jueves, 21 de abril de 2011

Wikileaks

Nacional
Contra el establishment
Wikileaks
Por: Carlos Damián 9 de Enero, 2011
Fugas de información
Londres (14 de diciembre). – Tras la filtración masiva de cables diplomáticos yanquis, realizada por Wikileaks, se ha recrudecido el entorno hostil en contra de ese sitio de internet. A los ataques cibernéticos se suma ahora la decisión adoptada por la empresa Amazon de expulsar a Wikileaks de sus servidores, en clara respuesta a las presiones ejercidas por el Senado estadounidense y la Casa Blanca. El departamento de Justicia evalúa la posibilidad de llevar a juicio al fundador del sitio.

Tales elementos dan fuerza a las versiones de los administradores de este portal de internet, en el sentido que las órdenes de captura contra el líder de la Webpage, no obedecen a un afán legalista sino de revancha política y control de daños, y a una reedición inveterada práctica de acallar al mensajero para diluir el mensaje. Además ha exhibido ante la opinión pública internacional, la oposición de Washington al avance de la transparencia así como el derecho a la información. Lo cierto es que, con ese mismo argumento. Washington ha intentado justificar en otras ocasiones los atropellos cometidos fuera de su territorio contra sospechosos de “terrorismo”, las agresiones bélicas e injustificables y atroces cometidas en Irak y Afganistán, e incluso el recorte de libertades de sus propios ciudadanos puesto en práctica por las dependencias estadounidenses de inteligencia y seguridad, tras los atentados del 11 de septiembre de 2001.

Consideramos que el principal factor de tensión diplomática y de riesgo para la seguridad y la paz mundial no es la labor de Wikileaks, sino el espíritu belicista, unilateral e imperialista de Washington, acentuado ahora por la defensa de la opacidad. Finalmente tenemos que la hostilidad hacia el sitio de internet desacredita aún más la imagen de Estados Unidos ante el mundo como auto-nombrado defensor de las libertades y valores democráticos: ante bien, queda de manifiesto una doble moral frente a los derechos y libertades de las sociedades y un espíritu paternalista y anacrónico respecto a lo que éstos deben o no saber.

Fuga de información diplomática
El fundador de Wikileaks, el australiano Julian Assange y las filtraciones de su Webpage sobre los cables del departamento de estado siguen produciendo ruido mediático. Irónicamente este ruido sobre las informaciones Top Secret de la embajada de Washington en Roma que enviaba, son las mismas que Newsweek publicaba la semana anterior. Estos documentos son los mismos que todos conocen, pero de manera documentada. En esta novedad radica el “escándalo mediático”. Otro dato substancial: no es información clasificada de las 16 agencias de la comunidad de inteligencia; son documentos más bien diplomáticos que espionaje.

Muchas personas imaginaban que Ban Ki-Moon era un pobre payaso o percibían que el presidente Calderón era un gobernante colaborador de la diplomacia de guerra de Washington, al frente de una “República Bananera” (así lo describe Luis Camilo Osorio, embajador de Colombia en México); pero esto ya es oficial y este documento viene sin tachaduras. Pero como es posible si en sus inicios este sitio de internet recibió el apoyo de tres instrumentos reproductores de las fabricaciones ideológico-propagandísticas del Pentágono: Asociated Press, Los Angeles Time y Reporteros sin Fronteras.

Sin embargo consideramos que terminó pactando las filtraciones con el propio Departamento de Estado a través de los filtros impuestos por el cartel mediático conformado por The New York Times, Le Monde, The Guardian, El País y Der Spiegel, todos occidentales y afines al sistema capitalista que se critica. Será cierto ¿que es una astuta estrategia para garantizar el máximo impacto mediático y poder exhibir a Estados Unidos como eje de una enorme conspiración autoritaria?

Si esta consideración es cierta, ¿Por qué el pentágono no recurrió a la Doctrina Conjunta de Operaciones de Información, definida como el empleo integral, articulado de la guerra electrónica, las operaciones de las redes de computadoras, las operaciones sicológicas, el engaño militar y las operaciones de seguridad, para eliminar a Wikileaks de la red? Por distintas razones político-ideológicas, lo anterior ha inducido a algunos medios como Granma y analistas como el viejo halcón Zbigniew Brzezinski a especular que se trata de información sembrada por sectores de inteligencia vinculador a los neoconservadores, interesados en manipular el actual proceso interno estadounidense para perjudicar al gobierno de Barack Obama y obtener algún objetivo específico.

‘Verbigratia’, el regreso de la extrema derecha al poder. En la jerga periodística, la expresión “carne podrida” alude a la filtración de información –desinformación por un servicio de inteligencia a un medio-. Las fugas de información han formado parte esencial de las operaciones de guerra sicológica y las acciones encubiertas, que echan mano de la propaganda a través de la utilización de un sistema estable de estereotipos, mitos, clichés y burdas clasificaciones que a diario son inoculados a la opinión pública por los medios. “Información” fabricada muchas veces con el “aporte” de soplones y vasallos, como los que ahora exhibe Wikileaks, con el antecedente de que ya antes fueron publicados informes “rigurosamente secretos” de la CIA y el Pentágono. (La Jornada, opinión, p. 23, 13 de Diciembre, 2010).

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