lunes, 21 de julio de 2014

Aprobación ominosa

Nacional En dos horas se aprueba la reforma energética: PAN y PRI Aprobación ominosa: Reforma estructural Por: Carlos Damián 23 de julio, 2014 Lo avalado representa un despojo: PRD México. - En dos horas, las comisiones de Energía, y de Estudios legislativos del Senado aprobaron en lo general y lo particular los cuatro dictámenes de las leyes secundarias de la reforma energética, con más de 250 modificaciones al articulado propuestas por el PAN, que se avalaron sin discusión. Entre los cambios del blanco-azul están la desaparición del término “expropiación”, el cual será sustituido por “ocupación temporal” de predios, y otras disposiciones en torno al pago a campesinos, ejidatarios y comunidades indígenas por la afectación de sus tierras para la explotación del petróleo y la construcción de instalaciones eléctricas. Una vez aprobados los cuatro dictámenes, que aglutinan las 17 leyes reglamentarias de la reforma a los artículos 25, 27 y 28 constitucionales, la Permanente citará hoy a un período extraordinario en el Senado a partir del jueves, comentó el coordinador del PRI, Emilio Gamboa Patrón. La aprobación en lo general de los dictámenes de leyes secundarias en materia de reforma energética, que se llevó a cabo en forma precipitada y atrabiliaria por las comisiones de Energía y Estudios Legislativos de la Co misión Permanente del Congreso de la Unión, coloca en el futuro inmediato del país perspectivas ominosas y preocupantes y obliga al mismo tiempo a revisar las lamentables circunstancias en que se han venido implantando las modificaciones constitucionales y legales referidas. En una primera instancia tenemos que el texto de las leyes secundarias desmiente de manera indudable la masiva e insistente propaganda oficial que precedió a las, según las cuales, entre otras falacias de la fábrica de mentiras del gobierno federal, no habría privatización de la industria energética y las nuevas reglas llevarían a una reducción en los precios del gas, la electricidad y las gasolinas. Todas estas mentiras son hechas como si las compañías trasnacionales son instituciones de beneficencia pública, y los legisladores son palomitas blancas. Pero ahora puede verse claramente que el propósito real de los cambios era desmantelar la propiedad nacional sobre hidrocarburos y electricidad y que ello no habría de traducirse en beneficio alguno para la población, de no ser por un incierto tema fantástico “impulso al crecimiento”, y que hasta la fecha, nadie ha explicado como se producirá, y este mantra fantasmagórico ya tiene más de treinta años, y nada. Los cambios en materia de ocupación de tierras –los senadores del PRD, llaman "despojo” a la nación- estuvieron entre los pocos artículos reservados que el PAN argumentó en tribuna. La mayoría sólo se enunciaron y aprobaron en bloque, “Acción Nacional no iba a permitir que los campesinos fueran abusados (sic) por los contratistas, por empresas petroleras y gaseras”, sostuvo el legislador Salvador Vega Casillas (SV) del PAN. Dijo que propusieron eliminar el término “expropiación” para que los propietarios rurales no pierdan sus tierras. Habrá dijo, una “recompensa justa por las molestias, por el daño” e incluso “una ganancia si se encuentran en sus tierras hidrocarburos y son explotados comercialmente”. Frente a ese discurso maniqueo, se mantuvieron en las leyes de hidrocarburos y en la industria eléctrica disposiciones que permiten a las petroleras extranjeras disponer de tierras, bosques y aguas, las que podrán comprar o rentar. Se establece la obligación de ejidatarios, comuneros y productores privados de entregar sus tierras y bosques a trasnacionales a través de la figura denominada “servidumbre legal”, que la Sedatu tramitará ante el Ejecutivo, en caso de que en un plazo de 10 días, luego de la contraprestación sugerida por la dependencia, los afectados no acepten. El legislador SV sostuvo que bajo ese modelo, “los campesinos y los propietarios de la tierra serán enormemente beneficiados por toda la riqueza que encuentren en sus propiedades”. Sin embargo, ni siquiera se fija el porcentaje de la ganancia que corresponderá al afectado por sus tierras, y se deja a la Secretaría de Energía (Sener), “elaborar las metodologías, parámetros y lineamientos que podrán servir de referencia para determinar el porcentaje”, cita el inciso C del numeral V del artículo 101 de la Ley de Hidrocarburos. Entre las modificaciones aprobadas está que el porcentaje del 0.5 al 1.5 porciento no deberá “inhibir la competitividad ni representar una carga desproporcionada a las actividades” de la petrolera extranjera. También se mencionó que por las actividades de las trasnacionales ya no podrán llevar a cabo labores, como son la siembra y la ganadería. Un abuso más de las trasnacionales en la época neo porfirista que están impulsando estos legisladores de la nueva clase política mexicana, sin sensibilidad social y sin escrúpulos para destrozar el sueño de los mexicanos dedicados a la ganadería, a la agricultura y a la conservación de sus recursos naturales como son el agua (ambicionada por compañías refresqueras) y los bosques (talados y exportados al extranjero por los carteles nacionales y extranjeros –palo rosa-). Se mantiene la posibilidad de que a cambio de su tierra los ejidatarios, comuneros o particulares puedan ser contratados por la empresa trasnacional como ”empleados”, al igual que a familiares y miembros de la comunidad indígena en que se establezca la explotación por energéticos. Finalmente se suavizaron parte de las disposiciones que el PRD ha calificado de “abusivas” –absurdas y tontas- como que el ejido, ejidatarios, comunidades y comuneros indígenas solicitaban asesoría y representación de la Procuraduría Agraria en las negociaciones. Por otra parte un dato que debe resaltarse del proceso reformador es la abulia social que le sirvió de telón de fondo. A diferencia de lo ocurrido en 2008, cuando el régimen de Calderón pretendió operar una privatización energética que a la postre resulto menos ambiciosa y radical que la de EPN, en esta ocasión no hubo protesta social masiva que suavizara los aspectos más dañinos y gravosos de las reformas. No se pueden ocultar los daños que tendrán las nuevas reglas energéticas en lo social, económico, ambiental e institucional. A excepción del discurso empresarial y gubernamental que se suavizan los impactos negativos, el mexicano regular tendrá un futuro miserable y catastrófico. Por lo pronto se abre una época neo porfiriana en las que las leyes secundarias en materia energética debilitan en forma significativa la certidumbre de la tenencia de la tierra, abren un margen al despojo de las comunidades, ejidos y poblaciones por consorcios petroleros y eléctricos nacionales y trasnacionales. Por los anteriores argumentos es que tendremos un augurio de conflictos y confrontaciones diarias. El desempeño económico lejos de vernos beneficiados, son experimentos (planteados por hábiles extranjeros de escritorio) de quebrantos debido a la destrucción de procesos productivos y de entornos asociales que implican la implantación del nuevo modelo , y las nuevas reglas representan una grave reducción a los angostados márgenes en que el país había venido ejerciendo una soberanía nacional. Además de la laxitud de los controles aprobados para la explotación privada de yacimientos petrolíferos da pie a una justificada preocupación por la aplicación en México de técnicas extractivas que nos llevan a un impacto catastrófico, llamado fracking. Lo mas triste de todo es la defección de nuestros legisladores que nos dicen que van a velar por los intereses nacionales y repiten que ellos nos van a defender, nos representan pero sólo en la fantasía de ellos, esta defección generalizada que empezó con la firma del Pacto por México, nos indica que no va a pasar mucho tiempo antes de que el grueso de la nación empiece a sufrir en carne propia las consecuencias de este extravío y estupidez de nuestros legisladores. (La Jornada, política, p.p. 2-10, 2 de Julio, 2014).

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