sábado, 13 de febrero de 2016

El hocico 2016

Nacional
Trump es un payaso que exhibe su resentimiento social y odio hacia los latinos
El hocico 2016
Por: Carlos Damián                                             Febrero 14, 2016
Los cambios políticos en el mundo
México. -  El éxito de Donald Trump el mismo nos hace reflexionar, cuando se ausentó de un debate republicano entre precandidatos que tuvo lugar en Iowa. Lo hizo para sacarla del juego político y fue contra la participación de la periodista Megyn Kelly en el panel de moderadores, a la que quiso vetar. En este episodio de las primarias vemos a un público resentido y pone sobre la mesa el giro que el discurso político ha tomado en Estados Unidos. El episodio que se destaca no es sólo en la campaña presidencial como el público estadounidense exhibe sus intereses, ya no espera que sus candidatos ofrezcan programas políticos alternativos y presenten sus posiciones ideológicas con una clara definición que los distinga de sus oponentes. Los partidos deben ser competitivos electoralmente, y exhiban su posición ideológica y eventualmente de clase, y al ser excluyentes sus probabilidades de ganarles a los partidos incluyentes sea mayor. Se observan a las alianzas partidarias, y organizaciones afines a sus plataformas políticas, so pena de confundir al ciudadano preparado para votar, pero si el debate político es convertido en un espectáculo de circo, un round de box, rompen narices, tiran patadas al aire, y ridiculizan al adversario, ellos van a degradar la política a mero trámite, o es un medio para ganar cargos y puestos en la representación política, sin importar las necesidades de la mayoría y menos aún las demandas del ciudadano.

Los candidatos que usan la fuerza del insulto, que no intercambian opiniones y sus electores son un grupo de patanes sin cultura, y no les importan las opiniones inteligentes, ni posiciones ideológicas, se divierten cuando estos tipos recurren a los golpes de luchadores que al insultar a sus competidores inhiben a sus competidores, y esto sucede cuando no alcanzan a responder al nivel que son atacados por estos payasos de la política. En el pasado ésta falta de sensibilidad al electorado prácticamente eran eliminados ipso facto de la contienda, lo que ahora vemos es un fenómeno en la que el insulto inhibe al adversario y la grosería se han vuelto algo común en los debates políticos. Antes en los debates se recurría a eufemismos, perífrasis, circunloquios y eran muy correctos y adecuados los políticos que a veces pecaban en su formación. Todos estos artilugios políticos buscaban esconder la carga de violencia que tiene la lucha por el poder. Se introducían reglas para los políticos usando el civismo y la ética en la competencia disfrazando los riesgos que pudieran surgir y se suspendiera la confrontación.

La fuerza del insulto
En estos cambios de la clase política desde los años 80, tanto en la mayoría de los países latinoamericanos y Europa, los partidos definidos abandonaron las posiciones tradicionales, ya sea de izquierda, derecha o antisistema, y se corrieron al centro para competir con los antiguos partidos socialdemócratas y algunos se quedaron en el limbo electoral de los partidos marginados y pequeños que tiene que buscar alianzas para lograr cargos de representación, en el parlamento o en el congreso nacional. Los partidos comunistas abandonaron su ideología basada en el marxismo, y la lucha de clases como matriz ideológica. En su transitar hacia la centroizquierda, dejaron de ser anticapitalistas y desaparecieron para convertirse en híbridos y por décadas se habían diferenciado en su posición de centro. Lo más grave es que al desaparecer, disminuyeron en su influencia y los trabajadores que decían representar, se pasaron a las filas nacionalista, xenófobos, y de plano se pasaron al partido de ultraderecha, como en Europa está pasando. Estos partidos han sido rebasados por partidos ‘emergentes’ de nuevo cuño que han establecido alianzas con la derecha radical para ganar elecciones.

Estas alianzas políticas se dan entre partidos más o menos afines, pero sucede que hace 30 o 40 años eran opositores, esto sucede cuando la ultraderecha alcanza éxitos y cimbra a la clase política antagónica y la vieja izquierda la obliga a realizar alianzas con los de derecha por considera a estos más liberales que la corte neofascista conocidos. En México los partidos antiguos antagónicos están haciendo alianzas (PAN-PRD), las alianzas en los 90 no eran viables pero ahora los partidos de izquierda se han vuelto de centro- izquierda, y los partidos de ultraderecha no extremistas, se han vuelto de centro-derecha, para engañar al electorado sin posición política alguna. Tal vez la explicación es que los partidos de centro-izquierda considerados como socialdemócratas están interesados en las parcelas de poder y compartirlas con quien sea y como meta quedar dentro del sistema de políticos en el poder. Desde luego son mezquinos en su meta por lo que las dirigencias burócratas se han distanciado de sus electores, de los intereses de los ciudadanos que dicen representar. Estos tipos de partido son camaleones que al disfrazarse compartiendo el poder con sus antagónicos políticos en los 90, ahora se han adecuado a los cambios después de treinta años de neofascismo, y no tienen alternativa.

Payaso de circo
Se puede inferir que al mantenerse en sus viejas concepciones políticas, no tienen capacidad para ser competidores políticos, ya que están nadando contra una corriente política mundial y como la izquierda socialista no tiene presencia entre los nuevos electores, y es cada vez menor entre los medios académicos e intelectuales, y aceptar que debamos ajustar nuestros esquemas políticos y aceptar que el mundo ha cambiado. Se supone que al ser de izquierda hoy, es ser populista, nacionalista y partidario de la intervención del Estado en la economía, bueno en México ya no tenemos ninguna de estas ideas sobre el político de izquierda, ha cambiado: la gente no acepta el populismo, no es nacionalista, y menos aún hay paraestatales para regalar al extranjero. Se ha acabado toda la infraestructura que generó el antiguo PRI –antiguo socialdemócrata convertido actualmente en ultraderecha- para cubrir con prestaciones sociales al ciudadano común.

En Estados Unidos el discurso político ha girado del campo de las ideas a la fuerza del insulto, y  Donald Trump es un maestro, parte de su transformación para estar en la meta y gozar un buen pleito en el debate estadounidense. Ahora se espera de los candidatos: historias personales y desgarradoras; la superación de una enfermedad terminal; la pérdida de un hijo; la crueldad de una madre; la superación del adulterio de un esposo enfermo sexual. Hillary Clinton logró la simpatía de los votantes y cuantos candidatos más han logrado subir al enternecer a los electores. Hillary Clinton logró la simpatía al tener una historia de cómo superar el calvario de su esposo infiel. Tal vez ahora deben lograr inventar una historia personal para divertir y lograr el entusiasmo del electorado, como lo está haciendo su opositor demócrata Berni Sanders. En este contexto el ascenso de Trump no es una sorpresa, una celebridad que irrumpe en la vida política con una enorme bolsa de fotografías que aparecen en revistas del sentimiento y amor, y un archivo curricular lleno de sus parejas sentimentales. Este payaso de circo es una mercancía actual, de la generación x,  de un público ávido de sentimientos, de insultos, con planes políticos estructurados tendientes a las catástrofes del siglo XX, y son seducciones de su proyecto político vacío. Pero se espera que mucha gente esté vacunada de estos payasos vacíos, vulgares y sin cultura. Esperamos que construyan el muro gigantesco al dividir los países y se haga dentro del terreno propiedad de México. (La Jornada, política, p.p.20- 21, Febrero 11, 2016).

No hay comentarios:

Publicar un comentario