para una república amorosa deben convertirse en un código de bien. De ahí que hagamos el compromiso a de convocar con este propósito a la elaboración de una constitución moral a especialistas en la materia, filósofos, sicólogos, sociólogos, antropólogos y a todos aquellos que tengan algo que aportar al respecto, como los ancianos venerables de las comunidades indígenas, los maestros, los padres de familia, los jóvenes, los escritores, las mujeres, los empresarios, los defensores de la diversidad y de los derechos humanos, los practicantes de todas las religiones y los libre pensadores. Unas vez elaborada esta constitución moral, debemos hacer el compromiso de fomentar estos valores mediante todos los medios posibles. Introducir en la enseñanza la educación moral, darle toda la importancia que tienen materias como el civismo, la ética y la filosofía; propagar virtudes y destacar ejemplos positivos en los medios de comunicación. El propósito no sólo es frenar la corrupción política y moral que nos está hundiendo como sociedad y como nación, sino establecer las bases para una convivencia futura sustentada en el amor y en hacer el bien para alcanzar la verdadera felicidad. La guerra sucia de la política El ex presidenciable Andrés Manuel López Obrador (Amlo), asegura que los empresarios han cambiado después de la guerra sucia de 2006, con respecto al proyecto político – financiero de 2006. “Además hay dos cosas: muchos han reconocido que se equivocaron, que fueron engañados sobre nuestras intenciones, de lo que realmente somos y representamos. Es un acto de honestidad: es de sabios cambiar de parecer- “por lo que a nosotros corresponde, hay que aceptar que en 2006 no tuvimos suficiente tiempo para informar y contrarrestar la campaña de miedo que se difundió en muchos sectores de la población, de manera particular en los empresarios”. “Esto de que yo era un peligro para México, que era (Hugo) Chávez, que si había cambio iba a ser un caos, que quién tuviese una pequeña o mediana empresa iba a ser expropiado, que al que tuviese dos casa se le iba a quitar una. (Toda era) una serie de mentiras que desgraciadamente fueron creídas por un sector de la población”. También expuso Amlo tres fundamentos de la república amorosa que enarbola: “honestidad, justicia y amor”. Amlo continua, diciendo; “el fin de los gobiernos es la felicidad. Incluso, tanto en la Constitución de Estados Unidos, desde finales del siglo XVIII, poco después de la revolución francesa, se estableció el derecho a la felicidad, y en nuestra Constitución de Apatzingán también. El político de Tabasco reiteró, “para coordinar todo el proceso, que se encargarán de llevar a cabo acciones en lo político electoral, en la comunicación social, en la cuestión administrativa. Poder tener alguien que solicite cooperación para el movimiento, en el marco de la legalidad”. “Que me ayuden, porque no puedo hacer las dos tareas: yo voy a visitar todos los estados en casi dos meses” de precampaña. También destacó que mantiene una relación de amistad con la cámara de Comercio de la Ciudad de México desde que fue presidente nacional del PRD, y luego jefe de Gobierno de la capital. “Un indicador de cómo había buenas relaciones y no cómo con la guerra sucia; en todos se sembraron dudas”. Al final de la entrevista se le preguntó al abanderado de la izquierda sobre los errores literarios de EPN, y de Ernesto Cordero, y señaló: “Lo que la lectura no da, la mercadotecnia no otorga”. La impunidad Demetrio Sodi de la Tijera está transformando a Polanco en algo distinto a lo que era. Los vecinos le llaman Polantro. Ciertamente sus servicios no son gratuitos. Aunque la gran cantidad de edificios enormes, como la torre del Bicentenario del desarrollador sin escrúpulos Jorge Gamboa de Buen. Tal vez en estos momentos muchos tengamos que remitirnos a la democracia en la política. Sin embargo las instituciones del Estado muestran una falla estructural, y no es que estemos hablando de la criminalización de los activistas sociales, la criminalización de la pobreza, o de la criminalización de aquellos jóvenes que no se preocupan por su futuro o su educación. Nos preguntamos cual es la reacción del gabinete de Calderón ante los 20 mil ciudadanos que presentaron una denuncia ante la Corte Penal Internacional (CPI) contra Felipe Calderón y por otros implicados por crímenes de lesa humanidad, con la evidencia de los más de 50 mil muertos que se han registrado desde 2006 hasta la fecha, en el contexto de una lucha contra la delincuencia organizada que emprendió el calderonismo. En lugar de de preparar su defensa jurídica en caso de ser requerido por el tribunal internacional, se orquestó una campaña de medios, plena de descalificaciones y amenazas, que incluso ha motivado a los promotores de la denuncia a solicitar medidas cautelares de Derechos Humanos. El fiscal General del CPI, Luis Moreno Ocampo, aún habrá de valorar la petición ciudadana mexicana y sugerir a sus órganos internos lo que considere procedente. Calderón se defiende con retórica vacía al apelar que la violencia pone en riesgo la democracia, olvidando que es el resultado de la estrategia de combate a la “delincuencia organizada”. (La Jornada, economía, p.p. 8-22, 6 de Diciembre, 2011).

No hay comentarios:

Publicar un comentario