La educación en México

Nacional
La hipoteca de los universitarios
La educación en México
Por: Carlos Damián 23 de enero de 2012
Los recursos económicos del erario nacional dedicados a universidades privadas
México. - Son tiempos de mercaderes, los neoliberales continúan con su espectáculo de chivos en cristalería. Tal vez el actual podrido carcinoma que corroe al capitalismo haya puesto a pensar a algunos, pero son muy pocos. Los neoliberales no piensan, se alimentan, no del conocimiento del mundo, sino de un dogmatismo puro. El presidente Calderón anunció el pasado mes de enero que gobierno y particulares van a comenzar a vender educación superior, ahora sí va en serio.

Por lo pronto se entregarán recursos económicos que son de la sociedad mexicana, a 21 universidades privadas; los planteles privados son: el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), la Universidad de Monterrey (UDEM), Regiomontana (UR), Anáhuac México (UA), Latinoamericana (UL), Panamericana (UP), Tecnológica (UT), Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP), Jesuita de Guadalajara (ITESO), Claustro de Sor Juana (UCSJ), Justo Sierra (UJS), Latina (UL), Intercontinental (UI), del Valle de Atemajac (UVM), Tangamanga y Contemporánea (UTC), y el Centro de Enseñanza Técnica y Superior (Cetys). De las anteriores escuelas la pregunta es, ¿a cuál de ellas puede llamarse universidad?

Hipotecar a los egresados
El señor Calderón anunció el inicio del Programa Nacional de Financiamiento a la Educación Superior, con participación de seis bancos comerciales y 18 planteles de educación superior privada, además del gobierno federal por medio de Nacional Financiera (Nafin) y de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) A través de este instrumento se pretende otorgar crédito a estudiantes de licenciatura, ingeniería y posgrado –hasta 215 mil y 280 mil pesos, respectivamente- a un plazo de 15 años y medio con una tasa de interés fija de 10 por ciento.

Circunstancialmente el anuncio tuvo como telón de fondo la protesta de estudiantes del ITESM, fuera del recinto por la violencia en la nación mexicana. Más allá de la insensibilidad coyuntural referida, el anuncio del programa de créditos educativos revela hasta qué punto ha llegado el gobierno federal en su empeño por privatizar la enseñanza superior y cuánto es su desdén hacia las universidades públicas del país. Los establecimientos privados, dice el presidente, otorgan “educación superior de calidad”, “buenas carreras” y una “sólida formación profesional” y “personal altamente calificado”. Pero el agravio a la enseñanza superior pública no es sólo de palabra, sino también de acción, por cuanto el gobierno federal se muestra más empeñado en promover, publicitar e impulsar –incluso con recursos del erario- los centros universitarios privados que en mejorar presupuestos de las universidades públicas.

En efecto: ignorando la concepción de la educación como responsabilidad del estado y de la sociedad para con todos sus integrantes, la administración federal busca multiplicar con este programa la clientela de dos clases de instituciones privadas: las bancarias y las universitarias. Es una forma paradójica de promover “una sociedad más cohesionada, más igualitaria y más solidaria”, cuando se parte de la idea de que la enseñanza superior se ofrecen los establecimientos privados es “mejor” y se limita implícitamente el derecho a la educación a quienes resulten sujetos de crédito, falso remedo de la educación en Estados Unidos.

La educación neoliberal
Resulta miserable para cualquier ciudadano informado, haber oído el discurso de Calderón en el ITESM. Fue la celebración de la ignorancia, pero esta vez conceptos sobre la educación superior, un asunto absolutamente crucial para el futuro del país. Este personaje de la política seguramente no debe leer mucho más que los partes de guerra, pero no puede revisar los periódicos y medios estadounidenses que once veces repitieron esta noticia en 2011. “Los universitarios estadounidenses se ahogan en préstamos. Uno de cada cinco estudiantes será perseguido por impago. La deuda supera 995 mil millones de dólares. Occupy Wall Street llama a la insumisión”. Revisar la webpage: www.volunteer.tv.com; (octubre, 2010).

Cuando a la inconciencia sobre la índole y alcance de las decisiones se aúna la prepotencia de actuar al margen del conocimiento, como se ha hecho, entonces tenemos como resultado un despropósito, una sandez. Él sigue con la ideología de derecha: la tasa de interés “sólo” será de 10%. Pero si la inflación anual es de 4 por ciento, los bancos tendrán sus ganancias y las escuelas privadas también. Todo, con la garantía de Nafin. .Si esto es así, una cabeza que no sea de mercader utilizaría esos recursos públicos para la educación pública coherentemente y congruentemente. ¿Quién le garantiza un empleo al egresado de una de esas egregias universidades?, para que pueda pagar su hipoteca educativa. Alguien debe informar al presidente que el conflicto con una educación al estilo de lo que ahora quiere, acabó por provocar un conflicto de proporciones de erupción volcánica en Chile, que lleva nueve meses. ¿No está enterado?

El ejecutivo federal está importando problemas domésticos México
El poderoso movimiento estudiantil de protesta ha cimbrado al gobierno de Sebastián Piñera en una posición delicada y en caída libre en los índices de popularidad. La abdicación del estado a su responsabilidad de garantizar la enseñanza superior universal, gratuita y de calidad, y la imposición del modelo de educación universitaria a crédito, no sólo convierten la actividad universitaria en un ramo comercial más, sino arrojan año con año a millares de egresados que empiezan su vida laboral con una pesada deuda a cuestas, lo que se asemeja mucho a una larga e inaceptable confiscación salarial. Significativamente, uno de los señalamientos de los estudiantes movilizados es su aspiración a disponer de una educación superior gratuita “como en México”.

Las carreras que supuestamente estudian en establecimientos privados son: derecho, mercadotécnica, cómputo, psicología, etc. Áreas en las cuales los egresados universitarios de acuerdo a ANUIES (2000), el 50% de los profesionistas no hallaban un empleo de acuerdo a lo que estudiaron, lo que los llevaba a otro segmento de mercado con menores ingresos, desplazando a otros y así en cadena descendente. Las profesiones que se imparten en universidades privadas, son: porque los mercados laborales de estas “profesiones” están saturados, y porque la calidad de los egresados no cubría los requerimientos que las empresas requieren actualmente.

Por las razones expuestas, no se debe permitir el desarrollo y la consolidación en el país de esta concepción mercantil de la educación superior. Esta nueva manera de minimizar y desvirtuar la enseñanza superior pública y de impulsar lo que no es sino un negocio bancario y de escuelas privadas, hipotecará el futuro de muchos jóvenes universitarios. Esta visión simple de la educación mexicana muestra como está cerrada la puerta del futuro de nuestro país. (La Jornada, educación, p. p. 4-6, 10 de enero, 2012).