domingo, 6 de junio de 2021

Adquisición de la refinería en TX

 

Nacional

Adquisición de la refinería en Houston Texas

Deer Park, Houston TX

Por: Carlos Damián                                                              7 de junio de 2021

México. –  Es un tema poco conocido, el de una refinadora propiedad de Pemex fuera de México, que produce gasolina más barata. Aunque llegaron los videos a redes sociales, sobre la existencia y como clandestinamente ha estado trabajando, desde que Carlos Salinas adquirió 49 por ciento de las acciones a la compañía petrolera Shell. El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador acaba de adquirir las acciones restantes para Pemex, y el dinero con lo que pudo gastar para adquirir esta refinadora, le va a servir para el mantenimiento de las nueve refinerías con las que cuenta el gobierno de México. La refinaría de Azcapotzalco, no cuenta pues se le desmanteló por estar casi en el centro de la CDMX, situación que constantemente fue cuestionada por la Secretaría de Salubridad y por ambientalistas debido a la contaminación del aire que producía.

Con respecto a las demás refinerías, serán de gran utilidad mantenerlas en buen estado y productivas. Se cuenta con las refinerías en México que están en mantenimiento constante, para mantenerlas en buen estado y productivas pues están funcionando al 33 por ciento, y aun así resolvían los requerimientos internos en parte. Aunque en ese entonces en tiempos de Carlos Salinas, este prefirió invertir en Deer Park, y olvidarse del mantenimiento de las demás, con la idea de que se deterioraran y venderlas como chatarra, y desde luego ellos mismo las comprarían y así las privatizarían. Una idea perversa, y apátrida, pero los gobiernos desde esa fecha de adquisición en el extranjero, fue el parteaguas que marcaron la destrucción de las paraestatales energéticas, la que siguieron los gobiernos neoliberales, en casi 40 años hasta Peña Nieto, continuaron esta política salinista destructiva en contra del Estado.

Soberanía energética

Ellos tenían la indicación para que jamás México, tuviera “soberanía energética”, de no construir ni una refinería más, a pesar de las promesas de Vicente Fox, y Felipe Calderón, pero esa promesa de campaña, solo quedarían en una barda periférica de más de 620 millones de pesos y fue una simulación y política hipócrita de los regímenes neoliberales; dejando la carga productiva a solo tres refinerías en promedio, dejando a las demás en hierros retorcidos y sin producción. Éramos un país petrolero, y el sistema neoliberal quemó nuestros sueños, pues la pobreza como enfoque central de este sistema económico es tan cierto que, si hubieran desarrollado estas refinerías y desarrollado la petroquímica los niveles de pobreza hubieran desaparecido, y los problemas severos se habrían resuelto, que ahora tenemos.

Sin embargo, la compra de esta refinería de Shell, en Houston Texas, es una de las refinerías más productivas e importantes de un tipo diferente a las mexicanas, que sigue siendo una necesidad la construcción de la de Dos Bocas, en Tabasco. Tenemos que ver a esta adquisición como un paso estratégico para la recuperación de la soberanía energética, y esta enfocado en el rescate de Pemex, pues el petróleo maya es un petróleo pesado, y ahora tendrá un lugar donde podrá ser procesado, en coque. Ahora que los analistas, ambientalistas y especialistas en petróleo del prianato, señalan la “compra” de Deer Park, como un gasto pésimo, cuando a pesar del capricho señalado, esta adquisición es una inversión que ayudara a mantener la oferta de gasolinas en México.

 En esta gran transacción hecha por el gobierno de México, se tomaron en cuenta muchos factores, uno de ellos es la de garantizar el abasto interno de la nación, por otra parte los eventos naturales, como inundaciones, terremotos, pandemia, cambios climáticos como tuvo Texas, cuando llegaron los fríos extremos que congelaron los gasoductos, y los incidentes provocados por la delincuencia cibernética, como el hackeo de cuentas y sistemas de distribución de gas que ha sufrido Texas, donde nos afectó al noreste de México, dejándonos privados del gas para producir electricidad. Recordemos que, durante el sistema neoliberal, sufrieron en forma constante ataques a Pemex y sus oleoductos, que permitieron el robo a Pemex, a través del llamado huachicol, que realizaban los políticos y administradores dentro de Pemex como el crimen organizado; las pérdidas multimillonarias y la oferta de gasolina se fue abajo. Además, del robo y fraude de los buques tanques, que enviaban al extranjero, y después regresaban en medio del mar y después contabilizaban a estos transportes como provenientes de EE.UU., marcándolos como importaciones extranjeras, cobrándolos después el gobierno del prianato, como adquisición de productos petroleros de EE.UU. Debido a estos factores es que se considera una magnifica inversión, la adquisición de acciones (51%) para prevenir conflictos inesperados, tanto dentro como fuera de México, y la petroquímica que esta vecina a esta refinería, que sigue siendo propiedad de Shell.  

Cajón de sastre

Ya tiene más de un año que esta oferta mexicana, tuvo que considerar a la Compañía Shell Co., debido a las razones de esta compañía debido a que debe reducir en 45 por ciento las emisiones de dióxido de Carbono (CO”), de acuerdo con el dictamen de un tribunal ciudadano de Países Bajos, y así se vio obligada a vender algunas de sus refinerías. México no recibió jamás rendimientos debido a la adquisición de esta refinería texana, a lo largo de los sexenios de Carlos Salinas hasta Peña Nieto, o en su caso, se rumora que estas ganancias se manejaban discrecionalmente por los regímenes anteriores.  Ahora esta adquisición Deer Park, TX es un activo más de Pemex, con excelentes oportunidades de recuperar beneficios, pues sigue siendo una refinería productiva y en magnificas condiciones. Uno de las ventajas de esta adquisición, la veríamos inmediatamente, al cambio climático que hace poco sucedió, y aun así tendríamos el abasto inmediatamente de gasolinas desde Deer Park, para solventar la urgencia de combustible, y esto se considera una medida preventiva y productiva para los mexicanos. Todas estas políticas neoliberales han dado al traste con el país petrolero que fuimos, con nuestros sueños de ser un gran país petrolero como Arabia Saudita, o ser un país europeo rico de mucho empuje e industrializado como Francia; pues ahora lo que buscamos es garantizar nuestro consumo petrolero, y construir la soberanía energética para los mexicanos. Y a pesar de los tratados de Bucareli, que nos impiden el paso tecnológico y/o apartheid que se necesita ser como Japón industrial, pues vivimos en una isla de transición agrícola y ganadera con exclusión y discriminación tecnológica hacia una nación industrial. Vamos hacia adelante …

Refinerías: 1). Reynosa, Tamaulipas; 2). Cadereyta, Nuevo León, “Ing. Héctor R.  Lara Sosa”; 3). Ciudad Madero, Tamaulipas, “Francisco I. Madero”; 4). Salamanca, Guanajuato, “Ing. Antonio M. Amor”; 5. Tula, Hidalgo, “Miguel Hidalgo”; 6). Azcapotzalco, Distrito Federal, “18 de marzo” (desmantelada); 7). Poza Rica, Veracruz; 8). Minatitlán, Veracruz, “General Lázaro Cárdenas”; 9). Salina Cruz, Oaxaca, “Ing. Antonio Dovalí Jaime”; 10). Deer Park Houston, TX (actualmente); 11. Dos Bocas, Tabasco, “Presidente Juárez, próximamente).

(Tomado de La Jornada, opinión, “Desde Deer Park para México”, Antonio Gershenson, 6 de junio, 2021)

 

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